Marcelina López Poza ya tiene los 104 años. Gregorio Pacheco Pacheco, los cumple el próximo noviembre. Ayer, Día Internacional del Abuelo, pasaron a formar parte de la historia de la capital riojana como los 'abuelos de Logroño'.
En un emotivo acto que tuvo lugar en el salón de retratos de alcaldes del Ayuntamiento, el regidor, Conrado Escobar, les hizo entrega de un ramo de flores y un cuadro del pintor logroñés Elías del Río, con una dedicatoria personalizada para cada uno de ellos, símbolo del «cariño de la ciudad de Logroño» a sus mayores.
Ambos protagonistas, procedentes de Soria pero instalados en Logroño tras toda una vida aquí, estuvieron acompañados de sus familiares.
Marcelina, que se mostró impresionada por el acto y algo incómoda al ser protagonista, nació en Soria el 5 de abril de 1919. Trabajó en una fábrica de conservas y con cuarenta años la vida le trajo a residir a Logroño, donde crió a dos hijas.
Gregorio Pacheco nació el 24 de noviembre de 1919 en un pueblo de la Provincia de Soria y con veinte años se trasladó a Logroño. Tiene dos hijos y varios nietos. «He trabajado toda la vida en el Banesto (Banco Español de Crédito), desde que vine en febrero de 1941 hasta que me jubilé, 40 años he estado en el banco», relataba a El Día.
Asegura que su único secreto es «mantenerme activo y he hecho mucho deporte». También, «echar una copita de vino cada día antes de comer», apostillaba una de sus hijas. «Es que el médico me dijo que un traguito al día no es malo», subrayaba él.
En ese recuerdo de vida activa, reconocía algún exceso, siendo joven, eso sí, cuando «anduve en bicicleta 286 kilómetros en un día». Ahora es, precisamente eso lo que le falla, la movilidad en las piernas. Motivo por el que se ayuda de un andador. «De lo demás estoy bien, la cabeza como ves me funciona perfectamente», apuntaba.
Emocionado por el homenaje, acompañado por sus hijos, nietos y biznietos, aseguraba sentirse ilusionado por el resto de acompañantes, en este caso parte de la Corporación municipal. «He conocido mucho a los padres de los dos alcaldes; al del saliente, Hermoso de Mendoza, y al de ahora, Escobar», dijo, recordándoles «de mozos».
Políticas. Acompañados por los portavoces de los grupos municipales y representantes del Consejo de Personas Mayores, el acto se inició con una reflexión de la concejala de Familia, Patricia Sainz. Refiriéndose a la película Barbie, subrayó que, en ella, «la protagonista admira la belleza de una anciana, con sus arruguitas y su pelo plateado, diciéndole: 'qué hermosa eres', a lo que le contesta: 'sí, lo soy', y nosotros queremos trabajar desde la belleza exterior y también desde vuestra experiencia y valores».
Parafraseando al escritor José Saramago, el primer edil recordó que «para ser joven hay que vivir mucho» y reflexionó que «para que Logroño siga siendo una ciudad amable y acogedora para todas las personas, fundamentalmente para las personas mayores, tenemos que exigirnos más, porque si hacemos la ciudad amable para las personas mayores lo hacemos para todos».
Escobar recordó que Logroño cuenta con diferentes programas y actuaciones que persiguen facilitar y promover un envejecimiento cada vez más activo de las personas mayores, con el objetivo de que participen de las actividades de la ciudad; así como una oferta de ocio y cultural adaptada a ellos.
«Vamos a dar continuidad a muchas políticas para los mayores que impulsó el equipo de Gobierno local anterior», aseguró, en referencia a Siempre acompañados, Vida Sana, Envejecimiento activo o la ayuda a domicilio, entre otros.
Según datos de la unidad de Estadística, en Logroño, a 25 de julio de 2023, hay 33.984 personas mayores de 65 años, que representan el 22,32% de los habitantes. Además, Logroño cuenta con 89 personas centenarias entre sus vecinos, con 74 mujeres y 15 hombres.