Por momentos, la Sociedad Deportiva Logroñés no solo regresó a Espiñedo sino que volvió a la extinta Segunda B, categoría en la que disputó tres temporadas. Los riojanos perdieron el domingo por un claro 3-0 ante el Arenteiro, un recién llegado a la Primera RFEF que, en casa, se encuentra a gusto.
Fue un partido que tuvo todos los condicionantes de la difunta categoría: barro, lluvia a raudales, campo pesado e intensidad máxima. Y, en estas circunstancias, el cuadro ourensano borró del mapa a los de Fabregat, débiles en las dos áreas, zona neurálgica en la que, tanto en 1ª RFEF como en Segunda B, se resuelven los partidos.
Si ante el Barcelona Atlètic la SDL fue eficaz y solidaria, ante el Arenteiro no fue nada virtuosa. Creó ocasiones suficientes que no supo materializar mientras que los gallegos anotaron tres en un partido en el que la defensa riojana hizo aguas desde el pitido inicial.
La derrota genera interrogantes sobre el desempeño de los de Fabregat. De la eficacia absoluta ante el filial blaugrana al naufragio total en O Carballiño. Del blanco al negro en 180 minutos. Hay espacio para los grises porque el conjunto blanquirrojo,pese al 3-0, fue capaz de generar numerosas ocasiones de gol (Aurtenetxe, Rubio y Escobar, entre otros)que, a diferencia del debut liguero, no se materializaron.
Auque todas las comparaciones son perniciosas, el encuentro enEspiñedo guarda muchos paralalelismos con el sucedido en la segunda jornada de la temporada pasada en Urritxe. El Amorebieta se impuso por 4-2 en un encuentro con casi tantos goles como ocasiones. Tras este hundimiento (el equipo acabó las dos primeras jornadas huérfano de puntos), los blanquirrojos enderezaron su rumbo, encadenando tres victorias seguidas ante La Nucía,UDL e Intercity.
Rival directo. La abultada derrota no tiene efectos clasificatorios aunque todo apunta a que los gallegos serán contrincantes por la permanencia en la tercera categoría.
Pese a que los logroñeses han reculado posiciones, la igualdad en la zona baja se aventura máxima. Tras 180 minutos, solo un equipo ha ganado sus dos partidos (la Ponferradina) mientras que otros dos, Tarazona y Fuenlabrada, aún no han puntuado. A estos dos equipos, se suman Sestao y Teruel, que empataron en su debut en Primera RFEF y perdieron el pasado domingo. El quinto equipo que no conoce la victoria (tampoco la derrota) es el Rayo Majadahonda, que empató en Coruña y con el Nàstic, dos teóricos gallitos.
Salvo el Fuenlabrada, Tarazona, Sestao, Teruel y Rayo Majadahonda están en todas las quinielas de la lucha por la permanencia.También lo están los riojanos, los ourensanos y equipos como Osasuna By Cornellà, empatados todos ellos a tres puntos.
Tras ceder ante un rival directo, el encuentro dominical ante el Sestao (Las Gaunas, 12 horas) presenta connotaciones muy similares a las que hace un año representó La Nucía, también en la tercera jornada.
Un triunfo ante los de Aitor Calle devolvería la calma, precisamente, en una semana en la que, a partir de mañana, no habrá tregua para los blanquirrojos de Jordi Fabregat.