Uno que viene y otra que se va

Feli Agustín
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Un estudiante argentino de ingeniería se muestra feliz en la UR y el gran número de clases prácticas; una alfareña 'emigró' a Zaragoza para salir de su zona de confort

Celia Pérez/ Benjamín Petit de Meurville - Foto: El Día/ Óscar Solorzano

Estudiante de Administración y Finanzas en la Universidad de Zaragoza, Celia Pérez relata que no ha sido  la ausencia de este grado en la URlo que le ha motivado a dejar La Rioja, sino que se ha guiado por su voluntad de «salir de la zona de confort».

Natural de Alfaro, cuenta que desplazarse a estudiar a Logroño era como quedarse en su municipio, porque «iba a encontrar a mucha gente» que ya conocía y su voluntad era emprender otros caminos con nuevos compañeros de viaje.

Objetivos que, afirma sin dudar,  se están cumpliendo, lo que le reafirma en su convencimiento de que la decisión que adoptó es la correcta. Con 20 años «para 21», el encuentro de personas de otros puntos del país le resulta muy agradable, como conocer gentes que llegan desde destinos lejanos, «hasta de Andalucía»;de hecho comparte piso con una compañera originaria de la distante Taiwan.

Celia Pérez/ Benjamín Petit de MeurvilleCelia Pérez/ Benjamín Petit de Meurville - Foto: El Día/ Óscar SolorzanoConsidera que haber salido de casa y conocer a personas de diferentes orígenes y países es un aspecto que contribuirá a su crecimiento personal e influirá de una manera positiva en su futuro desempeño profesional. «Aprendes a convivir con gente con la que no estás acostumbrada», argumenta esta estudiante, que se muestra «muy satisfecha» con la disciplina académica que está cursando. «Los profesores te prestan mucha atención, se centran en ti, en ayudarte a aprobar», relata esta joven alumna, que resalta que al contar  con un número limitado de alumnos, la enseñanza es más personalizada. 

Celia, que ya estudió Bachillerato en Estados Unidos, tiene, de momento, la faceta internacional cubierta.

Prácticas. Benjamín Petit de Meurville es un estudiante argentino de ingeniería mecánica recién llegado. Aterrizó en Logroño el pasado 18 de febrero y, hasta el momento, las expectativas despertadas en su primera visita a Europa no se han visto defraudadas.

Relata que la primera noticia que tuvo de la URfue a través de un programa de movilidad internacional en su universidad, en la ciudad de Plottier, que ofrecía la posibilidad de continuar su formación en cinco países. «Elegí la Universidad de La Rioja porque quería venir a Europa», confiesa Benjamín, que cursa materias de segundo y tercer curso.

Reconoce que los primeros días le costó habituarse porque está muy apagado a su familia, pero a medida que ha ido conociendo gente se encuentra más cómodo. «Es un ambiente tranquilo, la universidad está buena, también», afirma este estudiante, que nota una sensible diferencia en cuanto al nivel académico de Argentina a La Rioja.

«En mi país, las clases teóricas son muy buenas, mucho más exigentes que aquí», afirma este alumno de 21 años que, por contra, valora el gran volumen de clases prácticas, de las que carece en Argentina. «Haces muchos proyectos, visitas muchas empresas...», relata Benjamín, que permanecerá en la universidad riojana hasta julio.

Pondera la calidad de los profesores, que le «ayudan mucho», aunque confiesa que la interactuación con sus compañeros de aula es todavía escasa. «Son grupos de amigos, que ya se conocen, por lo que es difícil incorporarse», relata este chaval, que se muestra satisfecho con la experiencia académica «muy práctica y muy útil;me aporta mucho». Su objetivo para el futuro, acabar la carrera en Argentina y su «gran sueño», trabajar después en Europa, en automoción o aeronáutica.