"El día a día en el barrio; el fin de semana a la laurel"

David Hernando Rioja
-

El vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de La Rioja, Julián Herráiz, cuenta que su trabajo es estar «todo el día en la calle» y que le gusta la tortilla jugosa por dentro, tostada por fuera y poco hecha

El vicepresidente de la Federación de Asociaciones Vecinales de La Rioja, Julián Herráiz, comiendo tortilla de patata - Foto: Ingrid

Un hombre de barrio, paseando y sin parar de saludar a los vecinos. Así se podría definir al actual vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de La Rioja, Julián Herráiz, cargo que ocupa desde hace siete años. 

Explica que su trabajo consiste en estar «todo el día en la calle», con el objetivo de que «las personas que nos conocen y son de nuestro entorno te traten con una familiaridad enorme y tengan la confianza para decirte los problemas que hay, como arreglar bancos, aceras o baldosas sueltas».

Otras labores son encargarnos de dotar eficientemente de servicios públicos las zonas y las asociaciones de Logroño, implicarse en el tema de la salud porque «estamos en la plataforma de la sanidad y en los Consejos de Salud», y trabajar en la red vecinal, «en la que se trata el tema de la igualdad».  

«Se ve que no nos aburrimos en la federación pero cuando lo queremos pasar bien nos vamos al barrio para que nos cuenten lo que pasa en ellos», indica.

Como buena persona de barrio, Herráiz ha elegido el bar Brezo, situado en Club Deportivo, casi conectando con calle Chile. «Tenemos que potenciar y dar visibilidad a nuestros barrios, cada uno al suyo, a la vez que todo el mundo a los de todos», apunta.

Este bar, destaca, está en el centro de su barrio y cuenta con unos pinchos «muy ricos», en especial el de tortilla. «Habrá quien diga que puede ser el más fácil de hacer pero es el más rico y el 90% de la población logroñesa almuerza con un pincho como éste», asegura.

Esta tortilla, subraya, es de las mejores porque «está jugosa por dentro, tostada por fuera y poco hecha». «Creo que le ponen algo de cebolla pero no se nota», añade.

Aparte, el vicepresidente indica que otros barrios de la ciudad también son muy buenos lugares para ir a tomar unos pinchos, entre los que se encuentran  María Teresa Gil de Gárate, «que se ha potenciado mucho»; Gonzalo de Berceo, «donde hay un tono alto de pinchos» o Madre de Dios, entre otros.

A pesar de esto, los barrios de Logroño tienen que competir con dos de las calles más famosas de España en lo que a pinchos se refiere, la Laurel y la San Juan, aunque Herráiz tiene una solución salomónica. «El día a día es para ir a los bares de barrio y los fines de semana para ir a la Laurel o la San Juan», concluye.