El día de la marmota

Gonzalo Ortega
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La SD Logroñés no compite en su primera visita a El Toralín y cae con un contundente 3-0 en un choque que quedó resuelto en el primer cuarto de hora, donde los bercianos anotaron los tres goles

Los jugadores locales celebran uno de los tres goles. - Foto: SD Ponferradina.

El objetivo era claro antes de saltar al césped de El Toralín: una victoria que diese la vuelta a la mala dinámica de resultados que atravesaban los blanquirrojos y un cambio de chip de cara al tramo final de la temporada. Un plan cuya duración ha sido de cinco minutos y que ha terminado con una nueva derrota de la SD Logroñés ante la Ponferradina que les deja mucho más tocados en lo anímico y, sobre todo, más hundidos en la clasificación.

Con las bajas de Ezkurdia y Cova por sanción y las de Manny y Aurtenetxe por lesión, Larrazabal ha optado por Michael Conejero para ocupar el lateral derecho, con Paredes en el carril opuesto, Murua y Trespalacios como dupla de centrales y Uriol bajo palos. En el centro del campo, Castellano, Miceli y Garrido para conectar con Óscar Fernández en el extremo derecho, Ferni en el zurdo y Jordi Escobar en punta.

Ha comenzado el partido y la primera llegada de los locales ya ha entrañado peligro. Centro por banda diestra y remate de Andoni López que ha obligado a intervenir a Uriol con una gran mano para despejar su testarazo a saque de esquina. Primer aviso. No ha habido más. En esta acción posterior, Kevin Sibille ha entrado al corazón del área como una exhalación en el córner botado por Clavería y, con un inapelable cabezazo por la escuadra, ha anotado el primero en el minuto cinco.

Un golpe directo al mentón que ha sentado fatal a los blanquirrojos, a quienes se les había trastocado por completo su planteamiento y, sin soluciones, han sido incapaces de frenar las constantes acometidas de la Ponferradina, cómoda con balón y acumulando disparos sin oposición de su rival. Hasta tres disparos han realizado los bercianos (Clavería, Igbekeme y Andoni López) antes de encontrarse con el segundo. En un centro raso desde el carril izquierdo,  ha sido Murua quien, en su intento de despeje, ha introducido en su propia portería un balón que ha confundido a Uri, que solo ha podido mirar como el esférico besaba el fondo de la red. Habían pasado tantas cosas, todas ellas en contra de los blanquirrojos, que parecía imposible que 'solo' fuera el minuto 10. Al igual que en Las Gaunas contra este mismo rival, la SD Logroñés perdía por dos goles en los primeros diez minutos.

Ha ido a peor. Clavería, después una conducción de muchos metros por el carril central, ha visto el desmarque había tirado Samuele Longo a la espalda de Trespalacios para acabar definiendo con precisión de cirujano ante la salida del guardameta visitante. Minuto 15 y 3-0, que podían haber sido hasta tres más hasta el intermedio de no haber sido por fallos en la definición o porque el colegiado madrileño haya anulado un gol por mano, aunque las imágenes han demostrado haber sido legal. Al descanso, los blanquirrojos perdían por 3-0, en un calco al partido disputado en la capital riojana, convirtiendo a la SD Logroñés en protagonista del día de la marmota.

No ha habido segunda mitad. Mejor dicho, lo que ha habido han sido 45 minutos más de partido, en los que ha ocurrido poco o prácticamente nada que reseñar. La Ponferradina se ha convertido en dueña y señora del partido y ha manejado los tiempos, y la posesión, para dormirlo ante una SD Logroñés plana, sin ideas ni respuestas que le pudieran meter en el partido. El pozo está más hondo todavía y la situación, con una jornada menos por disputar, ha empeorado: nueve son los puntos que tendrá que recortar (de 18 por disputar) si quiere permanecer en la categoría de bronce del fútbol español.