...Y se impuso la paz

Bruno Calleja Escalona
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La céntrica avenida se urbanizó sobre el viejo Camino de Calahorra y se denominó de Espartero y de Franco, antes de cambiar por un nombre que simboliza el abrazo de Vergara

La Escuela de Artes (izquierda) pervive hoy como Escuela de Diseño. A su lado, el cuartel de Artillería en lo que hoy es el plaza del Ayuntamiento y la casa consistorial. - Foto: Postal

Avenida de la Paz es uno de los ejes principales de Logroño. Los primeros viales de la ciudad fueron calzadas romanas, la principal de las cuales unía desde el siglo I a. de C. Tarragona y Astorga y desde Varea se desviaba hacia la Calleja Vieja. Con la fundación de Logroño se crearon nuevos trazados que daban continuidad a otros ya existentes, como el Camino de Calahorra, que conectó las dos localidades durante siglos y que entraba por la puerta de la Herbentia.

Sin embargo, aquel vial tuvo que esperar al siglo XIX para transformarse en calle con los primeros ensanches. La nueva arteria la proyectó en 1869 el arquitecto Maximiano Hijón, que planeó un crecimiento de la ciudad hacia el este, urbanizando el antiguo Camino de Calahorra. En este plan, además de Avenida de la Paz, que se denominó General Espartero, se diseñaron Avenida de Navarra y Duquesa de la Victoria, entre otras.

Las obras se alargaron y con Primo de Rivera el Ayuntamiento prosiguió con los trabajos de acondicionamiento, que para entonces ya contaba con importantes edificios, como el Cuartel de Artillería, la Escuela de Artes, o la Glorieta. Con la II República, la calle adquiere la imagen que tiene hoy. El 20 de mayo de 1931, se dio visto buen al diseño de Fermín Álamo para alargar la calle hasta el popular Castillo Dolores, que se erigía en el cruce de Santos Ascarza. Este proyecto incluía el bulevar. En 1937, la calle se renombró como General Franco, hasta que se modificó por el de Avenida de la Paz, que además del significado de la palabra, recuerda  a Espartero, por el Abrazo de Vergara, que puso fin a la I Guerra Carlista, indica el excronista Jerónimo Jiménez

Al inicio de la calle se colocaron unos baños públicos subterráneos. Después de la Guerra Civil, se instaló la Cruz de los Caídos, actualmente en el cementerio. Con el avance urbano, la calle se ha ido alargando, añadiendo elementos, como el monumento al Fuero, inaugurado en 1977, o el IX Centenario, en 1996, que recuerda la importancia del fuero de Logroño. 

Por esta calle han pasado reyes, personajes de importancia local y nacional, pruebas deportivas... En ella, se asentaron el Servicio Doméstico, el Gobierno Civil o el Mercado Patricia. Es también la dirección del Ayuntamiento de Logroño y del Seminario, entre otros inmuebles.