La selección española femenina de waterpolo superó este miércoles a Australia (10-12) en las semifinales del Campeonato del Mundo de natación de Fukuoka 2023 y jugará la final, inédita, ante una Países Bajos que ganó a las españolas, clasificadas con este triunfo para los Juegos Olímpicos de París 2024, en el primer partido de este Mundial.
España sigue intratable y sin perder desde que lo hiciera, en la primera jornada de la fase de grupos y por un ajustado 7-6, ante unas jugadoras de Países Bajos contra las que jugará una final inédita, que será la tercera en las últimas cuatro ediciones mundialistas para las de Miki Oca.
En Barcelona 2013 las españolas ganaron su único Mundial, en las citas de Budapest 2017 y Gwangju 2019 hicieron plata al perder las dos finales ante Estados Unidos y, tras quedarse fuera de la última final en Budapest 2022 (fueron quintas), vuelven a una final dispuestas a luchar por el segundo oro histórico.
Con un parcial inicial de 2-5 y una gran Elena Ruiz, mejor jugadora del partido y máxima artillera, España superó a una combativa Australia que impuso su físico e hizo mella en la defensa española, con Paula Camús y Paula Crespí expulsadas y Cristina Nogué y Bea Ortiz rozando quedarse fuera.
No obstante, Martina Terré en la portería y la veteranía del bloque español fueron clave, junto a esos cuatro goles de Elena Ruiz o los dos de Judith Forca, Bea Ortiz y Maica García, para acceder a la lucha por el oro ante Países Bajos.
¿Revancha y oro? Es posible. España conoce muy bien al potente equipo neerlandés, que superó a Italia (verdugo de la favorita Estados Unidos) por 8-9 en la otra semifinal, e intentará aprender de su reciente derrota para salir campeona de Fukuoka 2023.
De momento, la medalla de plata está asegurada. Y también el billete para París 2024. La presión está en el tejado de Países Bajos, bronce en la última cita mundialista y ligera favorita para este choque que está igualado.
España deberá tirar de la experiencia de Pili Peña, Bea Ortiz, Anni Espar o Maica García para congeniar con la explosividad de Judith Forca, Elena Ruiza, Paula Camús y compañía. Este 'combo' funcionó ante las oceánicas en una semifinal donde el 2-5 inicial fue decisivo.
Ganó Australia el segundo parcial (4-3) y en la segunda parte no hubo más que igualdad, con 2-2 en el tercer y último cuarto y la sensación, salvo en unos minutos frenéticos del último parcial, de que España tenía a las 'aussies' controladas. Y así fue para celebrar una nueva final, una nueva medalla y soñar con el oro en Fukuoka.