Servidores en lugar de relojes y botones

G.B.
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Una moderna plataforma de gestión, ya licitada, regulará las farolas según la necesidad de luz al instante y permitirá detectar averías y robos

Luminarias tipo globo en el bulevar de Avenida de la Paz. - Foto: Óscar Solorzano

Actualizar el parque de farolas con lámparas led no es el único reto marcado por el equipo de Gobierno del Ayuntamiento para modernizar el alumbrado público. Logroño proyecta también poner en marcha un centro de control en una sala son servidores y equipos informáticos que permitan gestionar toda la red de iluminación con criterios de sostenibilidad y ahorro. 

 Con una instalación de ese tipo, que los responsables municipales enmarcan en su proyecto Ciudad Circular, se logrará controlar con mayor eficiencia el nivel y las necesidades de iluminación de cada zona, detectar averías e incluso robos, al detectarse los cortes en las líneas. Ese centro de control, denominado plataforma de gestión, está ya en proceso de licitación para contratar su implantación. 

A la sala central llegará información de los sensores distribuidos por toda la ciudad, no solo para encender el alumbrado cuando sea necesario, sin los desfases que se producen ahora con los cambios de horarios según la época del año, con el funcionamiento manual y con relojes programadores, sino también para dar a las farolas una potencia determinada, según las exigencias de luminosidad. 

A corto plazo, se llevará a cabo un proyecto piloto, ya licitado, para dotar a las calles del barrio de La Villanueva de un sistema de control dinámico de luminosidad, que al bajar luz natural, adapta la potencia del alumbrado al déficit lumínico en cada momento. 

El nivel de alumbrado no discrimina, en principio, a ninguna zona de la ciudad, aunque el Reglamento de Eficiencia Energética establece unos parámetros según el uso de cada calle, el número de peatones y vehículos que la usan, o de comercios existentes, por ejemplo. Y también de la actividad, porque, por ejemplo, en zonas de ocio nocturno no puede rebajarse el alumbrado, a diferencia de otras zonas donde sí es posible. 

16 plantas solares más. El objetivo municipal de ahorro energético no se limita al cambio de luminarias eficientes. El equipo de Gobierno del Ayuntamiento tiene pensado continuar con la colocación de paneles fotovoltaicos sobre edificios e instalaciones de su propiedad, como ya se hizo en su día en las cubiertas de la casa consistorial, el polideportivo Lobete o el centro de acogida de animales y se ha hecho más recientemente sobre las marquesinas del aparcamiento en la Plaza de la Vendimia. 

«Seguiremos avanzando en el aprovechamiento de energías renovables, junto a la compra de energía verde para todas las instalaciones. Intentamos  evitar la huella de carbono, consumir lo menos posible y favorecer el medio ambiente», explica el concejal responsable del área de Energía, Ángel Andrés. 

En esa línea, hay ya en marcha un plan para montar 16 nuevas instalaciones fotovoltaicas, fundamentalmente en cubiertas de colegios y polideportivos, a ejecutar en los dos próximos años. «La idea a futuro es intentar ser autosuficientes, aunque es un objetivo tan ambicioso que no se podrá conseguir en esta legislatura; pero vamos a trabajar ya en ello, señala el edil.

 

Vuelven los ladrones de cobre

Una de las razones para que el alumbrado no se apague del todo en ninguna zona de la ciudad es paliar los robos de cable, porque tener líneas sin corriente eléctrica facilita el pillaje. Y es que el problema del robo de cable ha recrudecido, tras unos años de menor incidencia. Un hecho que se explica tanto por el encarecimiento del precio del cobre como por el empeoramiento de la coyuntura económica, que incita a algunas personas a este tipo de delincuencia. «Si una de las dos cosas se produce, se disparan los robos. Ahora mismo la situación económica no es muy buena y el cobre está caro», apunta el concejal Ángel Andrés. Los últimos robos han afectado a la zona de la calle Grecia, junto al Parque de los Enamorados, y en las redes de baja tensión de Iberdrola en la zona del polígono Las Cañas que no está en servicio, donde los ladrones se han llevado incluso el aluminio.