El paso de la Sociedad Deportiva Logroñés por Los Pajaritos tuvo consecuencias  funestas para Iñaki Bea (Amurrio, 1978) que, desde este lunes, ya no es entrenador del Numancia, un equipo que en su estreno en Primera RFEF ya ha devorado a dos preparadores. Se confirma así que ni la categoría ni el grupo tiene paciencia con los inquilinos del banquillo. 

El cuadro soriano empezó la temporada con el logroñés Diego Martínez al frente del equipo, la continuó con Iñaki Bea y está por ver cómo la acaba con Pablo Ayuso como tercer técnico. Lo que está claro es que los sorianos soñaron con el 'play off', hasta el domingo aspiraban a la Copa y ahora se conforman con una salvación de mínimos. Con 45 puntos, ésta aún no es matemática. Pablo Ayuso, que ayer compareció ante los medios, encara la lucha por la permanencia, que parece ser el único objetivo ya del cuadro castellano que esta tarde se enfrenta en Tajonar (19.30 horas) a OsasunaPromesas en encuentro adelantado a la jornada 35. Si los sorianos ganan, se salvarán virtualmente y apurarán sus opciones de Copa (cinco puntos menos que la SDL que, además, resuelve a su favor la diferencia de goles).

En lo que llevamos de curso, los veinte equipos del Grupo 2 han protagonizado dieciocho relevos al frente de sus respectivos banquillos. Sólo ocho clubes, entre ellos la SDL, no han cambiado de preparador. Se trata del Amorebieta, líder con Haritz Mujika al frente (asumió el mando de los azules en la recta final del pasado curso), el Eldense de Fernando Estévez (líder durante 17 jornadas consecutivas y ahora segundo clasificado), el Barcelona Atlétic del mexicanoRafa Márquez, el Murcia de Mario Simón, la Real Sociedad B de Sergio Francisco y Osasuna B con Santi Castillejo al frente. 

Todos llevan dos campañas (algunos no completas) al frente de sus respectivos equipos salvo el navarro. Santi Castillejo (Valtierra, 1971), que no sólo fue uno de los jugadores con más encuentros en Segunda B (máximo goleador de la extinta categoría) sino que es el adiestrador más veterano en su puesto ya que tomó el mando del filial rojillo el lejano 1 de julio de 2018. Acaba contrato el 30 de junio, justo en vísperas de cumplir cinco años en el cargo. 

Tras el valtierrano, el más longevo en su cometido es Vicente Parras (Alicante, 1975) que está a punto de conseguir la salvación matemática para el Alcoyano, club al que llegó en 2019.

El Cornellà, de la zona baja (suma 40 puntos al igual que Real Unión y La Nucía), es el único que se sustrae a esta tendencia ya que seis de los fijos ocupan las siete primeras plazas del Grupo 2 mientras que el Alcoyano es duodécimo. 

Por lo que respecta a los representantes riojanos, la SDL es el único que no ha rotado. Llona está a punto de cumplir su segunda temporada (cuatro en dos etapas) desde su regreso a la entidad logroñesa. El más veterano, no obstante, sería Sergio Rodríguez, tercer entrenador en lo que llevamos de campaña de una UDL que podría perder la categoría este domingo. Tras su exitoso paso en la 16-17 hasta la 20-21, ésta es su segunda etapa al frente del primer equipo blanquirrojo. 

El entrenador logroñés sucedió a Natxo González que, a su vez, relevó a Albert Aguilá a la conclusión del primer tercio de la temporada. El ilerdense fue reemplazado al frente de la Unión Deportiva Logroñés en décima posición. La involución desde entonces es clara. Aunque los números de Sergio Rodríguez (Logroño, 1978) no son malos, no dan para abandonar la antepenúltima plaza.

Por su parte, Carlos Pouso (Leioa, 1960) es el tercero que se sienta en el banquillo del Calahorra si bien Israel Vicente lo hizo en calidad de interino. El vizcaíno relevó a Juan García cuando la plantilla dejó de creer en el extremeño. Al vasco no le ha dado para salvar la categoría pese a que el Calahorra ha mejorado su comportamiento, especialmente lejos de La Planilla.

Club de los tres. La Unión Deportiva Logroñes conforma el club de los tres entrenadores en la presente temporada. Forman parte de esta «ominosa» selección La Nucía, el Nástic de Tarragona, el Real Unión de Irún y el Numancia.

El Atlético Baleares ha tenido que esperar a la llegada de José Antonio García Escudero para alcanzar el objetivo de la permanencia (aunque ésta no es todavía matemática). Jordi Roger fue sustituido por Onésimo, técnico cuya estadía balearica fue breve. Iñaki Goikoetxea también es el tercer entrenador de un Real Unión que en las últimas jornadas se ha acercado a su objetivo (Movilla empeoró los resultados de Aitor Zulaika al frente de los guipuzcoanos). El Nàstic también acumula tres hombres al frente de la plantilla: el aragonés Raül Agné, tras salvar numerosas bolas de partido, fue relegado por el vizcaíno Iñaki Alonso, otro entrenador que no tuvo continuidad. Dani Vidal acabará el curso con la permanencia como único objetivo de los tarraconense.

El Sabadell, con Miki Lladó, ha mejorado los números precedentes de Gabri García. 

Un cambio en la caseta ha habido en el Athletic B, colista con Bingen Arostegi, que empezó la campaña, y con Álex Pallarés. Precisamente El Correo informaba esta semana de la posibilidad de que Raúl Llona llegue a Lezama para dirigir a los rojiblancos en Segunda RFEF. El Bilbao Athletic es el primer equipo descendido matemáticamente pues es colista con 25 unidades con solo doce más en juego (la salvación aguarda a quince puntos).

Dos anomalías. En el Grupo 2 de Primera RFEF uno de los ocho clubes que no ha cambiado de rumbo ha sido el Cornellà y eso que los barceloneses llevan coqueteando con el descenso tras tres meses sin ganar. El Cornellà no sólo no destituye a Gonzalo Riutort sino que le confirmó, a falta de seis jornadas para el final de la liga, como líder del proyecto para la 23-24.

El otro caso paradigmático es el del Castellón, único de los de arriba que se ha mostrado vulnerable en el banquillo. Rubén Torrecilla es historia como también lo es Alejandro Jiménez, preparador cuya interinidad le convirtió prácticamente fijo. El gerundense Albert Rudé 'se la juega' el domingo en Castalia (18 horas). Los orelluts han visto comprometida su posición de 'play off' hasta el punto que una victoria de la Sociedad Deportiva Logroñés podría desatar el pánico en el cuadro de La Plana. La quinta plaza de los riojanos pasa por provocar otro movimiento sísmico en los banquillos de un Grupo 2 igual de inestable que el 1.