El tiempo suele discurrer deprisa para algunos y con excesiva calma para otros. Casi un mes después de que se encontrara el cadáver de Djafer Bechkat en una sima de la localidad riojana de Viniegra de Arriba, la familia continúa sin recibir el cuerpo y, por tanto, sin proceder a su repatriación a Taguemount Azouz, su ciudad natal en Argelia. El cadáver continúa en el Instituto de Medicina Legal de La Rioja a la espera de emitir una segunda autopsia, la que supuestamente ostentará ya el carácter definitivo y la que llegará a un procedimiento legal para la que aún no se ha determinado fecha.
Según ha podido saber El Día de La Rioja, la segunda y última autopsia deberá aclarar si la muerte de Bechkat se produjo bien por asfixia, después de que los presuntos asesinos le colocaran una bolsa en la cabeza atada al cuello con bridas, o bien por un disparo en la nuca. Algo que prácticamente un año después no está claro, o al menos, no ha sido comunicado ni a las partes legales ni a la propia familia.
Los hechos se remontan al 9 de agosto de 2022, cuando supuestamente los dos detenidos actualmente dieron muerte a Bechkat, si bien, y según la versión del Instituto Armado, se deshicieron del cuerpo dos días después. El día 11, un testigo comunica con la Guardia Civil y asegura haber visto a dos personas arrojar un cuerpo inerte al interior de una sima ubicada en el paraje de La Torca de Hoyo Mingo, en el término municipal de Viniegra de Arriba. El mismo declarante informa a los agentes que los dos sospechosos habían abandonado el lugar en una furgoneta blanca.
El Instituto Armado estableció así el cierre de todas las vías de comunicación en la Comunidad autónoma con el objeto de localizar la furgoneta con los dos ocupantes. Al mismo tiempo, desplazó al lugar de los hechos a Policía Judicial además de agentes del Equipo Pegaso provistos de drones. Éstos últimos, con ayuda del equipo de Montaña de la Guardia Civil, hallaron el cadáver a cincuenta metros, en el interior de la citada sima.
Tras seis horas de intensa búsqueda, alrededor de las 18 horas del 11 de agosto de hace un año, agentes de paisano localizaron la furgoneta blanca descrita por el testigo aparcada en la avenida de la Constitución de la capital riojana. Una hora más tarde, la Guardia Civil localizó a uno de los ocupantes y sobre las 21 horas, al segundo sospechoso, en este caso, en el casco urbano de la localidad riojana de Alberite. Ambos fueron detenidos en sus municipios de residencia y ambos disponían de antecedentes penales. De hecho, uno de ellos disfrutaba en el momento del asesinato de un permiso carcelario por una condena de tres años por tráfico de droga. Todo apuntó desde un primer momento a que el asesinato del ciudadano argelino tuvo su origen en un ajuste de cuentas por una deuda ligeramente superior a los 13.000 euros. Los dos detenidos, de 39 y 45 años y de nacionalidad española, permanecen actualmente en prisión. Ahora bien, al menos uno de ellos fue trasladado hace unos meses al centro penitenciario aragonés de Zuera después de participar en la cárcel de la capital riojana en un pequeño incidente en el que varios internos elevaron el tono de su protesta encarecidamente por considerar que la comida les llegaba fría.
Crowfunding. Ese mismo mes de agosto, la asociación Taguemount Azouz inició una campaña de crowfunding con el objetivo de rcaudar fondos para ayudar a la familia con los gastos de repatriación del cuerpo y dar de esta forma sepultura a Djafer Bechkat en su ciudad natal en el país africano.