Almeida: juicio final

R. Muro
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El Supremo vota el miércoles el recurso presentado por el asesino de Álex. Es el último cartucho antes de dar 'carpetazo' al proceso que le condenó a Prisión Permanente Revisable

Almeida, con jersey blanco de punto, escucha al presidente de la sala durante el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial. - Foto: Ingrid

Pederasta, violador y asesino, Francisco Javier Almeida afronta desde este miércoles su juicio final. El Tribunal Supremo (TS) vota el 6 de marzo el recurso presentado por el calificado 'monstruo de Lardero' tras no prosperar el interpuesto ante el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR) y tras la sentencia emitida en marzo de hace ahora un año que le condenó a prisión permanente revisable por la agresión sexual y el asesinato con alevosía del pequeño Álex.

De esta forma, Almeida se somete al final de un proceso legal que previsiblemente, y salvo sorpresa mayúscula, confirmará la máxima pena recogida en el Código Penal  por unos fatídicos y espeluznantes hechos que conmocionaron a la sociedad española y que se produjeron el 28 de octubre de 2021 en el barrio de Entre Ríos de la metropolitana localidad de Lardero. 

Eso sí, la decisión definitiva del Supremo se hará esperar unos días, tal y como prevé la abogada Alicia Redondo. Almeida ya ha evidenciado en diferentes ocasiones que dispone de todo el tiempo del mundo, ningún escrúpulo y nulo arrepentemiento. Horas después de conocerse la sentencia de la Audiencia Provincial, rodeado de alguno de los seres más repugnantes de la histroia delictiva de este país y entre espacios carcelarios adaptados a la máxima seguridad, el asesino del pequeño Álex, que entonces contaba con nueve años, ya expresó su intención de cursar un recurso de casación ante el TSJR. 

Desestimado éste, acudió a servicios médicos con el objetivo de que le diagnosticaran una enfermedad terminal que pusiera fin a su encierro. Buscaba Almeida una decisión judicial similar a la que llevó al tercer grado al que fuera dirigente de la banda terrorista ETA, Antonio Troitiño, puesto en libertad por razones humanitarias y aquejado de cáncer.

También le salió mal la estrategia médica al asesino y pederasta, que si bien podría pasar por quirófano, no le hallaron patología terminal alguna. Tan solo le queda por quemar el cartucho del recurso de amparo ante el Tribunal Supremo que se vota este miércoles y que, en unos días, ratificará, previsiblemente, la máxima pena para Francisco Javier Almeida.

Tan solo queda por saber si tras conocerse la resolución del TS, la familia emprenderá la reclamación al Estado anunciada en su día por el hecho de que Almeida estuviera en libertad.