Sánchez busca limar asperezas

Agencias
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El presidente se reúne hoy con Calviño y Díaz para acordar cuál será el futuro de la reforma laboral, de la que los socialistas abogan por solo un cambio y Podemos exige su derogación

El jefe del Ejecutivo, junto a las ministra de Economía (c) y la responsable de Trabajo, tratarán de encontrar una posición común. - Foto: Chema Moya

Tras varios días de desencuentros por sus diferencias sobre cómo abordar la reforma laboral aprobada por el Partido Popular en 2012, los tres principales responsables del Gobierno de coalición -Pedro Sánchez, Nadia Calviño y Yolanda Díaz- se reúnen hoy con el objetivo de encarrilar la negociación. La cita se producirá apenas horas después de que el presidente del Gobierno dejase entrever que secunda la postura de Calviño de no derogar la reforma, sino cambiar «algunas cosas», algo que incumpliría lo pactado en el acuerdo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, que garantizaba la cancelación total de esa normativa.

La tensión en este ámbito subió de tono hace dos semanas después de que Unidas Podemos denunciase la injerencia de Calviño -vicepresidenta primera y ministra de Economía- en las negociaciones, lideradas por Díaz -vicepresidenta segunda y titular de Trabajo-, y convocara la mesa de seguimiento del pacto de Gobierno, que terminó sin acuerdo.

Finalmente, Sánchez zanjó la polémica con la convocatoria de un encuentro con su número dos y su número tres, en el que se fijará la posición del Ejecutivo sobre la reforma, y el diseño de una nueva «metodología» para la negociación con los agentes sociales.

En el encuentro de hoy, además de Sánchez, Calviño y Díaz, estarán presentes representantes de los ministerios de Hacienda, Seguridad Social y Educación.

Moncloa avanzó que la posición del Ejecutivo ante la reforma laboral estaría «en los términos del acuerdo del Gobierno de coalición», lo que supondría derogar la prioridad de los convenios de empresa sobre los sectoriales, cambiar la subcontratación o simplificar los modelos de contrato.

Más allá de lo recogido en el acuerdo de coalición, la pandemia ha introducido en la agenda otras medidas como el denominado mecanismo de sostenibilidad en el empleo, un nuevo modelo de expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que sirva de alternativa al despido en crisis.

En ese mismo sentido se pronunció el pasado sábado Calviño, al fijar cuatro puntos principales en la negociación: simplificación de contratos, adecuada regulación de la subcontratación, reequilibrio de las partes en la negociación colectiva y establecimiento de un mecanismo permanente de flexibilidad inspirado en los ERTE.

Una de las claves de la negociación con los agentes sociales, que llevan meses tratando estos temas con el Ministerio de Trabajo, es lograr el apoyo de la patronal, un objetivo que podría ser uno de los motivos que explican la irrupción de Calviño en las conversaciones.

En cuanto al calendario, el reto del Gobierno es lograr un acuerdo en las próximas semanas para cerrarlo en noviembre, aprobar la reforma en diciembre para poder enviarla antes de que concluya el año a la Unión Europea y que entre en vigor en enero.

 

Nueva metodología

Por lo que respecta a la nueva metodología de negociación, implica que, a partir de ahora, todos los martes por la tarde se celebrará una reunión para fijar la posición del Gobierno ante la reunión de la mesa de diálogo social de los miércoles, a la que asistirán los secretarios de Estado de Empleo, Economía y Seguridad Social.

En la mesa del miércoles, el Gobierno estará representado por una delegación encabezada por el secretario de Estado de Empleo y a la que se incorporarán dos directores generales de la Vicepresidencia económica y Seguridad Social.