«El condón te salva la vida»

J.A.
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Una joven descubrió que había sido engañada por su expareja al resultar contagiada de varias infecciones de transmisión sexual. No utilizaban el preservativo en sus relaciones porque ella ya tomaba la pastilla anticonceptiva para evitar embarazos

Una pareja desenvuelve un preservativo, la única medida eficaz contra las infecciones de transmisión sexual. - Foto: Rubén Serrallé

Paula, de 29 años, abrió los ojos tras una analítica de sangre. Llevaba 3 años con su pareja y solo utilizaban métodos anticonceptivos para evitar un embarazo no deseado. En su caso, la pastilla diaria. Sin embargo, lamentó mucho haber confiado en su exnovio cuando descubrió que se había contagiado de varias ITS.

«Empecé con picores y unos granitos al inicio del verano en la zona de la ingle, lo consulté con el médico y me los trató como hongos, por el sudor o ir a la piscina. Luego supe que era herpes, que una vez que lo coges ya no se quita totalmente y reaparece en momentos en que tus defensas están bajas», relata. «Ese mismo verano empecé a manchar la ropa interior con una especie de moco blanco y verdoso. En Urgencias me preguntaron si tenía muchas parejas sexuales o relaciones sin protección y me extrañó porque siempre he sido fiel y solo tenía con mi novio».

Durante la atención, «tenían mucho cuidado de ser muy correctad pero me hacían preguntas sobre mis relaciones íntimas, si usábamos preservativo, si solo tenía relaciones con él, hasta que una médico muy joven se sentó a mi lado y me dijo en confianza que tenía pinta de infección de transmisión sexual y que si yo era fiel y llevábamos tanto tiempo juntos, mi pareja seguramente no lo era porque este tipo de infecciones son muy contagiosas y si tienes relaciones con una persona infectada, tu también te infectas. Me salió tricominiasis y clamidia, y en la exploración también vieron unos puntitos que eran larvas de algo. Podía ser sarna, ladillas... Además de los tratamientos que me dieron en el hospital, que fueron una inyección y pastillas, yo me depilé y me compré un champú antiparasitario».

Posteriormente, reconoce que le afectó mucho. «Tuve que ir al psicólogo porque se me juntó todo, descubrir que me era infiel, aunque el lo negaba pero tampoco se quería hacer pruebas, y por la angustia de saber si también tenía VIH o no, porque aunque te salga negativo al principio, la analítica definitiva te la tienes que hacer a los 6 meses de que te aparezca una ITS para confirmarlo».

La conclusión para ella de esta vivencia es clara: «de todo esto yo he sacado en claro que el condón te salva la vida, porque la angustia que yo he pasado por culpa de mi ex no se la deseo a nadie y te lo digo porque hay muchos y muchas como él, que se escusan en tomar la pastilla para no ponerse la capucha y luego pasa lo que pasa».

 

Métodos barrera: eficacia casi total
El método más efectivo sigue siendo el preservativo. Existen diferentes tipos, el condón masculino, que se coloca en el pene; el femenino, que se inserta en la vagina, y el dique, unas sabanitas, generalmente de látex similares a las que se utilizan en las clínicas dentales, que pueden ser utilizadas para el sexo oral. Al hacer un efecto barrera, estos métodos correctamente utilizados tienen una efectividad cercana al 100% en la prevención de infecciones.

«En muchas ocasiones solo se piensa en los embarazos no deseados, pero también hay que tener en cuenta las infecciones. Yo a veces digo que 'si no eres casto, no seas tonto'», indica José Antonio Oteo, jefe médico de Enfermedades Infecciosas del Servicio Riojano de Salud.

De hecho, se dan muchos casos que apuestan la protección a tratamientos farmacológicos y hormonales para evitar los embarazos no desesados, sin tener en cuenta los peligros que entrañan las ITS, «y después, cuando tienen síntomas y van al médico se llevan las manos a la cabeza». La protección, además, es cosa de cada uno de los participantes en la relación sexual.