«La bicicleta no va a morir nunca, tiene mucho futuro»

Javier Alfaro P.
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Ángel Hernández Lorenzo es un logroñés con oficio. Mecánico especializado en los vehículos de movilidad personal de uso en el día a día aprecia que más gente se está animando a usar la bici con los nuevos carriles habilitados

Ángel Hernández Lorenzo, propietario de Ciclo XXI, tienda taller especializada en bicicleta urbana y vehículos de movilidad personal. - Foto: Óscar Solorzano

Desde hace una década al frente de Ciclo XXI, en la calle Chile 1 de Logroño, Ángel Hernández Lorenzo vende bicicletas, patinetes y accesorios. No solo eso, lo que más se hace en su taller es mantenimiento y reparación de bicis clásicas, urbanas y toda clase de vehículos de movilidad personal (V.M.P.), incluidos los destinados al uso por parte de personas con discapacidad «e incluso algún carro de la compra o de golf y carritos de bebé; si está en mi mano, lo hacemos». 

Este logroñés empezó en el mundo de la mecánica general en 2004, «con maquinaria de construcción como taladros, lijadoras, picadores, herramientas eléctricas, neumáticas, hidráulicas... Me formé bastante y cuando por circunstancias de la construcción me quedé en paro, me reinventé». Buscó algo en lo que pudiera aplicar sus conocimientos y vió «un nicho de mercado en la bicicleta urbana».

Reconoce que es de los pocos que está en el mundo de la bici «por mis conocimientos y capacidades mecánicas, realmente no es por afición a la bici aunque soy una persona deportista». Considera que «la bicicleta no va a morir nunca, es una maquina muy bien inventada, que tiene mucho futuro y muy positivo, que está evolucionando muy bien... En Logroño se está creando un viario ciclista con sentido, bien pensado y lógico, que está animando a usar  más la bici para moverse por ciudad».

Mantenimiento de una bicicleta en la tienda taller Ciclo XXI de Logroño.Mantenimiento de una bicicleta en la tienda taller Ciclo XXI de Logroño. - Foto: Óscar Solorzano

Recalca que lo más demandado es lo que se utiliza en el día a día: pinchazos, pequeñas averías, mantenimiento de baterías y de electrónica, frenos, revisiones generales... pero también hacemos restauraciones y personalización. «Si podemos arreglarlo, lo hacemos. Aquí nos dedicamos más a lo de batalla, bicis y patinetes que la gente utiliza para ir al trabajo, incluso de repartidores».

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Reparación de un patinete eléctrico.
Reparación de un patinete eléctrico. - Foto: Óscar Solorzano
Ángel y su equipo no solo venden bicicletas y patinetes eléctricos, también realizan revisiones, mantenimiento, reparaciones y restauraciones.
Ángel y su equipo no solo venden bicicletas y patinetes eléctricos, también realizan revisiones, mantenimiento, reparaciones y restauraciones. - Foto: Óscar Solorzano

Por su taller han pasado «bicicletas de los años 40 y 50, y de principios del siglo XX. Lo más raro fue un piano que, como las bicis, tienen sirga. Y le tengo especial aprecio a una bici-triciclo reclinada de un cliente, muy preparada, que se pedalea con las manos y que la primera vez nos costó mucho mantener».