España perdió de septiembre de 2008 a diciembre de 2021 el 58,4% de las sucursales bancarias, un porcentaje que es algo inferior en La Rioja, pero igualmente muy elevado, el 56,4%. En concreto, terminó el pasado ejercicio con 216 oficinas, 279 menos que 13 años antes, cuando contaba con 495. Estos cierres, que se han extendido por todo el país, han dejado a 122 municipios de La Rioja sin sucursales bancarias, localidades donde viven unos 16.000 ciudadanos, aunque la cifra total de riojanos que carece de servicios de banca se reduce a unos 6.000, gracias a una red de acceso que conforman también  las oficinas móviles, cajeros o servicios de correos.

Esta carencia va a verse solventada en menos de un año, gracias al acuerdo alcanzado por las patronales bancarias y la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, que han pactado una hoja de ruta con el objetivo de que las entidades de crédito aseguren el acceso a servicios financieros presenciales para el 100% del territorio español en un periodo máximo de un año. 

Para aquellos municipios de menos de 500 habitantes sin punto de acceso a servicios financieros, que son los que se ven afectados en La Rioja, se garantiza la provisión de servicios bancarios básicos, incluyendo el acceso al efectivo. La prestación de estos servicios podrá realizarse adicionalmente a través de carteros rurales o mediante la suscripción de acuerdos que habiliten la retirada de efectivo en establecimientos como ayuntamientos o comercios,

De esta manera, este acuerdo servirá para cubrir una carencia que afecta a un 2% de la población riojana, que se reparte en cerca del 40% de los 174 municipios que no  disponen de ningún punto de acceso.

Según recoge el Informe sobre la Inclusión Financiera en España, desarrollado por el Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económica), que se tomó como base para este acuerdo, los riojanos que no tienen servicios financieros se encuentran entre los que menos distancia tienen que recorrer para acceder a uno,  4,6 kilómetros;el 64,6% de quienes deben desplazarse cuentan con un punto bancario a menos de 5 kilómetros.

Banca Móvil. Pero son los servicios de banca móvil los que palían las carencias de un servicio que afecta a los municipios más pequeños y con población más envejecida y, en general, ajena a la banca electrónica, aunque en La Rioja -a diferencia de gran parte de provincias españolas- no hay ningún municipio con más de 500 habitantes que carezca de servicios de banca.

Así, CaixaBank, que adquirió Bankia, entidad donde se integró la antigua Caja Rioja, posee dos líneas de ofimóvil, que se desplazan a 77 localidades en riesgo de exclusión financiera tras sumar en agosto 21 municipios.

En estos pueblos, de los que en  47 es la única oficina financiera, residen unas 19.000 personas, donde las ofimóviles  permiten a los usuarios, sean o no clientes de la entidad financiera, realizar las operaciones más habituales como retirar efectivo, realizar ingresos y pagar recibos e impuesto.

La directora de la Territorial Ebro de CaixaBank, Isabel Moreno, destacó «la importancia de la colaboración con el Gobierno de La Rioja y los Ayuntamientos de las localidades para poder prestar servicios financieros a más habitantes de municipios pequeños». 

«Esta ampliación del servicio reafirma el compromiso de la entidad en la lucha contra la exclusión financiera», remarcó Moreno sobre un servicio que cuenta con dos rutas y recorre 5.900 kilómetros al mes.

La otra entidad bancaria que ofrece esta prestación es Ibercaja, que presta servicios en 35 localidades tras incorporar cuatro este año,  todos con menos de 500 habitantes. El autobús en el que se ubica la oficina móvil está dotado con los mismos soportes técnicos que el resto de la red de oficinas del banco y cuenta también con un cajero automático con el objetivo de que, «a pesar de los reducidos volúmenes de residentes y por tanto de negocio bancario existente en estas poblaciones», permite asegurar el servicio a sus clientes.

El director territorial de Ibercaja en La Rioja, Burgos y Guadalajara,  José Ángel Pérez, argumenta que el proceso de concentración bancaria en España «ha exigido a todas las entidades mejorar su eficiencia para poder ser competitivos y eso ha conllevado el cierre de muchas oficinas y la apuesta por la digitalización de los servicios de atención al cliente». 

Ibercaja se ha sumado al  servicio Correos-Cash de forma que, a través de la app de banca móvil, se puede enviar y recibir dinero en efectivo en las más de 4.600 oficinas de Correos habilitadas con este servicio o, si se prefiere, en el domicilio que se designe. Explica que amplía así a todo el territorio sus servicios de efectivo, al poner a disposición de sus clientes otros puntos adicionales de atención, complementarios a sus oficinas.