"Las ayudas del Gobierno son un alivio y un gesto de apoyo"

Gustavo Basurto
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Abogado y autónomo, defiende los intereses de un sector heterogéneo como el autoempleo y aplaude el gesto del Gobierno regional de destinar 55 millones en ayudas, aunque cree que la delicada situación de muchas profesiones exige planes y estrategia

Fernando Melchor, en su despacho de abogado. - Foto: Ingrid

Logroñés de nacimiento, el ascendente familiar agrario le hace a Fernando Melchor (1972) empatizar con las inquietudes del campo y escaparse siempre que puede a 'su pueblo', Grañón. Además, buena parte del entramado socioeconómico de los más de 24.000 autónomos riojanos son agricultores o ganaderos. El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en La Rioja, una de las organizaciones representativas del sector, repasa la actualidad del autoempleo y el reciente plan de ayudas anunciado por el Gobierno regional.  

El estado de salud del autoempleo no ha sido muy boyante en los últimos años, con pérdida constante de cotizantes. ¿Hay visos de que se vaya a frenar esa sangría? 

No. 2024 ha empezado mal y ha continuado con la bajada de autónomos. Enero ha sido un mal mes en todos los sectores principales. En La Rioja tenemos la construcción, hostelería, comercio y agricultura y ganadería, que aglutinan la mayor parte de trabajadores autónomos y hay un continuo descenso. En la encuesta de ATA a nivel nacional, menos de un 20% de los autónomos ve con optimismo el mercado laboral y tiene intención de contratar algún trabajador;en torno a un 60% seguirá igual o incluso puede prescindir de algún trabajador; y el resto, se muestra muy pesimista y con perspectivas de cierre de negocio. 

La actualidad está en las tractoradas. ¿Comparte esa protesta?  

Suscribimos al cien por cien todo lo que está diciendo el sector agrario en este momento. Yo vengo de una familia agrícola, de Grañón, y tengo la sensación de que todo lo que hemos conocido hasta ahora está sufriendo un cambio y las perspectivas no son buenas. 

Bajar de 25.000 autónomos en La Rioja fue una luz roja de alarma. ¿En qué cifra se tocará fondo? 

No lo sabemos, pero si no se revierte la caída, en 2024 puede ser mayor. Por eso, cuando nos reunió hace unos días el presidente Gonzalo Capellán para anunciarnos los 55 millones de ayudas nos pareció muy positivo, porque no va a ser algo muy repetido, sino un esfuerzo económico de una sola vez para los 24.300 autónomos riojanos. 

Ese plan de ayudas directas de entre 2.100 y 2.700 euros, ¿lo ve como un parche o será determinante parra muchos negocios? 

Es un balón de oxígeno. No solucionará al cien por cien el problema estructural, pero es un apoyo y un reconocimiento a un sector que nunca ha recibido nada.

¿Cómo lo ha recibido el sector? 

Es un alivio y un gesto de que se nos está apoyando y poniendo en el centro. Para los emprendedores menores de 30 años, la ayuda de los 2.700 euros llega en una fase de afianzamiento de su actividad económica, que es un momento crítico. Los mayores de 60 años son un grupo bastante desanimado, en muchos casos del comercio y sin perspectivas de relevo generacional y que no quieren para sus hijos el sacrificio de tener una tienda abierta casi las 24 horas del día, con unas ventas, costes e impuestos que hacen difícil sobrevivir.  Antes decíamos que el autónomo era un sector heroico, en el que eras empresario, trabajador y demás;ahora solo da para sobrevivir, salvo que estés en un sector como el innovador en el que se pueda crecer exponencialmente, pero casi ningún autónomo está en esa situación.

¿Ve bien que las ayudas se otorguen de manera generalizada, salvo esa diferencia de 600 euros según el tramo de edad, en lugar de un sistema progresivo conforme a ingresos? 

El Gobierno no quería que fuera una ayuda cuya gestión administrativa hiciera que se cobrase a los dos o tres años o al final de la legislatura. Y es algo que nosotros siempre hemos dicho, que no puede ser que la ADER (Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja) conceda una ayuda y el pago se haga cuatro años después;las ayudas tienen que ser inmediatas. Entendemos que, con buen criterio, lo que pretenden es pagarlas este mismo año. Agilidad y facilidad en la tramitación y que el pago sea inmediato, es lo deseable. 

Además de los agricultores y el aviso de los transportistas, ¿los autónomos en su conjunto tienen motivos para plantarse? 

Tendríamos motivos, porque somos un sector al que las subidas del Salario Mínimo Interprofesional le afectan para mantener a nuestros trabajadores; hay quienes no han procedido a renovar contratos para poder pagar esas subidas a los que llevan más tiempo trabajando. Para otros, ha supuesto una mayor carga de trabajo al ser inasumible nuevas contrataciones al no subir la actividad. No quiero decir que la subida del Salario Mínimo no sea necesaria, pero si no va unida a otro tipo de actuaciones, como las impositivas, hace que todo vaya en contra. 

No presenta un panorama muy halagüeño para hacerse autónomo. 

Muchos dicen que no se hacen autónomos ni aunque crean que el negocio funcionará.  Ahora está la cultura de querer ser un trabajador por cuenta ajena, porque al menos tienes tus derechos laborales. Aunque hemos avanzado mucho en cuanto a derechos propios, que es algo que nos lo hemos trabajado desde el Estatuto del Trabajador Autónomo y otras modificaciones normativas, debemos llegar a derechos similares a los trabajadores por cuenta ajena.

¿El sistema de cotización con 15 tramos para pagar según los ingresos reales ha ido calando? 

Entiendo que es positivo, porque de esta manera veremos que autónomos con ingresos superiores a 40.000, 50.000 euros o más  no estén pagando por la mínima. Y no pagan por la mínima porque sean rácanos, porque a sus trabajadores les pagan conforme al Estatuto, sino por la incertidumbre del negocio. Eso ha repercutido que las pensiones más bajas, de 900 euros o menos, sean de los autónomos.

Con el anterior Gobierno de Concha Andreu se acordó la cuota cero, bonificar el 100% la seguridad social de nuevos autónomos con tarifa plana. ¿Es buen un incentivo? 

Entra en vigor este año y es fundamental sobre todo para los que empiezan. Quien se aventura en esta actividad tiene que tener un colchón económico. Muchas veces es un trabajador al que la arropa la familia o que ha sido despedido, y que amortiza el desempleo para desarrollar una actividad económica y que corre el peligro de no tener el éxito esperado y perder ese dinero, porque hay un porcentaje muy alto de negocios que cierran el primer año. Lo que pretende la tarifa cero es que ese primer año los pagos a la Seguridad Social no sean todavía un elemento que incremente la deuda, sino ser un balón de oxígeno.

¿Están volviendo los falsos autónomos, empleados de empresas que les obligan a darse de alta como trabajadores por cuenta propia? 

Creemos que es algo puntual. Sí hay sectores donde se fomenta, pero eso no es legal. Cuando se detecta un falso autónomo hay que denunciarlo. En La Rioja no nos han llegado datos de que se haya incrementado el tema de los falsos autónomos. 

Su sector es muy heterogéneo, con autónomos al límite y otros, como médicos o abogados, a los que tradicionalmente se asocia con ingresos elevados en comparación con sus niveles de cotización. 

Hay de todo, pero en La Rioja no creo que se produzca eso;tal vez sí en ciudades como Madrid o Barcelona. Yo soy abogado y en La Rioja hay más de 2.300 colegiados;  no creo que haya muchos profesionales, que sean autónomos, con ingresos formidables. Cuando se superan determinado nivel, lo que se suele hacer es crear una sociedad limitada, porque ya no interesa seguir de autónomo. 

¿La situación de los autónomos en La  Rioja tiene alguna singularidad? 

Hasta  2010 estábamos dos décimas por encima de la media nacional en altas de autónomos. Y tenemos mucha presencia en agricultura, ganadería y hostelería.

El pequeño comercio lo pasa mal. ¿Se debe a la coyuntura  económica o una crisis de modelo de negocio? 

Los comerciantes del casco antiguo de Logroño tienen una pelea constante para especializarse y que la gente siga yendo a sus tiendas en vez de a las grandes áreas comerciales. No hay más que pasear por la ciudad para ver la gran cantidad de locales cerrados, negocios de toda la vida que no resurgen. Tenemos que evitar que los cascos antiguos se conviertan en parques temáticos donde solo subsistan cuatro o cinco comercios para los turistas.

¿Y cómo se lucha contra eso? 

Le hemos comentado al presidente de La Rioja que hay que establecer un plan para saber cómo revertir esa situación y ver si tiene solución, porque si no, habrá que desarrollar algún proyecto. Se ha comentado que habría que potenciar el tema de las empresas tecnológicas, con varias en Logroño que han crecido mucho, y crear un polígono específico y un hub que dinamicen y complementen la economía regional, porque el vino está en una de sus peores crisis. Hay que establecer planes, pero sin ocurrencias, sino con un plan estratégico y un diagnóstico. Hay que ver cómo en municipios menores de 200 o 300 habitantes actividades de toda la vida subsisten o cómo de 100 o 200 agricultores han quedado cuatro o cinco y con quejas de falta de rentabilidad. Y si no hay agricultores y solo queda una población envejecida, otros negocios que cierran, como el bar o el restaurante, no vuelven a abrir.  

¿Le han planteado al Gobierno de La Rioja la necesidad de ese plan estratégico del que habla? 

Sí, incluso se lo comentamos a todos los partidos políticos durante la campaña electoral. Cuando quieran desarrollar su plan estratégico pueden contar con nuestra organización, que está en toda España y tiene una visión de lo que se hace en un sitio y otro y de lo que tiene éxito.

¿Y hay algún ejemplo exitoso exportable a La Rioja? 

En casi todas las ciudades hay una situación de crisis de los negocios en los cascos antiguos, pero, por ejemplo, en Murcia hay un plan que se está desarrollando muy bien.

En el comercio, ¿falta apoyo oficial, los comerciantes no han sabido adaptarse o hay una reconversión irrefrenable por el canal online? 

Es un mix de todo. Quizás haya comerciantes que no se hayan renovado y cuando estás cerca de la jubilación no es el momento de invertir. Y tal vez las políticas no han sido las mejores. ¿Nos podemos negar a que se compre en Amazon? Es algo que demanda el consumidor y lo que hay que hacer es adaptarse y para esa adaptación tiene que haber ayudas. Si se  limita la entrada de vehículos al centro de Logroño, habrá que facilitar transporte para que el consumidor tenga un acceso cómodo.

En la agricultura, buena parte de las decisiones se toman en Bruselas o fuera de la Unión Europea. ¿Qué se puede hacer desde las administraciones más cercanas?  

No mucho, quizá mucha actividad de gestión de las competencias que tienen delegadas, pero en cuanto a toma de decisiones, pocas. Por ejemplo, el Gobierno de La Rioja ha decidido complementar con esos 55 millones en ayudas, pero no puede hacer mucho más, ni nos puede modificar los seguros sociales u otras cuestiones. Entiendo que los agricultores se manifiesten para que desde Madrid, aunque indirectamente las competencias dependen de Bruselas, se tomen decisiones. Tendremos un final de invierno y comienzo de primavera movidos.

Cómo colectivo de autónomos, ¿se plantean salir a la calle? 

Somos un colectivo con muchos sectores; somos muy transversales, pero cuando un sector decide salir y sus reivindicaciones están justificadas, el apoyo es total. 

En la pandemia la hostelería sufrió mucho, pero ahora parece ir 'como un tiro'. ¿Es real esa percepción? 

Hay sitios, la mayor parte, que tiran muy bien, porque tal vez con la pandemia la gente ha decidido vivir más al día. Y aunque la gente no vaya bien, salir y disfrutar es fundamental. Desde luego, este sector no está yendo a menos.

Muchos jóvenes aspiran a ser funcionarios o a lograr un empleo por cuenta ajena antes que arriesgarse a montar su propio negocio. ¿Habría que fomentar el emprendimiento en la etapa estudiantil? 

Hay ya asignaturas de orientación laboral y en casi todas las FP se aborda cómo hacerse autónomo, pero se hace desde un punto de vista muy académico. Falta la experiencia de ver el sector y su funcionamiento. También hacer un verdadero plan de negocio. Por eso, insistimos al Gobierno de la necesidad de apoyar la realización de esos planes de negocio. Que alguien que tenga una idea pueda ir a un organismo y que en 24 o 48 horas pueda tener un plan que le diga si puede tener éxito o no. 

En determinados trabajos, los inmigrantes son fundamentales para cubrir los puestos. ¿En el autoempleo también ocurre? 

Está aumentando bastante el número de autónomos extranjeros, sobre todo en zonas rurales, tanto en cuidado de mayores como en hostelería. Y muchos de los extranjeros no montan su negocio conforme a la titulación que tienen, sino que se reciclan y se adaptan. Tienen un dinamismo y capacidad de resistencia un poco mayor que la nuestra.

Usted tuvo un corto paso por la política entre 2007 y 2008 como presidente de Logroño Turismo. ¿No le tienta regresar a la cosa pública? 

Nadie me lo ha ofrecido. Estoy feliz donde estoy, pero no diría un no rotundo. Fue un momento apasionante, porque se empezaba a trabajar con el turismo, creamos la mesa de las bodegas, asentamos el enoturismo, desarrollamos las oficinas de turismo en las Escuelas Trevijano... 

Y desde la distancia, ¿ve un Logroño mejor ahora? 

La actividad turística, en la que yo participé, supuso un revulsivo, porque fue también cuando se diseñó el Centro de la Cultura del Rioja. No sé si no se ha pervertido un poco lo que se iba a hacer...Había mucha efervescencia en estos temas. En los últimos años, creo que se ha funcionado por inercia de lo que atraen la Laurel y las bodegas y no hay tanta estrategia. Aunque ahora en la Dirección General de Turismo está Virginia Borges, que es una persona seria y con las ideas muy claras.