"El futuro del CCR es de lo más diverso e interesante"

El Día
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Crecido a un paso del Palacio de los Yanguas, Conrado Escobar se muestra satisfecho por haber recuperado este espacio cuyo objetivo es «crear valor en torno al Rioja»

Conrado Escobar, junto al Centro de la Cultura del Rioja. - Foto: Ingrid

Conrado Escobar (Logroño, 1964), alcalde de la capital riojana, creció, como quien dice, a escasos metros  del Palacio de los Yanguas, edificio monumental que se vuelve a erigir en el mascarón de proa del Casco Antiguo logroñés. 

Siete años después, por fin el Centro de la Cultura del Rioja reabre sus puertas. ¿Cómo se siente?

Siento que estoy cumpliendo con la responsabilidad con la cultura del Rioja aunque el mérito no es exclusivamente mío, del actual alcalde de Logroño, y sí compartido con las anteriores corporaciones. Es un proyecto colectivo y por eso tengo que agradecer, además de al actual equipo municipal, a los anteriores alcaldes: Julio Revuelta, Tomás Santos, por supuesto Cuca Gamarra y Pablo Hermoso de Mendoza.

¿Tan difícil era dotar de sentido a este edificio?

No sé si era difícil pero encontrar un uso apropiado y conveniente para este edificio es lo que hemos intentado todas las corporaciones. Hemos querido recoger todos los esfuerzos anteriores para dotar de sentido al Centro de la Cultura del Rioja. Aunque haya habido errores, ningún esfuerzo precedente ha sido superfluo.

El CCR es uno de los edificios más característicos del Casco Antiguo logroñés. Lo normal era que las unidades de Cultura, Turismo y Comercio del Ayuntamiento de Logroño se trasladasen a su sede.

Hemos querido dotar de dinamismo a este espacio físico y por eso hemos apostado por integrar todas las áreas del entorno cultural y promoción de la ciudad. El equipo de técnicos municipales ya está trabajando en sus nuevas instalaciones.El hecho de compartir espacio, porque estas áreas antes estaban dispersas en otros edificios (Oficina de Vivienda, Turismo, en el propio Ayuntamiento, etc.), está dando sus frutos. Ya se está viendo.

Exposiciones, catas, actividades culturales y mucho más. ¿Qué futuro augura para este edificio icónico?

El futuro es de lo más interesante y de lo más diverso. Creemos, sinceramente, que el Centro de la Cultura del Rioja está funcionando. 

El objetivo no es otro que un proyecto que tiene que ver con la cultura del vino no se desaproveche. Estoy seguro que el Centro de la Cultura del Rioja va a ser capaz de transmitir el esfuerzo y la experiencia que hay detrás de un producto como elRioja.

Pero además este proyecto tiene también un componente artístico, con las exposiciones que están programadas y también con otras nuevas que tendrán vocación de permanencia. En este edificio se integrará igualmente la Escuela de Sumilleres de La Rioja, que es otro de los embriones que está arrancando. También habrá un espacio para las Bodegas de Logroño y, por supuesto, también tendrá cabida otras actividades de índole cultural.

Sobre todo, el Centro de la Cultura del Rioja no nace con la idea de rivalizar con nadie. Es complementario con todo: con el Museo de LaRioja, con el Instituto de la Vid y el Vino, con la labor que realiza la Denominación de Origen Calificada Rioja...

¿Entiendo que también se espera la colaboración del Gobierno de La Rioja?

Nos consta que vamos a tener la implicación del Gobierno de La Rioja, con Gonzalo Capellán a la cabeza. Tengo la sensación que el sector vitivinícola está en una encrucijada y todo lo que sirva para amplificar y mejorar la calidad del Rioja merece la pena. 

El CCR se ha inaugurado con la muestra La mujer a través de la cultural del vino. Queda demostrado que la mujer tiene mucho que decir en Rioja y en la sociedad riojana.

Todo lo que tenga como protagonista a la mujer está abocado al éxito. ¿Qué sería del vino, del Rioja, de La Rioja, de Logroño sin las mujeres? La exposición resume a la perfección el papel de las mujeres, a lo largo de la historia, en el mundo del vino. Apostar por la mujer es apostar por el presente y por el futuro. También en el ámbito del vino.

El edificio, entre sus muchas funciones, trata de difundir la cultura del Rioja. Cuéntanos, por favor, un recuerdo personal asociado a un vino de Rioja.

Este lugar lo asocio a la infancia, a mi familia. De pequeño vivíamos en Juan Lobo y en esta calle mi familia tenía un negocio de lámparas. Muy cerca de mi casa había un establecimiento de vino, Vinos Murillo. Se puede decir que fue ahí donde tuve mi primer contacto con este mundo. No me acuerdo de si los vinos estaban buenos o no, pero sí tengo muy vivo el recuerdo del vino asociado al estar en la calle, conversando, alternando...

Y como una de sus funciones es acoger las unidades de Turismo, siendo alcalde de Logroño, díganos cuál es el rincón logroñés que siempre enseña a sus visitas.

Logroño es un pozo de sorpresas y aunque creo que cualquier rincón, tanto del Logroño antiguo como del moderno, merece la pena sí que tengo que reconocer que a mí me gusta mucho la Plaza de San Bartolomé. 

Es una plaza con un gran valor artístico y me siento muy unido a la zona. Soy religioso, no lo oculto, y he pasado muchas horas en la Iglesia de San Bartolomé pero también me gusta mucho el Colegio de Ingenieros (la antigua Casa del Pozo), la Casa de la Imagen e incluso el PERIHerrerías con su conexión a la Iglesia de Palacio.

El CCR es gratis hasta el 6 de enero. A partir de entonces, se está estudiando un precio público para su visita. ¿No sé si lo tienen ya decidido?

El precio no va a ser un obstáculo para el desarrollo de ninguna actividad en el Centro de la Cultura del Rioja aunque somos conscientes de que el centro es un edificio público que hay que mantener y, por supuesto, sufragar. No es un proyecto para sacar rentabilidad y sí para crear valor en torno al Rioja.

A los logroñeses y riojanos que aún no lo han visitado, ¿qué les diría?

¿A qué esperan? Les esperamos con los brazos abiertos porque es una gran oportunidad para descubrir y apreciar la cultura del Rioja desde diferentes ópticas.