"Es muy duro explicarle a un niño que se va a quedar sordo"

David Hernando Rioja
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Patricia Tenorio es la madre de David, un niño de 12 años con problemas auditivos. Cuenta que su hijo nació con ningún problema de salud, aunque «fue perdiendo audición gradualmente»

Patricia Tenorio pasea junto a su hijo David - Foto: Óscar Solorzano

Patricia Tenorio es la madre de David, un niño de 12 años con problemas auditivos. Cuenta que su hijo nació con ningún problema de salud, aunque «fue perdiendo audición gradualmente».

Relata que primero le colocaron unos audífonos que con el tiempo dejaron de serle útiles, para después ponerle otros «más potentes» porque «nos dijeron que iba a perder la audición debido a la enfermedad de Ménière, que causa vértigos, acúfenos (ruidos en el oído), dolores de cabeza y pérdida auditiva».

Indica que su hijo perdió el primer oído hace tres años, momento en el que le pusieron el primer implante coclear. El segundo se lo pusieron el pasado año debido a que perdió el segundo oído en el mes de junio porque su enfermedad fue avanzando.

Tenorio asegura su hijo ha tenido que madurar antes que otros chicos y chicas de su edad. «Es muy duro explicarle a un niño que se va a quedar sordo y tenerlo que aceptar. Se enfrentan a situaciones que les hacen ver la vida de otra manera», señala.

A pesar de esto, su madre afirma que David vive una vida «normal» desde el primer día. De hecho, este joven juega a baloncesto aunque «lleva una cinta que le protege el implante de una posible caída». «Cuando juega no puede entender mucho por el ruido que hay en el pabellón pero le gusta mucho», destaca.

En este punto, Tenorio asegura que no quieren tener a su hijo metido en «una jaula». «Queremos que disfrute todo lo que pueda y ya iremos tomando las cosas como vengan», comenta.

Por otro lado, el proceso de adaptación a este dispositivo no es fácil y requiere de una larga rehabilitación. Esta madre cuenta que su hijo, después de ser operado, no escuchaba de manera natural, sino a través de unos electrodos.

Relata que cuando le operaron tuvo que pasar 15 días desconectado hasta que se le curó la herida que le hicieron debido a la operación.

Tenorio detalla que su hijo ha podido recuperar el primer oído al 100% después de estar dos años en rehabilitación. El segundo, añade, está al 60% recuperado. «Lleva unos cuatro meses trabajando en este tema, y estará al menos un año hasta recuperarlo entero».

Asegura que no es un proceso fácil. «Cuando salen a la calle, escuchan ruido pero no entienden nada, por lo que hay que enseñarles cada sonido y cada palabra para que su cerebro vuelva a enlazarlas», apunta.

Puso el ejemplo de un coche cuando utiliza el claxon, ya que hay que decírselo para que lo conozca y lo asocie. «El primero y el segundo no lo oyen pero en el tercero, el cerebro lo empieza a relacionar», concluye.