El director de Arquitectura pide denegar la licencia a Bosonit

G.B.
-

El alto funcionario del Ayuntamiento ve «nocivo» el edificio para la visión del centro histórico y dice que oculta la perspectiva de Palacio y San Bartolomé

Imagen de la parcela en la calle Marqués de San Nicolás 20, donde la compañía tecnológica proyecta su sede. - Foto: Óscar Solorzano

«Anómala tramitación», proyecto «nocivo», «aberración urbanística», «exabrupto», «brutalismo», «icono publicitario de un interés privado», «personalismo insolidario»...No es frecuente leer expresiones tan rotundas en informes técnicos, pero son algunos de los epítetos que le dedica el director general de Arquitectura, Regeneración Urbana y Vivienda del Ayuntamiento de Logroño, Jesús María González Menorca, al proyecto de la empresa Bosonit para construir su sede y un centro de alta tecnología en el número 20 de la calle Marqués de San Nicolás. 

En un demoledor informe, González Menorca, el funcionario de mayor rango del área municipal de Arquitectura, desgrana un sinfín de argumentos para emitir un dictamen desfavorable al proyecto de Bosonit, actualmente en periodo de exposición pública en el Ayuntamiento, un trámite previo a la concesión de licencia de obras.

En su escrito, de 28 páginas y fechado el 30 de marzo, este arquitecto municipal concluye con la recomendación al Ayuntamiento de denegar la licencia al proyecto básico de oficinas y residencia promovido por Bosonit, entre otras cosas por su altura e impacto visual sobre las iglesias de Palacio y San Bartolomé y el Camino de Santiago. 

«La altura y el volumen propuesto, añadido al empleo de los materiales seleccionados y a su composición, no se ajustan a las bases de prudencia y sensibilidad que deben acompañar a la actuación arquitectónica en este entorno tan sensible del patrimonio cultural», asegura González Menorca, que recuerda que el proyecto se enmarca en el centro histórico de Logroño, declarado Conjunto Histórico de Interés Nacional en 1972, y se sitúa en el ámbito de protección del Plan Especial del Camino de Santiago, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.   

El técnico va más allá y califica el proyecto Bosonit como «nocivo» para la contemplación del conjunto histórico de la ciudad y añade que la volumetría del edificio «oculta y modifica la escala y las perspectivas de las iglesias de San Bartolomé y Santa María de Palacio».

Como expone en el escrito, Jesús María González Menorca comparte las conclusiones del informe técnico que emitió el Servicio de Conservación y Promoción del Patrimonio Histórico Artístico, dependiente del Gobierno de La Rioja, que apuntaba que el proyecto no se ajusta a la legalidad por plantear un edificio «ajeno a su entorno ambiental». Aquel informe se presentó en julio de 2022 en la reunión del Consejo de Patrimonio y tuvo el respaldo de los representantes del Colegio de Arquitectos y del Instituto de Estudios Riojanos, pese a lo cual ese órgano, en el que también hay representantes políticos, dio el visto bueno a la modificación del Plan General de Urbanismo.

El funcionario municipal, que también recuerda los recelos de la Academia de Bellas Artes de San Fernando al proyecto, hace suyas conclusiones del informe de técnicos de la Administración regional y señala que el volumen del edificio de Bosonit «está próximo a duplicar la altura de las edificaciones existentes y altera el ambiente protegido en que se ubica, rompiendo la estructura urbana histórica».

Además, el director general de Arquitectura pide al Ayuntamiento que actúe de oficio para revisar esta actuación urbanística y encargue un informe jurídico a su Asesoría y a la Secretaría General para determinar si existen defectos de forma, ante la manera en que se ha tramitado la modificación del Plan General y los informes que advierten que incumple la legislación de patrimonio.

Intereses particulares. Al hilo de esa modificación, reflexiona sobre lo que considera «resucitar los intereses neoliberales del capital» y agrega que se sobre ponen «intereses particulares sobre los colectivos», al tiempo que habla de «desaprensiva conducta que sustenta la aberración urbanística».

El alto funcionario no repara en calificativos contrarios a la propuesta arquitectónica de Bosonit. Como cuando asegura que el alzado norte del edificio es «la culminación del exabrupto propuesto, sin intención alguna de integración con su entorno» y añade que su intención es convertirse en «icono publicitario de un interés privado».

El siguiente paso oficial de cara a que el Ayuntamiento decida sobre la licencia de obras será el estudio del proyecto en el Consejo de Patrimonio de la Comunidad, con la duda de si se analizará el escrito de González Menorca. En su día, el arquitecto  pidió explicaciones sobre otro informe suyo sobre la modificación del Plan General que no fue sometido a opinión del Consejo.

 

Un arquitecto  del 'star system'

El director de Arquitectura del Ayuntamiento de Logroño relaciona lo que él califica como proyecto presentado «bajo la firma de un estudio de arquitectura del star system», en referencia al japonés Kengo Kuma, con la táctica de muchos políticos en los albores de la democracia de recurrir a arquitectos estrella de renombre internacional para contrarrestar posibles críticas. González Menorca cuestiona también «la composición original, novedosa y de diseño exclusivo» con que se presenta  un proyecto que, como indica en su informe, suscriben los arquitectos Daniel Lozano y Guillermo Dobato y que aparece «sellado con el anagrama de Kengo Kuma&Associates+Javier Villar Ruiz». El funcionario logroñés indica que la escalera, el tratamiento de piedra de la piel de fachada y la fachada tecnológica del patio  que plantea el edificio, entre otros elementos singulares, guardan similitud con otras obras de Kuma en Ginebra, Japón, Italia y China.