Un clásico repleto de aventuras

Javier Vargas (SPC)
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El viaje de Cloud y compañía hacia lo desconocido continúa en este segundo remake de Square Enix

Esta semana ha regresado uno de los títulos más clásicos del universo gamer. Final Fantasy VII Rebirth (PS5) supone una reinterpretación del juego de Square Enix publicado en 1997, un título que exportó el rol japonés a Occidente y que se ha convertido en icónico en la historia de los videojuegos.

Final Fantasy VII Rebirth es la segunda entrega dentro del proyecto de Final Fantasy VII Remake. Desde Square Enix confirman que, a pesar de ser una secuela, Rebirth se puede disfrutar de forma independiente sin haber jugado la primera parte, aunque se pierda ciertos detalles y contexto de la trama.

Si la primera entrega del Remake era mayoritariamente lineal y situada en torno al núcleo urbano, en esta segunda el planeta se expande y se presenta al jugador como un mundo semiabierto que puede explorar con mucha más libertad.

Un clásico repleto de aventurasUn clásico repleto de aventurasA lo largo de esta aventura, los jugadores atravesarán entornos gigantes llenos de actividades opcionales diversas, desde misiones secundarias a minijuegos entretenidos. Pese a ese contenido adicional, la jugabilidad vendrá dictada por la historia principal, que promete tener una duración de unas 40 horas, y tanto la trama como sus protagonistas seguirán siendo el pilar central de la historia. Aquellos jugadores que deseen completarlo todo podrán llegar hasta el centenar de horas. Para moverse de un lado para otro, los protagonistas tendrán a su disposición algunos vehículos y nuevas herramientas de desplazamiento que también servirán para resolver pequeños rompecabezas. Sin embargo, la opción más auténtica para viajar son los Chocobos, las bestias plomadas marca de la casa Final Fantasy, que ganan presencia en Rebirth.

Los enfrentamientos son habituales y vuelven con la misma dinámica del Remake: un híbrido entre la acción y los turnos de los Final Fantasy más clásicos. El sistema es considerado la mejor opción en los Final Fantasy contemporáneos, por delante por ejemplo de la acción pura de Final Fantasy XVI, porque recompensa tanto los reflejos como la estrategia. Sin embargo, el juego también permite personalizarlo, así como eliminar prácticamente cualquier acción en tiempo real del jugador. 

La mayor novedad de Rebirth respecto al Remake es la inclusión de los ataques y habilidades de sinergia, unos movimientos devastadores llevados a cabo por más de un personaje que irán evolucionando a la vez que lo hacen sus relaciones.

Como en cualquier título de rol, el jugador también tendrá control sobre el equipamiento y la personalización de los protagonistas, como por ejemplo en el uso de la materia, el elemento mágico que les proporciona poderes. Por último, cabe destacar la banda sonora, que elevará la épica de la aventura a niveles nunca vistos. 

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