El gallo y la gallina vuelan lejos

Feli Agustín
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Santo Domingo entra en la galaxia musical internacional con la actuación de Offspring y Franz Ferdinand en Rock Land, que cumplen las expectativas de un evento bien organizado

Un público enfervorecido sigue el concierto de Franz Ferdinand. - Foto: Feli Agustín

En la siguiente camiseta que un chaval de París o Amsterdam compre dentro de la gira europea de los norteamericanos The Offspring podrá leer que el grupo que admira actuó el 15 de julio en Santo Domingo de la Calzada. Es muy probable -¡qué le vamos a hacer!- que no conozca dónde se ubica dicha localidad y acuda a Google Maps (antes atlas) y descubrirá que se encuentra en una comunidad que se llama La Rioja, donde hacen vino y atraviesa el Camino de Santiago. Y tal vez, algún día, decida visitar el lugar donde ofreció un concierto la banda musical de sus amores.

The Offspring cerró ayer los grandes conciertos del RockLand Fest, que se celebra en Santo Domingo, y que concluye con una actuación a la hora del vermú de carácter gratuito de The Gulps. A falta de que el Ayuntamiento y los promotores, Iregua, ofrezcan el balance del festival, pocos pueden dudar de que ha sido todo un éxito.

El salto cualitativo que ha dado este año la cita musical mas importante sin duda de La Rioja ha visto cumplidas las expectativas y la importante inversión que realizó el Consistorio, de 60.000 euros, y ha logrado atraer al municipio a grandes estrellas del firmamento musical mundial y a un nutrido grupo de fans de comunidades vecinas.

El viernes The Stranglers hicieron brillar el sol como prólogo a la excelente actuación de los escoceses Franz Ferdinand, en la que destacó la simpatía de su líder, Álex Kapranos, a quien, por cierto, se le pudo ver en el supermercado Lupa comprando sidra. ¡Ay Álex, ese vinito!

Ayer, The Offspring, muy charlatanes por cierto, dieron un repaso a sus grandes éxitos -de la veintena de canciones que ofrecieron te sabes 18- y dejaron encantado a un público que se fue feliz coreando el Sweet Caroline, de Neil Diamond.

El entorno. Por lo demás, pocas pegas hay que poner a la organización. El traslado de la celebración desde la plaza de España a las pistas de atletismo, justo detrás del centro de salud, ha alejado lo suficiente la celebración del festival del casco urbano como para que no molestara el ruido, a la par que la cercanía ha facilitado el acceso a pie. Con sitio para aparcar, el hecho de que el propietario del campo de cereales anexo hubiera cosechado ayudó a atajar para acceder a un recinto donde la calidad del sonido ha sido incontestable.

A cuatro euros la caña y diez el cubata, el frío de la noche de ayer colaboró, y mucho, para que los del merchandising hicieran caja. A 35 euros la camiseta de The Offspring y 70 la sudarera, antes de que la banda empezara su actuación, ya había varias tallas agotadas, que seguro han servido para abrigar a algunos que seguían durante la mañana de hoy aún de fiesta.

La organización promete abonos a quien adivine el cartel del año próximo. Pista, consultad Benicassim.