El Banco de Sangre está a un 60% de capacidad respecto a 2023

David Hernando Rioja
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El director de esta institución, Carlos Sola, lamenta que la donación ha disminuido en la primera parte del año un 2,5%.

Una persona dona sangre mientras le asiste una enfermera - Foto: Ingrid

Una media de entre 10 y 20 minutos, ese es el tiempo que se tarda en donar sangre. Las donaciones de sangre son cada vez más importantes y necesarias, pero últimamente en La Rioja ha habido un déficit, sobre todo en los primeros meses de este 2024.

El director del Banco de Sangre, Carlos Sola, informa que están a un 60% de capacidad en comparación con lo que había el año pasado, es decir, «faltaría un 40% para igualar lo que teníamos el año pasado en estas fechas». Explica que esta mala situación se debe a que ha habido un descenso de la donación en este primer cuatrimestre del año, aproximadamente de un 2,5%.

Apunta que las necesidades, aunque no hayan aumentado, se mantienen estables con respecto a otros años. «Por lo que si necesitamos la misma cantidad de sangre y tenemos menos donaciones, se produce una bajada del stock». 

Otro problema que agrava la situación es que el Banco de Sangre todavía no se ha recuperado de la Semana Santa, «que siempre es un momento más complicado». También añade que ha habido un aumento de accidentes de tráfico, «lo que conlleva a que haya necesidades puntuales y no programadas».

El Banco de Sangre ofrece datos sobre el número de donantes y donaciones que ha habido a lo largo de los años. En ellos se puede ver que el mes de marzo ha sido el que menos donaciones se han producido con 713, y si lo comparamos con marzo del año pasado, la diferencia todavía es mayor, ya que se hicieron 819. «Este descenso está motivo a que este mes de marzo coincidió con la Semana Santa», señala Sola.

Pese a estos malos datos, el director del Banco de Sangre lanza un mensaje de tranquilidad porque «si se hace una comparación entre los meses de marzo y abril de este año con los de 2023, los datos serían prácticamente los mismos». Los datos muestras que en marzo y abril de 2023 hubo 819 y 662 donaciones respectivamente, mientras que en este año hubo 713 en marzo y 747 en abril. 

Sola también lamenta que haya habido un descenso en las donaciones en diciembre del año pasado y enero de este 2024 porque «este año hubo una epidemia de gripe muy potente con mucha gente afectada y eso hace que cualquier persona con catarro o fiebre esté dos semanas sin poder donar». «Con estos datos ya empezamos mal el año», recuerda.

Por fortuna, asegura que los meses de febrero, marzo y abril hemos ido recuperando donantes, con 774, 713 y 747 donaciones respectivamente. «Pero veníamos con el armario un poco vacío», reconoce.

A positivo. Uno de los aspectos más importantes en las donaciones es conocer el tipo sanguíneo de cada persona que decide dar su sangre. 

Carlos Sola informa que el Banco de Sangre de La Rioja está necesitado de 0 negativo y de A positivo. «Este último es un grupo que normalmente no es deficitario y solemos tener bastante pero este año coincide que hemos visto menos donación», indica.

Por el contrario, este organismo cuenta con reservas del tipo 0 positivo, siendo uno de los más frecuentes. «Aunque el semáforo está apunto de entrar en ámbar», avisa.

El Banco de Sangre distribuye este líquido rojo entre los diferentes servicios que tiene el hospital San Pedro. En el año 2023 hubo 7.673 transfundidos de sangre, menos que en 2022 cuando hubo 7.806. En cambio, hace tres años hubo menos transfundidos de sangre con 7.555.

Sola detalla que el servicio que más consume es urgencias, de hecho, en estos primeros meses de 2024 se han hecho 785 transfundidos de sangre y en 2023 se realizaron 2.158. Si se miran las medias por meses, se observa que en 2023 hubo 180 transfundidos por mes y en 2024, por ahora, se están haciendo 196 por cada mes.

Pero no solo urgencias recibe sangre, sino que hay otros como traumatología, hematología u oncología que también reciben transfusiones. En estos meses de 2024, el Banco de Sangre le ha dado 217 transfusiones a hematología, 207 a traumatología y 146 a oncología, entre otros.

Sola explica que la sangre se utiliza para intervenciones programadas de cadera y de rodilla, o pacientes con quimioterapia, entre otros. «Esos últimos no dependen de la época del año, sino que están continuamente con tratamientos y requieren transfusiones de manera continua», detalla.

Otro de los aspectos que tiene en cuenta el Banco de Sangre a la  hora de hacer las estadísticas es el perfil del donante. Las personas que más donaron en 2023 fueron las que tenían entre 51 y 65 años con un 36%, y las que menos son las que tienen entre 31 y 40 años.