En los últimos años, los refuerzos para la parcela ofensiva en el Real Madrid no han salido del todo bien, sobre todo el de aquel jugador que tuviera que hacer las veces de suplente de Karim Benzema. Llegaron los Luka Jovic, Mariano Díaz o Eden Hazard -este último para otro perfil-, pero fracasaron en su objetivo tras aterrizar en el Bernebéu, tirando por tierra cerca de 200 millones de euros que cerraron el último mal negocio de Florentino Pérez.
En su primera etapa como presidente del combinado de Chamartín, Pérez realizó un total de 17 fichajes, entre los que destacaron Luis Figo (60 millones), Zinedine Zidane (73,5), Ronaldo Nazario (45), David Beckham (35) o Sergio Ramos (27), entre otros. Todos estos fueron decisiones acertadas, pero, por el camino, algunos futbolistas que acumulaban muchas esperanzas no cumplieron con las expectativas generadas. Entre ellos encontramos a Michael Owen (12 millones), Julio Baptista (20) o a Antonio Cassano (5,5).
En su segunda etapa, la cual comenzó en la 09/10, el mandatario merengue trajo a grandes estrellas como Cristiano Ronaldo (96 'kilos'), Kaká (65), Benzema (34,5), Ángel di María (25), Mesut Özil (15), Luka Modric (30), Toni Kroos (35) o Casemiro (7,5).
Dentro de su gran ojo clínico para detectar talento que pueda triunfar en una plaza siempre complicada como el Bernabéu, Florentino Pérez ha tenido una especial dificultad para acertar con los jugadores ofensivos.
En su lista de 'fracasos' contratando arietes o futbolistas para el flanco atacante en su segundo período al mando del club blanco figuran nombres como Álvaro Negredo (cinco millones), Isco (30), James Rodríguez (75), Lucas Silva (18), Álvaro Morata (30).
Desperdicio
La gran operación del presidente merengue en los últimos años fue Benzema, no así el sustituto del francés, para el cual ya se ha gastado la entidad de Chamartín casi 200 millones de euros en pocas campañas.
El primer jugador en 'estrellarse' para sustituir al ariete galo fue Mariano. El Madrid se guardó un derecho de 'tanteo' cuando en 2017 lo vendió al Olympique de Lyon por ocho 'kilos'. Así, cuando el Sevilla se disponía a hacerse con sus servicios un año más tarde por su buen hacer en Francia, el club blanco se metió en la operación para consumar su regreso a la capital de España. Después de cinco cursos viendo la vida, pasar sin protagonismo y sin querer salir, el hispano dominicano ahora está sin equipo.
En 2019, una gran temporada con el Eintracht le bastó a Jovic para aterrizar en Madrid por 63 millones. Tras dos ejercicios sin llegar a conectar con aquello que le hizo recalar en el gran campeón europeo, salió cedido al conjunto de Frankfurt y la pasada campaña salió a la Fiorentina.
Los fichajes infructuosos de Mariano y Jovic suman cerca de 100 'kilos' tirados por el desagüe, a los que hay que añadir otros tantos por Hazard. El caso del belga es distinto. Llegó el combinado de Chamartín como el mejor jugador de la Premier en el Chelsea y las lesiones y la mala fortuna, aderezada con poca disciplina en los veranos, se cebaron con él.
Ahora, Florentino se ve en la tesitura de buscar de nuevo un 'nueve' de garantías y se está moviendo con cuidado en un terreno que no le es muy provechoso.