25 años repartiendo kilos de felicidad

El Día
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El Ángel nació en Pérez Galdós 25 y cuenta ya con numerosas tiendas de lo más dulces

El Ángel cuenta con numerosos establecimientos, uno de ellos ubicado en Juan XXIII, número 14. - Foto: Óscar Solorzano

En septiembre de 1998 El Ángel, en Pérez Galdós 25, abrió sus puertas. Un cuarto de siglo después, esta icónica red de establecimientos cuenta con muchos más locales (Pérez Galdós, 2; Juan XXIII, 14; Colón, 11; La Paz, 49; Chile, 30; Gonzalo de Berceo, 30; Gran Vía, 48; y Portales, 30), tiendas de barrio, dulcerías de proximidad que hacen las delicias de miles de logroñeses y de todo aquel que nos visita. En los planes de El Ángel está extender su modelo de negocio al resto de La Rioja donde por ahora no está presente.

El Ángel, cuyo nombre homenajea a su mujer y socia Ángeles, su 'ángel', nació como tienda de gominolas aunque, en realidad, ofrece desde sus orígenes muchísimo más.

«Estamos muy orgullosos porque en estos veinticinco años los niños que iban de la mano de sus padres siguen siendo fieles y ahora vienen acompañados por su hijos », se emociona Jesús, el fundador de un negocio que se caracteriza por el color amarillo («tonalidad cálida que siempre se asocia a las gominolas»). Su objetivo, pensando en el futuro, es que «los nietos de nuestros primeros clientes sigan confiando en nosotros», destaca.

Por El Ángel han pasado, y siguen pasando, todos los logroñeses: ¿Quién puede resistirse al olor cautivador de las napolitanas, cruasanes y angelitos recién hechos?

«Los abuelos, la gente mayor, además de comprar gominolas para sus nietos, adquieren caramelos para sí mismos», principia. «Los padres, por ejemplo, son mucho más de coger frutos secos para el fin de semana», continúa. «Las madres paran en El Ángel para comprar el

pan, pero también repostería pensando en las meriendas de sus hijos y, por qué no, también bebidas y refrescos», agrega. Y, por supuesto, el cliente estrella son los niños que, generación tras generación, «no pueden decir no a nuestras golosinas».

Jesús se muestra agradecido «a todos los logroñeses y visitantes que nos han dado su apoyo y que siguen confiando en nosotros» para convertir a El Ángel, veinticinco años después, en un icono del comercio logroñés al servicio de todos los riojanos.

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