La construcción de vivienda nueva en Logroño se ha acostumbrado a lo largo de la última década a transitar por un camino dominado por dientes de sierra. Un comportamiento del sector de la construcción e inmobiliario que lejos de advertir una tendencia negativa se sumerge en un comportamiento positivo, «sostenible y sostenido», en palabras de Juan Ramón Liébana, secretario general de la Federación de Construcción, Promoción y Afines de La Rioja (Cpar), vinculada a la Federación de Empresas (FER).
Tras los excesos que protagonizaron el inicio de siglo y la posterior, acuciante y transformadora crisis entorno al ejercicio 2008, la Comunidad se ha acostumbrado a «vender a demanda», detalla Liébana. Todo ello genera que hay momentos de crecimiento de visados o momentos en los que bajan. Los últimos datos relativos al primer semestre de 2023 proporcionados por los Colegios de Arquitectos concretan un descenso del 16,8% en el número de visados de obra nuevo, tanto residencial como no residencial.
Sin embargo, hay una decena de promociones en marcha actualmente en la capital riojana concentradas fundamentalmente «en el cinturón de Logroño». Cascajos, Portillejo, La Cava-Fardachón, Piqueras, El Campillo, María Teresa Gil de Gárate, en las inmediaciones del Palacio de Justicia, en el antiguo colegio de los Hermanos Maristas y en avenida de Solidaridad (junto a la estatua del Labrador) tiran en estos momentos del sector de la construcción en la capital riojana con entre 500 y 600 pisos de nueva construcción que se incorporarán al parque de vivienda logroñés en los próximos meses, según los datos facilitados por consultoras inmobiliarias.
«La Rioja -insiste el secretario general de Cpar- ha tenido la suerte, y la sigue teniendo, de proyectar un crecimiento sostenido y de vender» un elevado porcentaje de los pisos sobre plano, «de forma previa al inicio de la obra». Se construye, como define el propio Liébana «sin atracones».
Todo ello en el marco de un contexto en el que la obra nueva se desploma en grandes urbes como Madrid y Barcelona con pronunciadas caídas del 30% y del 75% respectivamente. Incluso la que durante tiempo ha sido la niña bonita del sector, Málaga, registra un estrepitoso derrumbe en lo que va de año próximo al sesenta por ciento.
La venta sobre plano por la que apostó el sector de la Comunidad autónoma desde el año 2014 supone un criterio que aporta sostenibilidad ala construcción y a la promoción inmobiliaria» a pesar de que en determinados momentos las estadísticas puedan ofrecer un decrecimiento.
Buena prueba de esos dientes de sierra a los que alude en todo momento Juan Ramón Liébana es que el número de hipotecas suscritas este pasado mes de octubre cayó por encima del 28% si bien, en septiembre habían crecido por encima del 8%. Todo ello en un contexto en el que la demanda de vivienda en La Rioja creció un tímido 3% a lo largo del tercer trimestre del presente ejercicio, según el portal inmobiliario Solvia.
«Adaptadas a la demanda». En definitiva, el secretario general de la federación de Construcción, Promoción y Afines considera que La Rioja, y en especial la capital, «se encuentra en un momento, ya desde hace años, en el que se construye lo que se demanda y las empresas del sector se adaptan a la citada demanda».
Evidentemente, Logroño, «por población asume el protagonismo del tirón de la demanda y de la construcción». Si bien, en el caso del resto de términos municipales pasa, aunque a un nivel muy inferior prácticamente lo mismo. «Se construye cuando hay demanda» aunque en algunos casos «ni siquiera exista».