Fernando Jáuregui

TRIBUNA LIBRE

Fernando Jáuregui

Escritor y periodista. Analista político


Sí, pero ahora ¿dónde está el PSOE?

04/04/2023

Sentado el domingo junto a un amigo, corresponsal extranjero, en la grada de prensa del madrileño polideportivo Magariños, mientras aguardábamos la llegada al atril de Yolanda Díaz, me hizo una pregunta que, en el fondo, a mí mismo me venía quemando. Pululaba por la cancha más de medio millar de personas, y otras 3.000 habían quedado fuera, porque no cabían en el recinto."¿Creés", me dijo, "que toda esta gente ha dejado de votar PSOE?". Inmediatamente, sin darme tiempo a responder, me lanzó otra: "y ¿dónde está ahora el PSOE de Pedro Sánchez? Porque acá, me parece que no".
Tenía él razón. Allí, en aquella aglomeración de gente, no tan joven en general como uno podría haber pensado, no parecía estar el PSOE. Se lo dije: "tampoco está en la Universidad, porque la pugna para rectores ha sido entre la derecha del PP y la izquierda de Podemos, pero no estaban los socialistas".
Me encuentro entre quienes creen que Pedro Sánchez ha favorecido al máximo el surgimiento de Sumar, la plataforma de su viepresidenta y ministra de Trabajo. Primero, porque le interesará tener un aliado poselectoral fiable para formar gobierno; y segundo, para decirles a sus coaligados podemitas que tiene otras opciones a su izquierda distintas a los 'morados'. Ahora, el color de Sumar es más bien rosa. El color de Pablo Iglesias, Ione Belarra e Irene Montero ya no vende o, para ser exactos, vende bastante menos que el de Yolanda Díaz. Y no creo que haya pantones intermedios.
Admito que, en estas cosas de la supervivencia, Sánchez conoce lo que se hace: es un resiliente, ya se sabe. Pero creo que se equivoca al amparar tanto la 'opción Yolanda'. La vicepresidenta quiere ocupar el sillón principal de La Moncloa, no uno secundario, el domingo lo dejó claro, y está convencida de que se llevará a Sumar bastantes votos 'desencantados' del PSOE. Como el otro gran candidato a la presidencia, Alberto Núñez Feijoo, cree que muchos sufragios socialdemócratas enfadados con el Gobierno Frankenstein acabarán transformándose en papeletas del PP. Tampoco, al fin y al cabo, hay tanta diferencia en no pocas cuestiones entre lo que los socialistas hacen y lo que los 'populares' tendrían que hacer, porque aquí quien de verdad manda es la Comisión Europea.
Piensa Iván Redondo, el que fuera gran asesor demoscópico y estratégico de La Moncloa, que Sumar, más Podemos, se pueden convertir en la tercera fuerza nacional, por delante de Vox. Seguramente, entre los rosas y los morados, juntos, podrían robar algunos cientos de miles de votos al PSOE: 200.000 los 'rosas' y 136.000 los 'morados', según las 'tripas' del CIS. Pero no estoy nada seguro de que el apoyo a Yolanda Díaz, llevando como número dos de su candidatura a Ione Belarra o a Irene Montero, fuese el mismo que manteniendo una opinión nítidamente alejada del recuerdo de la sombra de Pablo Iglesias.
O sea, que la cosa va de transferencias. Cuántos votos va a ceder a su izquierda y a su derecha un PSOE que vence en el Parlamento, pero no acaba de convencer en la calle. Aparentemente, Sánchez mantiene en Yolanda Díaz la confianza que ha perdido en los podemitas puros. Pero ella, lo dijo muy claramente varias veces el domingo, lo que quiere ser es la primera mujer presidenta del Gobierno. Y para ello ha tejido un programa socialdemócrata, sin la algarabía de Pablo Iglesias, sin el carácter gritón de Irene Montero... y sin las claudicaciones de Sánchez, que siempre es más fácil situarse en la oposición que en la gobernación a la hora de hacer promesas y programas electorales. Y Yolanda Díaz, fíjese usted, lea las entrevistas que le hacen, tiene ahora mismo la cualidad de gobernante y la de opositora al Gobierno y a los socios del Gobierno. Como si ella no fuese uno de ellos. No me dirá usted, tiembla Sánchez, que esa no es una opción ganadora.