Es el presidente de la Unión Deportiva Logroñés, equipo que el domingo (la entrevista se hizo elmiércoles) puede estar matemáticamente descendido a Segunda RFEF. ¿Por qué alguien que triunfa en los negocios no puede hacer lo mismo en el ámbito deportivo?
Las casas hay que empezarlas por los cimientos, no por el tejado. De ahí vienen los problemas del fútbol en Logroño. La verdad es que a mi Logroño no me daba buenas vibraciones, porque yo venía a enterrar a mis padres y a mi hermano. Pero un día me llamó Tomás Santos pidiendo que les echara un mano con el balonmano y decidí esponsorizarlo. Después vino el voleybol femenino hasta que un día me pidieron que rescatara el Logroñés. Mandé a un financiero y vimos que aquello era un desastre. Era una SAD que no había presentado balances en cuatro años. Y debía a Hacienda y a la Seguridad Social más de 12 millones. Hice una oferta de tres millones por el club a cambio de que la deuda se saneara pero no me la aceptaron.
A pesar de ello, el fútbol siguió cruzandose en su vida.
Un día vinieron dos personas del Varea pidiéndome ayuda porque el club tenía que jugarse el ascenso a Segunda B en Badajoz y no tenía ni para el viaje. Les di 10.000 euros a cambio de publicidad y ascendieron, pero no tenían presupuesto para jugar en esa categoría. Entonces pedí a dos amigos, José Luis Bermejo, que había sido alcalde, y al delegado de Defensa Joaquín Bermejo que me echaran una mano. Ninguno de los dos tenía ni idea de futbol pero nos embarcamos. Desde entonces hemos estado jugando de prestado en todos los sitios. Primero entrenábamos en un campo al lado de Lardero en el que se lesionaban los jugadores.
Ahora tienen ya una Ciudad Deportiva.
Es que se habla ahora del éxito del Villarreal o del Osasuna, pero no se dice nada de las maravillosas instalaciones propias que tienen. Es cierto que logramos subir a Segunda A, pero no venían jugadores porque no teníamos instalaciones propias.
¿Y este año?
Bueno, ha habido un cúmulo de errores. Yo he estado muy alejado del tema y vamos a bajar, seguro, pero ahora vamos a empezar a construir desde abajo, con bases sólidas. Pero aunque quedemos en puestos de descenso tenemos aún perspectivas. El Intercity debe cinco millones de euros y va a desaparecer y por eso tenemos que aspirar a tener opciones de cubrir esa plaza. Para ello tenemos que tener a tres equipos por debajo.
¿Cómo van a planificar la próxima temporada?
A mi lo que me interesa es que se potencie el fútbol base, porque es de ahí de donde van a salir los jugadores para el primer equipo. Que los jugadores que salgan de Logroño puedan quedarse a jugar aquí, no tengan que irse a otros sitios. Y tenemos una residencia donde pueden alojarse los que vengan de fuera.
¿Vamos a ver muchos cambios en el plano directivo y técnico?
Va a haber un cambio total. Ahora mismo, el único sitio en el que no tengo recuerdos de mi mujer es Logroño, porque a ella no le gustaba venir. Yo ahora vengo, tengo un hotel que es nuevo, y soy feliz. Tengo que atender al club y a la bodega y voy a pasar más tiempo en Logroño. Voy a poner una junta directiva más eficiente y espero que el Ayuntamiento me dé ya los permisos para que los equipos puedan jugar en la ciudad deportiva.
¿Ve viable una fusión con la SDL para que Logroño tenga solo un equipo pero más potente?
Es muy difícil. Diría que ahora ya imposible. Nosotros tenemos un patrimonio de varios millones de euros y ellos son un equipo de aficionados. Qué lo han hecho muy bien, ojo, y que es bueno que exista. Pueden coexistir dos equipos diferentes en una ciudad. La SDL es una sociedad de amigos y mientras no se peleen entre ellos puede funcionar. Nosotros somos una Sociedad Anónima Deportiva. Ya me gustaría que viniera un empresario y me ayudara.
¿Se ha planteado vender el Club?
Yo tengo el 99% de las acciones. Estoy dispuesto a desprenderme del 49%, y le dejo mandar a él. Mucha gente se ha interesado, pero lo que pasa es que quieren comprarlo todo y eso no.
Siempre defiende su origen riojano, ¿Se siente querido en La Rioja?
Yo me siento querido en muchos sitios. Incluso en el Valle de Valdivielso, en Burgos, que es donde nací porque mi madre quiso dar a luz en la casa de mi abuela.
¿Y se siente reconocido?
Yo no necesito que nadie me reconozca nada. Tenemos que hacer bien social y ayudar a quien lo necesita pero no por el reconocimiento.