La resolución definitiva de la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa ha  confirmado los malos augurios que apuntaba la decisión provisional y la cantidad económica que el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) Agroalimentario ha dejado en La Rioja es anecdótica. La comunidad autónoma  donde más peso tiene este sector en el conjunto del PIB -18,8 % (1.377 millones de euros) del VAB- recibirá únicamente 163.059 euros del total de los 183,7 millones con los que se ha dotado finalmente este Perte, después de que el Ministerio de Industria aumentara la cuantía en 21 millones, un 14% más que hace tres meses, cuando se publicó el listado provisional con una cifra de 161,5 millones.

En concreto, y según la resolución hecha pública el pasado lunes, estos pírricos 163.000 euros se repartirán entre 149.461 euros en subvenciones -de los 163,5 millones del total- y 13.598 -de 20,2 millones- en préstamos, que se repartirán entre  292 proyectos de 233 empresas englobados en 13 grandes planes estratégicos «que contribuirán a la modernización, sostenibilidad, y digitalización del sector agroalimentario» .

Estas ayudas, que se enmarcan en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que se financia con dinero procedente de Europa -el Gobierno ha solicitado esta semana el cuarto pago de 10.000 millones de fondos Next Generation-, han beneficiado a un número anecdótico de empresas de la comunidad, «porque las condiciones de participación no compensaban los riesgos y la complejidad que exigían», reflexionaba Sheyla Argaiz, responsable del departamento Internacional y la Oficina de Fondos Europeos de la Federación de Empresas (FER),  cuando se conoció la decisión provisional del Ministerio de Industria.

Las empresas. En concreto, y teniendo en cuenta que pueden haber recibido fondos las matrices de empresas ubicadas en La Rioja -tal es el caso de la murciana Auxiliar Conservera-, Avanzare, especializa en el «desarrollo, producción y comercialización de materiales avanzados funcionales tanto para aplicaciones emergentes como alternativas a los materiales tradicionales», participa en Ecofood.

Este programa, destinado a la adaptación científico-tecnológica de las cadenas de valor del sector agroalimentario para una transición sostenible, ecológica y digital y liderado por el centro tecnológico AZTI,  es el que recibirá mayor cuantía, 31,3 millones, un 8,7% más de fondos que los designados provisionalmente, que se repartirán entre 70 empresas de 12 comunidades autónomas.

El otro proyecto que cuenta con presencia de La Rioja es Transformación innovadora del camino del vino hacia una sector más digitalizado y sostenible en el que participan Bodegas Riojanas y Bilbaínas.

Este proyecto, promovido por a Federación Española del Vino (FEV), ha recibido 5,2 millones de euros para una inversión prevista de 16 millones y es, en su caso, el que menor cuantía recibe.

Esta nula incidencia del Perte agroalimentario es aún más llamativa si se tiene en cuenta que estas ayudas se dirigen al eje uno de los tres con los que cuenta este proyecto, el centrado en la industria alimentaria, que supone, gracias a bodegas y conserveras, el 39,9 % del VAB agroalimentario, un porcentaje que ser reduce al 25,9 % en el resto del país.

La suma que recibe La Rioja es, además, más destacable, si se compara con la recibida por la comunidad navarra -el sector supone el 12,1 % del VAB del total de la economía regional- donde llegarán cerca de ocho millones.

La Rioja es la comunidad que menos dinero recibe -Baleares, Canarias y Cantabria no están en ningún proyecto- en un listado en el que Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia son las más beneficiadas.

De Spain Food Valley a FUDin- CNTA. CNTA. Uno de los 13 proyectos seleccionados ha sido el de Spain Food Valley -antes Ebro Food Valley-, que ha recibido 13,4 millones de euros, 12,6 millones en ayudas directas y 855.000 en préstamos,  liderado por el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA) y para el que las empresas que forman parte de él aportarán otros 12 millones. Este proyecto se originó en La Rioja -Palacios y Cidacos estaban detrás-, hace tres años y contaba con el apoyo de los gobiernos riojano, navarro y aragonés y 12 empresas. Llegó a sumar hasta 50 mercantiles -llegaron a calificarlo como el Silicon Valley agroalimentario- y se convirtió en Spain Food Valley. La dilación en la materialización del Perte, «es un momento esperado durante mucho tiempo por parte de la agrupación», indicó el director general del CNTA, Héctor Barbarin,  disuadió a muchas compañías, y el proyecto se ha quedado en 17 empresas de diez comunidades, aunque ninguna riojana.

Ahora, la gran apuesta de los sectores riojano y navarro es la integración del CNTA y FUDin -antes CTIC- en una única entidad y que preside Fernando Baroja, de  Cidacos.