Paso atrás

Gonzalo Ortega
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La UD Logroñés tropieza en liga en Las Gaunas tres meses y medio después y suma su segundo empate consecutivo sin goles ante un muy sólido Barbastro

Carlos Bravo disputó sus primeros minutos con la camiseta blanquirroja. - Foto: Óscar Solorzano.

Queda claro empate es el resultado más subjetivo que se puede dar en el fútbol. Ayer, al término del partido en Las Gaunas, pudo comprobarse en su máxima expresión. Mientras los jugadores de la Unión Deportiva Logroñés se dirigían al túnel de vestuarios depecionados por sumar su segundo empate consecutivo sin goles, al mismo tiempo, en la esquina visitante de Las Gaunas, los jugadores del Barbastro celebraban el punto logrado en el municipal logroñés con su afición, al grito de «Sí se puede», en referencia a entrar en puestos de playoff, algo que no lo conseguía un equipo desde que lo hiciera el Alavés B el pasado 1 de octubre.

La sorpresa en la alineación local la dio Sarriegi, que quedó fuera de la convocatoria achacando algún problema físico. Por eso, para acompañar a los ya esperados Kike Royo, Miki Codina, Titi, Yasin, Iñaki en la zaga y Urcelay en el medio, el elegido fue, para sorpresa de todos, Capde. Junto a estos, Alex Arias en la medular, Seguín y Madrazo en los carriles izquierdo y derecho respectivamente y Jony en punta completaban el once inicial blanquirrojo.

En la primera parte se jugó a lo que el Barbastro quería que se jugase. Quizás por eso se encontró incómoda la Unión Deportiva Logroñés con el paso de los minutos. Un partido trabado, rocoso, de mucho contacto e interrupciones impedían a la UDL encontrar ese gol tempranero al que parece haberse malacostumbrado en Las Gaunas y que hace que el plan de partido sea mucho más cómodo. Los intentos mediante disparos lejanos de Seguín y de Jony, por partida doble, que se marcharon desviados por arriba, fueron todo lo que pudo acercarse una UDL a un gol que nunca llegaría.

Tras el paso por vestuarios, el partido se convirtió, por momentos, en un correcalles. Aquí llegó la más clara de la UDLogroñés, en una acción por banda diestra de Madrazo que este terminó con un fortísimo centro raso que se paseó por delante de la portería rival sin que Jony ni Arias consiguieran tocarla para meter el primero.

El Barbastro se mantuvo firme y había conseguido plasmar a la perfección el plan de partido planteado, aguantando el resultado hasta los últimos quince minutos y esperando en campo propio, incisivo en la presión, algún contragolpe con el que asestar un golpe al mentón de la UDL. Y casi llega en una mala cesión a Kike Royo, aunque Miki Codina 'solventó la papeleta' cuando De Mesa ya había regateado al guardameta local en tres cuartos de campo.

Dos ocasiones seguidas de los locales encendieron Las Gaunas. Primero, un disparo de Carlos Bravo, que debutó con la elástica blanquirroja, que se marchó alto tras girarse dentro del área. Y un remate de Jony en la misma dirección a una falta botada por Iñaki.

En las gradas, la parroquia local, poco habituada a un empate en los últimos minutos en las jornadas pasadas, animó a los suyos a buscar el premio mayor y que así los tres puntos se quedaran en Las Gaunas. Y en el césped, la UD Logroñés embotelló al Barbastro, hasta que llegó la polémica. Bien entrado el descuento, Urcelay fue claramente derribado dentro del área en lo que era penalti aunque el árbitro señaló falta en el límite de la línea blanca. E Iñaki estrelló contra la barrera la falta desde la frontal.

Terminó el choque de la segunda vuelta igual que el de la primera: con empate sin goles y la sensación dentro del vestuario blanquirrojo de haber perdido dos puntos. Pese al resultado, la UDLogroñés seguirá en puestos de playoff, cuarta con 36 puntos, los mismos que un Utebo que empató frente al Bilbao Athletic y al que le sigue muy de cerca el Barakaldo, a tan solo cuatro puntos.