La pesadilla que sufren las dos niñas de 12 y 13 años que presuntamente fueron violadas en grupo por siete adolescentes suma un nuevo capítulo al ya de por sí terrible suceso. Dos miembros del entorno familiar de una de las niñas agredidas sexualmente el sábado 9 de abril en una lonja trastero del número 16 de avenida de Navarra de Logroño han recibido amenazas de muerte «explícitas» a través del servicio de mensajería de Instagram procedentes, según fuentes próximas a la investigación, del entorno de los cuatro acusados internados en el centro de menores Valvanera. Así consta en la denuncia interpuesta el sábado por la noche ante la Guardia Civil y que fue remitida al juez de menores y a la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (Ufam) de la Policía Nacional que se encarga de la instrucción del caso.
Fueron, en concreto, dos conversaciones desde dos perfiles de Instagram diferentes y dirigidas a dos miembros del entorno de una de las víctimas. Los mensajes contenían «amenazas de muerte explícitas» si no se retiraba la denuncia o se modificaba el testimonio sobre la presunta violación grupal ocurrida en la tarde noche del domingo de Semana Santa.
Desde el entorno de la niña han solicitado protección policial ante el temor de sufrir represalias tras interponer la correspondiente denuncia el pasado sábado.
Fuentes próximas a la investigación desconocían a media tarde de ayer si las amenazas pudieran tener su origen en una única persona a cargo de ambas cuentas de la popular red social o si cada uno de los perfiles es gestionado por propietarios diferentes. En cualquier caso, ambas hipótesis apuntan al entorno de los cuatro internados en el centro de menores de Valvanera de Logroño.
De nuevo, sale a luz la red social Instagram, una de las preferidas actualmente por los adolescentes y a través de la cual, las dos niñas de 12 y 13 años víctimas de la ya conocida como 'manada' de Logroño se citaron con sus agresores el día de los hechos.
«Resocialización». Por otro lado, el presidente del TSJR, Javier Marca, reclamó ayer ser «extremadamente prudentes» en todo lo relacionado con la presunta agresión sexual a las dos niñas. «Es un proceso penal de menores que su finalidad más que de represión es de reforma y resocialización» de los acusados. Tal y como aseguró ante el suceso ocurrido la tarde-noche del domingo 9 de abril, «no tengo más novedades» puesto que es, además, «una materia que no corresponde a la Audiencia Provincial». Así, concretó que «corresponde a la Fiscalía de Menores que es la encargada de dar la información conveniente y está supeditado al juez de menores». Dicho de otra forma, «la Fiscalía propone medidas cautelares que son aprobadas o no por el juez de menores y nosotros solo podemos remitirnos a esos datos, no manejamos más información que la que ellos me quieran dar porque no es competencia mía a no ser que haya alguna disfunción», indicó el presidente del TSJR.