"Si acertara todo, Warrent Buffet sería un angelito a mi lado"

R. BRIONGOS
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El fundador de Naturhouse y presidente de la Unión Deportiva Logroñés repasa en una amplia entrevista su trayectoria empresarial y sus proyectos futuros

El fundador de Naturhouse y presidente de la UDL, en un momento de la entrevista - Foto: JUAN LÁZARO

Habla claro y no se esconde. A pesar de que se ha ganado el derecho a mantener una vida relajada, no sabe vivir sin la adrenalina de los negocios y sus colaboradores más cercanos siguen haciéndole llegar propuestas de inversión que, tras su análisis, aprueba o descarta no solo fijándose en lo que dicen los números, sino también en lo que le dicta su olfato. No olvida sus raíces y después de vivir en Barcelona, Madrid y Marbella, asegura que va a pasar más temporadas en Logroño. «Es el único sitio que no me trae recuerdos de mi mujer», enfatiza. Ella fue el apoyo imprescindible en los inicios y se emociona hasta el llanto con solo nombrarla.

 

¿Tiene 76 años y un imperio que rueda ya por sí mismo. ¿Qué le impulsa a seguir cada día en la brecha?

Es que los emprendedores no sabemos parar, nos gusta estar siempre activos, hacer cosas. Lo llevamos en el ADN. Hubo un tiempo en el que me dedicaba a jugar al golf, pero me aburría. El trabajo es lo que más me motiva, lo que más me llena.

¿Y cuál es el próximo objetivo que tiene en mente?

Pues ahora estamos metidos con una bodega en La Rioja, que tenía problemas y la estamos levantando. Ya estamos preparados para vender vino a Polonia y a otros países y la estamos haciendo crecer. También me he metido como inversor en una televisión, Distrito TV, que quiere educar al ciudadano. No puede ser que se conozca más Sálvame que Inditex. Vamos a hacer que se reconozca más a los empresarios, que ahora están muy vilipendiados, al contrario que en Estados Unidos.  

Ha decidido invertir en una bodega cuando la DOCa Rioja no pasa por sus mejores momentos…

Rioja es la marca y todo lo demás son apellidos. Los políticos a veces crean problemas donde no los hay; crean fronteras, que es un error. Mi bodega está en Rioja Alavesa, pero eso para mí es La Rioja, si está a 7 kilómetros de La Rioja, si los trabajadores viven en Logroño... ¿Vamos a poner una frontera en el Ebro?

El problema más acuciante ahora es la existencia de un excedente de vino que hay que eliminar.

A los empresarios si les dejan y les ayudan sabrán solucionarlo. Y no hablo de ayudas económicas, sino de darles herramientas y plataformas para poder exportar. En La Rioja tenemos un aeropuerto maravilloso pero infrautilizado porque no se ha sabido gestionar. Si lo hubiera cogido un empresario privado habría llegado a acuerdos con Ryanair para traer turistas los fines de semana que llenen hoteles y bodegas.

Dice que en su bodega ha llegado a acuerdos para vender en Polonia y otros países.

Yo ya estoy montando en Estados Unidos el número de importador, que es el primer trámite imprescindible. Una vez que lo tienes, luego ya puedes buscar 20 distribuidores para vender. Hay que crear estructuras comerciales, y esto es lo que falta.

Habla de internacionalización ¿qué le parece la decisión de Ferrovial de trasladar su sede social a Holanda?

Esto es libre. El empresario va a buscar en primer lugar la seguridad jurídica, cosa que aquí en España ahora, así, así. Después, por motivos económicos, si hay países que favorecen más la inversión es lógico que vayas a ellos. Me acusaron de dejar Barcelona y venir a Madrid por los impuestos. Si ese hubiera sido el motivo me hubiera marchado a Irlanda, donde también tengo empresas.

¿A qué achaca ese maltrato que dicen recibir los empresarios aquí?

Es una cultura del país y los medios de comunicación también influyen.  Los medios viven de espaldas a hispanoamérica. Nos han puesto una leyenda negra y no hemos sabido rebatirla, cuando en realidad la crearon los ingleses y los holandeses. En el tema de los empresarios, lo mismo. Tenemos empresas como Inditex por las que nos conocen en todo el mundo y aquí critican a su propietario cuando concede ayudas.  

El fallecimiento de su mujer, que estuvo a su lado desde el inicio ha supuesto un duro golpe ¿Qué es lo que más echa de menos de ella?

Lo siento pero de eso no puedo hablar todavía. Es demasiado pronto (se emociona).

En noviembre decidió dar un paso atrás y nombró directora general de Naturhouse a Patricia Sáez, pero apenas ha durado cinco meses en el cargo. ¿Tan exigente es ese puesto?

Es muy duro porque son muchos países y ella misma se dio cuenta de que no podía gestionarlo. Yo también me equivoqué, porque a veces en situaciones anómalas no piensas con la cabeza. Mi éxito siempre ha sido la promoción interna, pero no me di cuenta de que el futuro de la compañía estaba dentro. Había un director general en Italia que empezó de cero y tenía un éxito apabullante. Se lo planteé y enseguida aceptó. Es una persona muy respetada, porque tiene 20 años de experiencia y ha sido capaz de levantar toda la estructura en Italia desde cero. Metí la pata hasta el fondo buscando a alguien fuera.

¿Cree que esa es otra característica del buen empresario, saber reconocer los errores y rectificar a tiempo?

Eso es muy importante. Si hubiera acertado en todo lo que he hecho, Warrent Buffet sería un angelito a mi lado. Lo que te enseña es el fracaso. Por mucho éxito que tengas tienes que trabajar todos los días y no creértelo.

Quedan ya pocos países por conquistar para Naturhouse ¿Dónde ven más posibilidades de crecimiento?

Quedan muchos. Estamos con China, que está costando mucho. Con India, que es muy importante y puede ser el futuro. Son muy listos.

Supo desde el principio que tenía que diversificar, así montó tiendas en lugares muy distintos entre sí. ¿Ha sido eso lo que ha permitido el desarrollo de Naturhouse?

Ese fue un estudio de márketing prioritario que es imprescindible en cualquier negocio. Naturhouse es un sistema inventado de la conjunción de tres empresas: White Watchers, Herbalife y GNC, las tres americanas. El mercado de los productos dietéticos está mucho más avanzado en Estados Unidos. En la década de los 70 allí ya suponía el 1% de la alimentación, cuando aquí no pasaba del 0,5 de la farmacia. Eso tiene una explicación muy simple: el norteamericano no puede ponerse enfermo porque si no, no cobra. Y si se pone enfermo, los médicos son muy caros y las medicinas también. Por eso consume muchas vitaminas.

¿Cómo está afectando la inflación desbocada a las ventas? El año pasado Naturhouse sufrió una importante caída de beneficios.

Estamos pasando momentos muy difíciles desde la pandemia. Nuestro sistema se basa en franquicias, que son empresarios individuales: si tienen que cerrar tres meses, al final bajan la persiana porque no les da. Eso nos provocó muchos cierres de tiendas. Y luego las crisis económicas nos afectan mucho, porque si la gente no tiene para comer, cómo va a pensar en adelgazar. Nosotros hemos crecido gracias a la internacionalización de la compañía. Por eso ahora esperamos que si abrimos en más países volvamos a crecer. Y luego está la diversificación. Nosotros tenemos negocios en sectores muy distintos. La gama se basa en lo que dicen los grandes gurús de los negocios: un tercio en inmovilizado, otro en realizable, donde tenemos hoteles, bodegas, empresas de cosmética... y el último en cash. Aquí donde estamos es la sede del family office, que antes era la embajada de Dinamarca. Esto lo montó mi hijo y fue la primera salida que hicimos fuera de Cataluña.

¿Se plantea volver a Cataluña?

Cataluña no está bien. Cada vez que voy a Cataluña vuelvo disgustadísimo por la situación.

¿Se refiere a que está mal socialmente, económicamente o políticamente?

A todo. Es un desastre económicamente y hay mucha inseguridad. Hay unos dirigentes políticos muy malos y la burguesía catalana se ha dormido. Yo intenté cambiar la situación y ayudé mucho a Manuel Valls para que fuera alcalde de Barcelona, pero desgraciadamente tenemos de alcaldesa a la Colau, que no ha gestionado nada en su vida. Su oficio es ser okupa. Imagine si en vez de tener a Colau, hubiéramos tenido a Valls… pero la gente no lo supo entender. Los resultados fueron muy malos.

¿Cómo ve la economía española? Algunos auguraban la llegada del apocalipsis, pero España no está mal desde el punto de vista económico.

Pero tampoco está bien. El gran problema que tenemos en España son los políticos. No están a la altura, porque ahora para ser político no se  exige nada. La primera empresa de España es el Estado, y si esa empresa la maneja gente que no tiene ni curriculum ni experiencia ¿cómo nos va a ir?

Si estuviera en su mano ¿cuál sería la primera medida que adoptaría en el plano económico?

Quitar la intervención tan importante que existe en este momento. La economía tiene que ser libre o no funciona. Si los españoles no nos damos cuenta de que dejamos que dirijan nuestros designios gente sin formación vamos mal. En Francia por lo menos les hacen pasar por la escuela.

¿Con qué Gobierno ha sentido más reslpado como empresario?

La derecha siempre favorece un poco más al empresario, pero no es cuestión de partidos, sino de personas. Yo tengo un alcalde en Estepona que es del PP, pero es que es buenísimo, y claro el pueblo prospera,  Y ha habido alcaldes de izquierdas también muy buenos, como Paco Vázquez en La Coruña. Las alcaldías son muy importantes y tenemos que votar por las personas, no por las siglas.

Usted proviene de una familia humilde y tuvo que pelear mucho ¿cómo lleva que ahora el sueño de muchos jóvenes sea ser funcionarios?

Ese es uno de los problemas que tenemos. Hay que favorecer el emprendimiento, que pase como en Estados Unidos, que dos chavales en un garaje son capaces de montar una empresa que se convierte en una multinacional. En Cataluña era así antes. Cuado llegué en 1966 la gente era emprendedora, ahora todos quieren ser funcionarios de la Generalitat. Así nos va.

Es perseverante. ¿Cómo lleva la batalla legal por la venta del Banco Popular, por la que perdió 45 millones?

Ahí estamos. Como Europa nos dijo que no podíamos hacer nada por la vía civil, hemos emprendido la penal. Yo era accionista. A mi me quitaron el derecho de ir a una ampliación de capital. Los únicos que pueden cerrar una empresa son los accionistas. No poner a un señor como pusieron para hundirla.

¿Se refiere a Ron?

No, a Saracho. Ron era un mal gestor y engañó, algo que el responsable de una empresa que cotiza en Bolsa no puede hacer. No se puede comprar un banco al contado, como hizo con el Pastor, que lo hizo a pulmón. O pagar dividendos que no se ganaban engañando al accionista, que pensaba que era un banco brillante. Luego contrataron a Saracho, que cada vez que hacía una declaración hundía la acción. Ahí se orquestaron muchos intereses y por eso hemos iniciado la vía penal y ahí estaremos.

Una lucha larga en el tiempo.

Es igual. Hay que seguir. Con las injusticias hay que luchar hasta el final.

¿Tiene en mente invertir más en La Rioja?

Bueno, si hay ocasiones yo siempre estoy abierto a invertir en mi tierra. En bodegas no, que ya tengo una. Cuando la subamos, ya veremos.

¿Y a nivel económico, qué le falta a La Rioja?

Lo que tiene que hacer es fijarse en lo que hacen en otros sitios y copiar. El Valle de Napa es más pequeño que La Rioja y tiene un PIB cinco veces superior. Y con menos producción de vino, pero con infraestructuras, eso sí. Y luego diversificar, con el vino, pero también con su magnífica agricultura. No mandar productos fuera, sino elaborarlos aquí. Pero La Rioja actual no tiene nada que ver con la que dejé en 1966. Eso sí, entonces era la sexta provincia de España en renta per cápita y ahora no estamos ahí.