El Camino de Santiago es uno de los destinos turísticos más habituales por españoles y extranjeros, un recorrido que empieza en Roncesvalles o San Juan Pie de Puerto, y termina en la ciudad gallega de Santiago de Compostela.

La Rioja, como otros territorios, es una de las comunidades autónomas por las que pasa dicho camino, lo que permite que personas de todo el mundo conozcan Logroño y algunos de sus pueblos.

Los datos recogidos durante los meses de verano y en el inicio de septiembre son bastante positivos en cuanto a la afluencia de peregrinos que han pasado por esta tierra.

La Asociación de Amigos del Camino de Santiago recoge que este año se esperan superar los 10.000 caminantes solo por Logroño, alcanzando las buenas cifras que se obtuvieron el año anterior. 

Su presidente, Juan Cruz, destaca que los datos de ocupación que está habiendo en el albergue de la capital riojana en estos primeros días de septiembre son «muy buenos» porque «hay una ocupación que oscila entre el 80 y 90% en el albergue». La estimación, añade, es que entre 1.500 y 1.600 peregrinos pasen por el albergue durante este mes de septiembre.  Los datos de este albergue que se obtuvieron durante la segunda mitad del año son más favorables que los que se registraron en el 2022 en abril, junio, julio y agosto, con la excepción del mes de mayo. De hecho, este lugar de descanso ha acogido a 1.488 peregrinos en abril durante este año, mientras que el año pasado fueron 1.250; a 1485 en mayo de 2023 frente a los 1.616 del año anterior; a 1331 en junio de este año, 81 más que en 2022; a 1.299 en este julio, frente a los 1.274 del año anterior; y a 1.413 durante este agosto, 14 más que en 2022. 

Además, Cruz subraya que este albergue está muy cerca de recuperar las cifras que se registraron antes de las pandemia de la Covid-19 durante el mes de agosto, ya que en 2019 pasaron un total de 1.423 peregrinos, solo unos diez más que durante este año.

Por otro lado, otro aspecto interesante de este albergue municipal son los distintos perfiles de personas que recibe. Informa que el 68% de los peregrinos que se quedaron en el mes de agosto fueron de origen extranjero, mientras que el 32% eran de otros rincones de la geografía española. 

A su vez, cuenta que esta misma semana le han enviado unas estadísticas que dicen que 2.400 peregrinos salieron de San Juan Pie de Puerto hacia Santiago, de los que 500 eran de origen estadounidense. «Todas esas personas llegarán a Logroño», apunta. 

Otras características de estos peregrinos que duermen en este albergue es que la mayoría tienen 40 años o más aunque en los meses de verano suelen venir familias con  hijos mayores de 11 o 12 años. También recuerda que el peregrino empieza el camino solo o con amigos pero «lo habitual es que vayan conociendo a otras personas durante el trayecto con las que se van juntando porque suelen dormir en el mismo sitio».

Esta gran cantidad de personas que visitan Logroño con motivo del Camino de Santiago ayudan a que mejore su economía. «La llegada de peregrinos es positiva porque el peregrino tiene que desayunar, comer, cenar y alojarse», señala. 

Detalla que un peregrino puede gastarse de media unos 50 euros diarios sin  hacer ningún gasto extraordinario. «El donativo por dormir en el albergue son 10 euros y en Logroño un menú razonable son 15 euros; más el desayuno, la cena, el almuerzo o si tomas algunas cañas y pinchos», apunta.

Comodidades. El presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, Juan Cruz, cuenta que el albergue tiene un total de 68 plazas disponibles para peregrinos, acompañadas por otra serie de servicios y comodidades, como duchas, aseos, una cocina completa, calefacción en invierno, aire acondicionado en verano, lavadora y secadora. Además, el pago de los 10 euros les da derecho a una cama, una sábana bajera y una almohada desechable.

El albergue cuenta con otros espacios en los que los peregrinos también pueden recuperar fuerzas y energías, como el patio exterior. «Las personas que vienen están encantados con él, ya que sirve para que puedan descansar, hablar entre ellos e incluso tomarse una cerveza o un vino», detalla.

De hecho, Cruz cuenta que la noche del miércoles hubo unas 58 personas en todo el albergue, de las que «15 estaban en el patio hablando, refrescándose los pies, hablando por teléfono o con una bebida».

Aparte de Logroño, el Camino de Santiago también pasa por otros territorios de La Rioja, como Santo Domingo, Navarrete o Nájera. Todas ellas tienen su albergue, y en concreto, el que está ubicado en Santo Domingo de la Calzada ha registrado un alto número de pernoctaciones en estos primeros días de septiembre. Así lo asegura el prior de la cofradía del Santo, Ricardo Campos.

Las ocupaciones, detalla, estaban entre el 50 y 55% los primeros seis días del mes pero desde entonces, estas han crecido considerablemente hasta alcanzar el 60 y 70%. Esto ha hecho que se ocuparan entre 100 y 120 literas de las 170 totales que posee este lugar.

Campos apunta que mayo también registró muy buenas cifras, de hecho, hubo un 80% de ocupación, mientras que este porcentaje descendió hasta un 60 o 50% en junio y un 50% en julio. Aunque es verdad que volvió a subir en el mes de agosto cuando hubo entre un 60 y un 65% de literas ocupadas. De hecho, el prior detalla que la ocupación en este mes ha subido un 5% respecto al año anterior. 

El Prior explica que este descenso se debe a las altas temperaturas y a que las personas han decidido irse más al extranjero de vacaciones que hacer el Camino de Santiago, debido a que en la pandemia de la Covid-19 no se pudo hacer. 

En este punto, el albergue de Santo Domingo de la Calzada dio cobijo a unos 18.000 peregrinos durante todo el año pasado, mientras que antes de la pandemia, en el año 2019, hubo unos 1.500 más. 

El perfil de todas las personas que han pasado por este albergue hasta este mes ha sido muy dispar. «Han venido bastante peregrinos mayores con más de 60 años aunque también han pasado la noche jóvenes y adultos, por lo que el abanico de edades ha sido amplio», apunta Campos.

También recalca que muchos de estos peregrinos eran de nacionalidad extranjera, ya que procedían de países como Corea, Alemania, Francia, Italia, Estados unidos, Canadá, Australia, Croacia, o Azerbaiyán, entre otros. «Cuando vienen de países como estos últimos de la lista te llama la atención», indica.

Por otra parte, Campos recuerda que los peregrinos que acudan a este albergue podrán disfrutar de una serie de servicios, como literas, duchas, aseos, cocina con microondas, frigoríficos y jarras para calentar agua. También hay un patio para lavar la ropa, tendederos, mesas, césped y unas pilas con agua fría para que metan los pies y los descansen después de una larga etapa del camino.

Además, otra de las ventajas que presenta es que está construido sin barreras arquitectónicas, es decir, las personas con movilidad reducida pueden entrar sin ningún problema. Cuentan con una habitación de tres camas solos para ellos y un baño adaptado. 

«Este albergue le encanta a todo el mundo, de hecho, muchos peregrinos que han hecho el Camino de Santiago varias veces vuelven a quedarse por las comodidades que ofrece y por el trato que reciben», subraya el Prior. 

Casco antiguo. El albergue está ubicado en la zona del Casco Antiguo del pueblo, concretamente en la calle Mayor. Dicho edificio recibe el nombre de 'Casa del Santo' debido a que es la sede de la cofradía de Santo Domingo de la Calzada.  Además, es uno de los albergues que cuenta con una mayor tradición dentro de la historia del propio Camino de Santiago.

El albergue cuenta con otros espacios en los que los peregrinos también pueden recuperar fuerzas y energías, como el patio exterior. «Las personas que vienen están encantados con él, ya que sirve para que puedan descansar, hablar entre ellos e incluso tomarse una cerveza o un vino», detalla.

Los peregrinos que se hospeden podrán pasear por el pueblo y ver algunas de las monumentos turísticos que tiene Santo Domingo de la Calzada. Algunos de estos son la catedral, donde está el gallo y la gallina; la torre del pueblo donde hay un museo compuesto por varias campanas y relojes; y el convento, donde hay una exposición permanente de belenes, entre ellos, varios napolitanos.