Uno de los mayores temores del entrevistador es que el que está al otro lado conteste con monosílabos. Justo en las antípodas de este proceder, Gonzalo Capellán sigue fiel al manual del buen catedrático universitario y se alarga en las respuestas hasta más allá de lo que el estilo periodístico recomienda. Razona con meticulosidad cada afirmación, le gusta añadir contexto sin olvidar los matices. Así que cuando acaba el encuentro y se despide del periodista con una sonrisa y un apretón de manos parece decirle «ahí te queda eso».
Más allá de la profusión del relato, Capellan sigue obsesionado con distiguir gestión de política y ha hecho de la defensa de La Rioja ante los agravios comparativos que asegura que sufre el pilar de su mandato. Ahi también se le augura una ardua tarea.
Lleva ya casi 10 meses como presidente ¿Qué balance hace?
Hago un balance positivo en dos sentidos. En primer lugar por el grado de cumplimiento de mi discurso de investidura, que es la base de la construcción de un proyecto para diseñar juntos y desarrollar el futuro de La Rioja. Hay líneas muy importantes. Una de las primeras que hicimos fue la rebaja de impuestos tanto a empresas como a ciudadanos. En muy pocos meses tenemos medidas novedosas como las deducciones por hipoteca o por actividad deportiva. Hemos bonificado al 100% las sucesiones y donaciones y hemos aprobado ya nuevas deducciones que entrarán en vigor el año que viene. Y la segunda cuestión que me hace tener una visión positiva es que en menos de 10 meses tenemos ya un presupuesto que es el instrumento que marca las prioridades y los terrenos donde se va a desarrollar la política durante este período. Un presupuesto, además, con una cifra récord en gasto social, que ha puesto el foco en servicios van a ser mucho más efectivos y fructíferos para desarrollar las verdaderas políticas de este gobierno.
En estos nueve meses y medio, casi casi diez, ha comprobado que gobernar no exige sólo voluntad. Usted prometió las Glosas para una gran exposición en 2026 y de momento la Academia de la Historia ha rechazado su trasalado.
Bueno, a lo que yo me comprometí fue a organizar una exposición en 2026 para dar un impulso a San Millán y para solventar una carencia. Es el principal recurso turístico, patrimonial y cultural de La Rioja, con cifras en torno a 200.000 visitantes cada año, pero la experiencia se desvincula un poco de su singuralidad al albergar los orígenes escritos del español. Necesitaba lo que estamos poniendo en marcha. Primero, una ampliación de la visita, un nuevo espacio que incida en que allí está el origen de las primeras palabras escritas del español y también en el rico legado patrimonial, cultural y bibliográfico que salió del Scriptorium de San Millán de la Cogolla y que se conservó durante siglos, casi mil años. Una reivindicación histórica es que el Códice 60 viniera a esa exposición. Y ahí hemos sido firmes, planteando una lucha histórico jurídica sobre la propiedad. Pero además, las Glosas están ahora, en la cámara acorazada de la Real Academia. Nadie puede verlas. El concepto actual es que un patrimonio que pertenece a todos los españoles es para el disfrute de los ciudadanos. y ahora no es así.
¿Confía en que esa investigación histórica hará replantearse su negativa a la Academia de la Historia?
Es muy importante perseguir la verdad. Y hemos tenido la suerte de contraponer con este hallazgo el relato que ha sido esgrimido oficialmente por la Real Academia de la Historia. Su argumento era que las Glosas habían salido en 1821, cuando lo decidió el jefe provincial del trienio liberal de la provincia de Burgos, a la que pertenecía La Rioja. Esto había sido freno suficiente para ni siquiera solicitarlas. Nosotros, junto a la petición de un proyecto diferente que la Academia ha valorado para que se pueda ver en La Rioja lo importante que ese patrimonio, hemos esclarecido la verdad histórica y hemos desmontado con pruebas documentales fehacientes, ese relato que lo cambia todo.
De ahí que se atreva a afirmar que las Glosas salieron de forma ilícita.
El inventario de 1836 es muy importante porque demuestra que ese año las Glosas seguían custodiadas en el archivo, luego no podían haber salido en 1821, como se nos ha hecho creer. Y luego está la correspondencia privada de Pascual De Gayangos que demuestra que en 1851 salen sin que exista ni autorización ni conocimiento de la autoridad civil. Y si ese extremo se esgrimía como un documento histórico de legitimidad, ahora queda desmontado. Hemos demostrado también que los propios monjes tenían conocimiento del valor de esos documentos. En un proceso como la desamortización, en el que se producen muchos expolios, seleccionan los más valiosos y los esconden en una sala conjunta a la biblioteca. De entre más de 7.000 documentos, eligen precisamente esos 64. Somos una comunidad pequeña, pero de aquí salió la colección de códices más importantes de España: Beatos, libros iluminados miniados, becerros, las Glosas… Si eso se hubiera quedado donde estaba, sería sin duda una de las cosas por las que se conocería a La Rioja en todo el mundo.
Esa argumentación tiene más peso para pedir que las Glosas vengan definitivamente que para solicitar una cesión temporal.
Exploraremos las consecuencias histórico jurídicas y patrimoniales, por supuesto, pero desde luego las de préstamo también. Todo el mundo conoce el caso del Odyssey. Un país como Estados Unidos acabó reconociendo al Ministerio de Cultura el derecho sobre todos los tesoros rescatados porque había sido un barco español naufragado e hizo una devolución de todo eso. Pero ahí también, en agradecimiento a ese reconocimiento de Estados Unidos, ese tesoro de referencia mundial a nivel patrimonial viajó hasta allí para ser expuesto y que los norteamericanos lo pudieran disfrutar y contemplar. E insisto que lo que se propone es algo beneficioso para todos. Y que alguien diga qué argumentos existen, desde el punto vista patrimonial y de conservación del patrimonio, para que que no salgan. Si existe un informe pericial de un experto en patrimonio bibliográfico y documental que dice que es imposible sacar las Glosas de allí lo acataremos, porque somos una administración responsable. No sé cuáles pueden ser los factores negativos de algo que beneficia a todo el mundo. No estamos proponiendo algo descabellado o inviable.
¿Hasta dónde está dispuesto a llegar para conseguir que vengan las Glosas?
Hasta el final. Vamos a explorar todas las vías. De momento hemos iniciado una vía razonable para que vengan a esa exposición perro iremos hasta el final.
Entiendo que ese 'hasta el final' incluye las acciones jurídicas. ¿No es más factible iniciarlas para conseguir que vengan definitivamente que para una cesión temporal?
De momento, como administración nos vamos a ceñir a lo que dijimos. Creo que hay que plantear cosas pragmáticas, realistas. Que las Glosas vinieran a esa exposición colmaría todas la expectativas que tenemos. Plantear ahora un largo proceso judicial sin que podamos verlas y disfrutarlas no lleva a ninguna parte, pero ahora hay más argumentos que nunca, más razones históricas y legales para que eso sea viable. Hay que mostrar opciones donde todos nos sintamos cómodos y podamos conseguir ese evento, que sería un relanzamiento, porque además va a coincidir con la finalización de las obras de ampliación de la visita y con ese centenario. Y luego, lo que nos vayan diciendo. Ya veremos cuántos argumentos tenemos desde el punto de vista histórico, jurídico, patrimonial y por supuesto ahí llegaremos. Pero insisto, yo ahora estoy en primer paso. Queremos conocer y que sea público el informe que ha hecho el académico bibliotecario para negar el traslado. Creo que no estoy pidiendo una cosa que sea secreto de Estado. Es algo que, de hecho, entiendo que tenía que haber ido por delante.