La inteligencia artificial y la robotización permitirá eliminar algunas tareas "más arriesgadas" o de mayor exigencia física, lo que podría ayudar a las mujeres a incorporarse a algunos trabajos y aprovechar "oportunidades laborales ocultas", ha dicho a EFE el experto en recursos humanos Pelayo García Benito.
Este profesor del Grado en Recursos Humanos y Relaciones Laborales de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha defendido que la evolución tecnológica beneficiará a las mujeres en el ámbito laboral.
En España, según los datos "sólidos" del Instituto Nacional de Estadística (INE), actualmente las mujeres tienen mayor presencia laboral en el ámbito de la sanidad, la educación y el comercio al por menor.
Por contra, ha agregado, hay otra serie de actividades o dedicaciones en las que se produce la situación inversa y prácticamente es mayoritario el empleo de hombres, como las actividades del sector primario (agricultura, ganadería y pesca), industrias extractivas y construcción.
Oportunidades en profesiones "STEM". En su opinión, las mujeres tienen más oportunidades laborales de futuro en el sector de las profesiones "stem", vinculadas a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
"Se sigue detectando que hay una grave carencia general de profesionales para este tipo de conocimientos y particularmente de mujeres", ha agregado este abogado y doctor en Derecho del Trabajo.
García Pelayo cree que algunas tendencias de evolución del mercado laboral "van a afectar por igual a hombres y mujeres".
En este sentido, ha apuntado que "existen grandes incógnitas en relación al impacto de las innovaciones tecnológicas en general y, específicamente, de la inteligencia artificial",
Este experto cree que "todavía es demasiado pronto como para saber en qué medida va a influir en el mercado de trabajo", ya que augura que va a haber profesiones que van a desaparecer y otras que serán "reconvertidas de forma dramática".
Discriminación indirecta. Sin embargo, esta revolución tecnológica no afectará tanto al sector servicios, donde las mujeres están "muy bien posicionadas" en todo el mundo, dado a la tradición de la dedicación femenina "prioritaria" a las tareas relacionadas con los cuidados.
Por ello, sostiene que el "reto" de la sociedad serán, en los próximos años, "lograr acomodar el incremento en el nivel educativo de las mujeres", que en España y otros países de Europa ya supera el de los hombres, con su nivel de responsabilidad y de ingresos que llevan aparejadas estas actividades.
En relación a los "techos de cristal", que impiden acceder a las mujeres a los puestos de dirección, ha considerado que "hay situaciones con discriminación directa, donde de manera palmaria se evidencia que hay obstáculos para la promoción de las mujeres".
Pero, además, ha indicado que en el futuro "puede seguir persistiendo un gran porcentaje de ocupaciones a las que no llegan las mujeres como consecuencia de la discriminación indirecta, que es mucho más difícil de tratar precisamente porque está oculta".
En estas profesiones "formalmente no se identifican obstáculos que impidan a las mujeres promocionar, pero en la práctica se puede llegar a evidenciar que no hay correlación, en género, entre los trabajadores que se dedican a esa actividad y los puestos de alta dirección".
Según datos del INE, ha constatado que la alta dirección sigue ocupada en España por un 75 por ciento de hombres.
Corresponsabilidad en los cuidados. Ha alertado de que, a pesar de que se han producido avances, el cierre de la brecha de género entre hombres y mujeres aún podría tardar entre 50 y 60 años, porque "tradicionalmente se ha atribuido a las mujeres el rol de sobrellevar la carga de los cuidados en el ámbito personal".
Por ello sostiene que, "salvo que haya un cambio social y cultural importante, revolucionario en esa materia, será difícil que se pueda incrementar el ritmo de avance en el cierre de la brecha de género".
En ese sentido, García Pelayo ha augurado que podría haber medidas legislativas para avanzar en la corresponsabilidad en el cuidado de los hijos, a través de la incorporación de permisos obligatorios, tanto para hombres como para mujeres, ha apuntado como ejemplo.
Además, la evolución de la pirámide poblacional, con el creciente envejecimiento de la población, puede hacer que sea necesario plantear algo similar para atender el cuidado de los mayores con corresponsabilidad o esta actividad recaerá "de nuevo" sobre las espaldas de las mujeres.