La firma SSE Renowables ya ha iniciado la obra civil de los que serán los futuros parques eólicos de Jubera I y Jubera II a pesar de que el proceso judicial concluirá, aun sin fecha, en un Tribunal Supremo (TS) que deberá dictaminar si echa atrás ambas infraestructuras o, si por el contrario, da luz verde a la iniciativa. El proyecto, a pesar del inicio de los trabajos y de la adecuación del entramado de caminos que habilitan el acceso a los terrenos adquiridos por la compañía, descansa actualmente en la sala de lo Contencioso-Administrativo después del recurso de alzada planteado por la Plataforma por el Progreso Sostenible de las Tierras Orientales de La Rioja, integrada por varios municipios de la zona.
El proyecto, tras su adquisición a Siemens Gamesa, tiene prevista la instalación de once aerogeneradores de unos 200 metros de altura en la localidad de Santa Engracia del Jubera pero en el límite de Ventas Blancas y Galilea. Dicho de otra forma, los 89 kilómetros cuadrados que conforman el término municipal juberano permiten que el impacto visual recaiga sobre Ventas e incluso sobre Galilea y ni siquiera se vea desde Santa Engracia. Es decir, desde la Plataforma alegan que «la pasta se la lleva Santa Engracia, pero la caca los demás».
Es uno de los argumentos que esgrime la Plataforma para expresar su posición contraria a un proyecto que, tal y como reza el recurso de alzada, contempla «vicios de nulidad» como «la falta de información y de participación pública», la alegación ante la moratoria eólica aprobada por el Parlamento regional, «una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) insuficiente o el fraccionamiento ilegal de los parques eólicos de Santa Engracia».
Además, incluye «una incorrecta evaluación del impacto sobre las aves» en la que aluden su afección en el aguilucho, el buitre leonado, el alimoche y em las águilas real y perdicera.
Sobre todo ello deberá decidir, tal y como expone María José Nestares, abogada de la Plataforma, la sala de lo Contencioso Administrativo. Una sentencia que confían en que no se dilate más de un año. Un periodo de tiempo, siempre en base a las previsiones realizadas en su día por SSE Renowables, en el que ya estarán funcionando las hélices de los once aerogeneradores de Santa Engracia pero lindando con Ventas Blancas y Galilea.
En caso de que la sentencia salga favorable a la empresa, que abriría así su primer proyecto en territorio español, la Plataforma recurrirá ante el Tribunal Supremo. En el caso de que la decisión judicial saliera contraria a la instalación de los parques Jubera I y II, es de una evidencia atronadora que la compañía, con la instalación ya en marcha, elevaría el caso igualmente ante el Supremo. Y ahí estaría la última palabra al respecto. Nestares apunta que si la decisión del alto tribunal es favorable a los ayuntamientos contrarios, «la empresa debería retirar las instalaciones» e incluso reparar la obra civil. Sobre las probabilidades de que esto ocurra, nadie se aventura.
Distancias. Así las cosas, los dos parque eólicos, que generarán alrededor de 64 megavatios, se instalan a 1,5 kilómetros del núcleo urbano de Ventas Blancas, a 2 del de Galilea y a unos 10 del pueblo de Santa Engracia, a pesar de estar en su término municipal. Desde la Plataforma por el Progreso Sostenible de las Tierras Orientales de La Rioja, que en su día alzó la bandera contra otros parques en la zona y otro en Enciso, no entienden que tanto la Comunidad autónoma, a través de su dirección general de Medio Ambiente, como desde el Ayuntamiento de Santa Engracia, «se haya permitido algo que es una vergüenza», detalla la letrada María José Nestares.
Por el camino quedaron, al menos, otros tres parques eólicos que no han prosperado en la zona de Ocón. Las instalaciones de Aldealobos, también en el municipio juberano; Valderrete, que contemplaba otros once aerogeneradores en el Valle de Ocón; y el de Ausejo-Ocón cesaron en su intento por diferentes motivos.
Lo que sí es ya una realidad es que SSE Renowables sigue adelante con sus proyectos de Jubera I y II a pesar de la férrea oposición vecinal que mantiene su intención de batallar hasta el final para que las instalaciones no prosperen en la zona de La Llanada, entre Galilea, Ventas Blancas y, por supuesto, Santa Engracia del Jubera.