El Instituto de Estudios Riojanos (IER) ha vivido cambios en su gerencia en el último mes. Diego Iturriaga dimitió de su cargo el 4 de septiembre, y días más tarde fue sustituido por la ex concejala del Partido Popular en Logroño, Penélope Ramírez (29/11/1978), quien ya formó parte de esta entidad como directora del área de historia y cultura popular.

Ramírez ha recibido a El Día de La Rioja en su despacho, un espacio amplio dividido en dos zonas. Una de ellas ocupada por dos sillones y un sofá blanco, acompañados de una mesa. Sentada en uno de los sillones, se ha mostrado cercana durante toda la entrevista, relajada y en ocasiones divertida en algunas de sus respuestas. Aunque nada más empezar, se le ha torcido el gesto al recordar con cariño al catedrático de Historia Moderna de la Universidad de La Rioja, José Luis Gómez Urdañez, fallecido de manera repentina el pasado miércoles.

¿Fue una sorpresa que le llamaran? ¿Cómo recibio la noticia?

Lo primero que pensé cuando me llamaron y me ofrecieron el puesto fue que volvía a casa, ya que he sido investigadora de este instituto desde los 19 años. Es una casa que conozco bien, además de a gran parte de su personal. Lo primero que me dijo el guarda de seguridad cuando entré por la puerta fue «Bienvenida a casa, Penélope». No te puedes imaginar la alegría que supone para mí. 

¿Qué tal ha sido el primer mes? ¿Ha tenido una buena adaptación?

Llevo un mes y seis días. Prácticamente acabo de aterrizar y ahora me toca analizar, ya que es importante siempre hacer un estado de la cuestión. En base a esto, toca ponernos a trabajar por el buen funcionamiento de la institución y para que se mantenga y progrese todo como es debido. 

Acaba de aterrizar, pero ¿tiene algún proyecto que quiera empezar a desarrollar?

Mi cargo implica el buen desenvolvimiento de las actividades dentro del IER, es decir, es una gerencia. Tenemos un Consejo Académico que es quien programa las actividades aunque siempre se puede sugerir algún asunto. Realmente lo que tenemos que hacer es una gestión buena y transparente de los fondos públicos, de manera que revierta a la sociedad riojana. Yo creo que tengo que fomentar las relaciones entre instituciones, generar un buen clima y que el IER se sienta tratado como se merece, no como en épocas anteriores. 

¿Qué ha querido decir con esa última frase?

El IER fue ocupado por la Consejería de Igualdad, Participación y Agenda 2030, que modificó por completo toda la distribución de esta institución, lo que implicó que salieran las fundaciones Práxedes Mateo Sagasta y San Millán. También teníamos la gerencia y la zona de los técnicos unidas, pero ahora y hasta que se pueda volver a distribuir debidamente, tenemos que andar por teléfono y subiendo y bajado escaleras. De hecho, hubo un manifiesto firmado por más de 300 investigadores y personalidades de la cultura, en protesta de lo que se estaba haciendo con el IER. Incluso se llegó a sopesar el hecho de sacarlo de aquí. Cuando estuve como concejal en Logroño protesté sobre ello.

Por otro lado, si tuviera que explicar cuál es la finalidad de la esta institución a un ciudadano de fuera, ¿cómo lo haría?

Esta institución está centrada en el estudio y divulgación de la temática riojana, y la conservación de archivos. Tenemos un servicio de biblioteca compuesta por un fondo visual y 255 revistas históricas. 

¿Cuántas publicaciones se hacen cada año?

Publicamos unas 20 obras entre monografías y revistas propias. El instituto esta dividido en cinco áreas: Historia y Cultura Popular, Patrimonio, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y Filología. Cada una de estas tiene un director y este se ocupa de los planes de investigación que se conceden a los investigadores. 

¿Cuántos investigadores colaboran con el IER?

Tenemos 339 que abarcan todas las disciplinas y todas las edades. Eso es bueno porque todos aportan.

Como investigadora, ¿sigue ejerciendo y publicando?

Edité y colaboré en un capitulo sobre un libro de historia local de Tudelilla. Además, me doctoré en prensa, propaganda e imagen, y he publicado en revistas y congresos. Aun no me he cortado la coleta porque sigo dando conferencias y me siguen llamando pero la labor de horas que requiere la investigación no me daría la vida ahora mismo.

Si un ciudadano quiere ser investigador, ¿cómo tendría que hacerlo?

Tienen que rellenar unos impresos y decir sobre que le gustaría dedicar su investigación de forma razonada. Estos papeles pasan por el Consejo Académico, y una vez aceptado, dependiendo el estudio que vaya a realizar, se le incluye en una de las cinco áreas. Es muy fácil y no es costoso. 

La promoción de las publicaciones es importante para que la sociedad las conozca. ¿Cómo lo vais a hacer? 

La promoción se hace a partir de las propias actividades que organiza el IER, el boca a boca y las redes sociales, que las vamos a adaptar a las nuevas publicaciones y actos. 

Por último, ¿la ciudadanía verá a Penélope Ramírez en Tik Tok? 

Pues no lo sé pero es cuestión de pensarselo. Estamos abiertos a la innovación. Yo me lo pasaría bien.