La Delegación multará acciones que había pasado por alto

Feli Agustín
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«Parece que les estorbamos», responden ante el aviso de Arraiz del uso «de todos los medios necesarios» para limitar la entrada de tractores a Logroño

Un tractor circula por las calles de Logroño. - Foto: Óscar Solorzano

Los acontecimientos acaecidos en los dos últimos días han enrarecido aún más las relaciones entre la Delegación del Gobierno y los agricultores en protesta, que desde los primeros compases de las movilizaciones se han mantenido tirantes. El departamento que dirige Beatriz Arraiz advirtió ayer de que dispondrá de «todos los medios necesarios» para que la entrada de tractores en Logroño sea limitada.  Avisó además de que se denunciarán todas las situaciones contrarias a la legislación de tráfico aplicable, así como el incumplimiento de cualquier normativa tanto municipal como estatal, al igual que todas las situaciones de desobediencia a las instrucciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. La Delegación del Gobierno abre así la puerta a la imposición de multas y sanciones ante determinadas actuaciones que, hasta el momento, se habían pasado por alto.

«No nos quieren aquí, parece que les estorbamos», manifestó ayer un agricultor tras la reunión mantenida en el Consejo Regulador, mostrando el malestar del colectivo, que ya habían protestado a primera hora  de la mañana porque, según aseguran,  agentes de Tráfico habían impedido -y luego escoltado- a un tractor al Ecoparque, siguiendo las órdenes de la Delegación.

Este organismo de la Administración central, que ha realizado durante las protestas -que cumplen hoy 14 días- un importante despliegue de agentes de Guardia Civil y Policía Nacional, justificó su advertencia a la vista del nuevo escenario de movilizaciones alcanzado este fin de semana, en el que agricultores y ganaderos «siguen sin comunicar sus movimientos, cambiando continuamente de intenciones e interfiriendo fuertemente con otros derechos fundamentales de los vecinos y vecinas de Logroño».

La Delegación justifica el endurecimiento de su posición en las protestas del domingo, en la que se impidió el acceso de los tractores a El Espolón, una decisión que no gustó a los agricultores y ganaderos, que decidieron aparcar sus vehículos en la Gran Vía logroñesa durante varias horas hasta pasada la medianoche.

A ello se sumó la manifestación de ayer, que arrancó en Mercarioja para recorrer varias calles de Logroño, sin interrumpir el tráfico y en la que unos 60 vehículos permanecieron aparcados en la calle  Estambrera. Para estas protestas, «se fijaron unas líneas rojas: cortes o circulación de tractores y peatones por autovías o autopistas, cortes de carreteras y desobediencia a las instrucciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad», que la Delegación del Gobierno entiende que se han sobrepasado.

Explica que desde el pasado 6 de febrero, se han  venido sucediendo una serie de movilizaciones de los agricultores y ganaderos de La Rioja en sus tractores, de forma no comunicada, «por lo que no les son aplicables ninguna de las situaciones especiales que se articulan para las reuniones comunicadas»,  con la advertencia implícita de la imposición de sanciones.