La Rioja registra 32 delitos cada día

R. Muro
-

La estadística de Interior refleja un aumento del número de delitos del 22% en el ámbito de la Comunidad autónoma en relación a 2019, antes de las restricciones impuestas en pandemia. La sensación de seguridad pierde enteros

Labores de búsqueda en la casa y el terreno del sospechoso de la desaparición de Javier Ovejas. - Foto: Guardia Civil

La sociedad riojana se ha conmocionado demasiadas veces en los últimos años con casos que tiñen de negro una crónica de sucesos más acostumbrada a la calma que a la propia conmoción. Más allá de casos como el de la niña Carolina, el pequeño Álex o el asesinato de Cuzcurrita, el de Viniegra o la desaparición del joven de Entrena, entre otros, la sensación de seguridad pierde enteros entre las noticias de robos en viviendas y empresas, agresiones de tinte sexual o la incautación y desmantelamiento de puntos de venta de droga. La sensación en la calle, ajena a lo que dictan los datos oficiales, es que la inseguridad crece. Y los datos corroboran las sensaciones aunque  los expertos consideran que la inseguridad no solo depende los datos sino también de «fuentes de información no profesionales como pueden ser las redes sociales».

En cualquier caso, La Rioja registró en 2022 un incremento histórico de la criminalidad, en buena parte debido al incremento de la ciberdelincuencia, con un repunte del 33% sobre 2021 y de un 22% si se toma como referencia el año 2019, antes de las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia del covid-19. Fueron en total, 11.797 infracciones penales las registradas en 2022, es decir, 32,3 cada día.

Entre ellos, se tuvo conocimiento de 101 delitos contra la libertad sexual, 12 de ellos por casos de violación con penetración. Dicho de otro modo, un delito sexual cada tres días y medio. Por otro lado, se produjeron 709 robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, es decir, casi dos casos de este tipo de delito cada día en el ámbito de la Comunidad autónoma. Por su parte, las Fuerzas de Seguridad contabilizaron hasta 98 delitos por tráfico de droga, un homicidio consumado y otros ocho en grado de tentativa.

Con estas cifras sobre la mesa, La Rioja fue la región española que más incrementó porcentualmente el número de delitos y por tanto, no sorprende a los expertos que la percepción de inseguridad crezca. Ahora bien, con matices.

En el caso de los delitos contra la libertad sexual, Juan Cruz Rada, experto en psicología educativa y miembro de la junta directiva del Colegio Oficial de Psicólogos de La Rioja, cree que se ha conseguido que «se denuncie más». Es decir, al margen de que hayan aumentado los casos de agresión sexual, existe una mayor conciencia por trasladar este tipo de delitos a los tribunales. En el caso de las agresiones sexuales cometidas por jóvenes, los expertos coinciden en apuntar, entre otros motivos, a un concepto del sexo no basado en el respeto, así como a un excesivo acceso a la pornografía. 

Factores sociales. Rada relaciona también el incremento de las adicciones, tanto del consumo de droga, fundamentalmente marihuena, como de alcohol y del juego, con el aumento de delitos más enfocados a la necesidad de dinero. En este sentido, se dan dos circunstancias que caminan en paralelo pero que pueden incidir ambas en un incremento de la criminalidad. Por un lado, caer presa de una adición requiere de ingresos económicos para poder mantenerla, argumenta el experto en Psicología Educativa. Por otro lado, el estado de inhibición que generan tanto las drogas como el consumo de alcohol puede derivar  en la comisión de determinados delitos. Situación que pueden manifestarse en jóvenes, pero también en adultos.

También se refiere Rada a los contextos de crisis y de pérdida de poder adquisitiva en general. «Hay gente actualmente que ni trabajando es capaz de llegar a final de mes y en lugar de buscar ayudas digamos que legales, opta por una solución rápida», es decir, robos. Un tipo de delincuencia vinculada directamente al concepto de pobreza.

También existe una delincuencia motivada por el consumo, o más bien, por el desenfreno de consumismo que también crece en el seno de la sociedad y de la que La Rioja no es ajena. «Gente de estratos sociales que no puede acceder a una determinada moto, a una determinada bicicleta o a un teléfono móvil en concreto» y optan igualmente por la vía rápida a la que alude Rada. Considera Juan Cruz Rada que existe cierto déficit en la puesta en marcha de mecanismos de prevención de la delincuencia. «Es algo que se ve en los centros educativos con problemas de convivencia y la falta de cumplimiento de las normas pero que también se manifiesta entre los adultos». 

Por otro lado, está «la delincuencia profesional que ya es cosa de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado», señala el miembro de la junta directiva del Colegio de Psicólogos de La Rioja. Diferentes factores como la sobreinformación, una errónea elección de los canales informativos, una mayor conciencia por la denuncia, el consumismo, la pérdida de poder adquisitivo, la pobreza y la falta de prevención conforman, según los expertos, la tormenta perfecta para que aumenten los delitos y crezca la sensación de inseguridad.