Interior solventa el déficit histórico de cámaras en cuarteles

R.M.
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Calahorra, Santo Domingo de la Calzada, Torrecilla y Agoncillo permenecen aún sin sistema de videovigilancia. La instalación se sacará a licitación públic

Golpe a la droga en Calahorra, antes del festival Holika

Cuatro cuarteles de la Guardia Civil de la X Zona del Instituto Armado permanecen a fecha de hoy sin cámaras de seguridad que aporten un plus de seguridad, fundamentalmente en acuartelamientos en los que residen tanto agentes como sus familias. Después de años, en alguno de los casos desde «la postguerra», tal y como relatan fuentes próximas al Instituto Armado, la X Zona de la Guardia Civil ha recibido las cámaras de seguridad para los cuatro cuarteles ubicados en el ámbito de la Comunidad autónoma. 

De esta forma, Santo Domingo de la Calzada, Torrecilla de Cameros, Calahorra y Agoncillo podrán instalar un sistema de vídeo vigilancia que constituía un déficit histórico en alguna de las sedes de la Benemérita en La Rioja.

Ahora bien, se han recepcionado las cámaras pero ahora será necesario sacar a licitación una instalación que «no solo conlleva poner las cámaras», lo que prolongará la instalación definitiva un tiempo más. 

La situación de estos cuatro cuarteles llama la atención en principio, por el hecho de la ausencia de videovigilancia en el exterior de los acuartelamientos pero más aún en el caso de las sedes del Instituto Armado en tres cabeceras de comarca con acuartelamientos relativamente recientes. Dicho de otra forma, en el momento de su construcción, no se instalaron cámaras de seguridad. 

Sin embargo llama aún más si cabe la atención el caso de Agoncillo, «un cuartel que data de la postguerra». Hay que tener en cuenta que el Gobierno de España promovió la instalación de este tipo de sistemas coincidencia con la época en «la que la banda terrorista ETA permanecía activa» y tenía a la Guardia Civil y sus cuarteles en el punto de mira. De hecho, fueron numerosos los atentados y ataques contra diferentes casas cuarteles y La Rioja no quedó al margen del sin sentido etarra. 

Precisamente, el 21 de marzo de 2088, los terroristas atentaban contra la casa cuartel de Calahorra provocando cuantiosos destrozos materiales pero afortunadamente, sin daños personales. 

La ira etarra llegó también en forma de atentado contra la casa cuartel de Arnedo y contra las dependencias del Instituto Armado en la localidad riojalteña de Casalarreina. 

En cualquier caso, cerca de quince años después de que la banda terrorista dejara la lucha armada, la totalidad de los cuarteles de la X Zona de la Guardia Civil completa la videovigilancia de todas sus dependencias. Una reivindicación histórica que, a falta de la pertinente instalación, parece, por fin, solventada. Nunca es tarde.

No solo en la rioja. Ahora bien, el déficit de cámaras de seguridad no ha sido exclusivo de la Comunidad autónoma. Asturias, a modo de ejemplo, llegó a contabilizar la mitad de sus dependencias de la Guardia Civil sin cámaras de seguridad y, tal y como denunciaban en su día, «no existían ni perímetros de seguridad». Incluso se demandaba en su día que más allá de las cámaras, tampoco se respetaban perímetros de seguridad.