El Ayuntamiento de Logroño se hará cargo a lo largo de este año de las obras para subsanar las deficiencias que evidencia el inmueble del número 16 de avenida de Navarra, que ha adquirido un terrible protagonismo tras la supuesta agresión sexual en grupo cometido el pasado domingo sobre dos niñas menores de 12 y 13 años. Eso sí, la ejecución subsidiaria por parte del Consistorio remitirá posteriormente la factura de la actuación a la comunidad de propietarios. Todo ello después de una sucesión de requerimientos, reiteraciones y expedientes formulados desde que en diciembre de 2015 el edificio obtuviera una declaración «desfavorable» tras someterse a la Inspección Técnica de Edificios (ITE). Una Inspección que correspondía materializar de nuevo en 2020 y que sencillamente, ni siquiera se contrató.

El 30 de abril de 2018, en una Resolución de Alcaldía firmada por la entonces alcaldesa Cuca Gamarra,  el Ayuntamiento dejaba constancia de las deficiencias. Se aludía así a «la acumulación de escombro sobre el falso techo de la planta cuarta» y a la existencia de «humedades en las viviendas de la planta cuarta» así como en «el hueco apuntalado de la escalera debido a filtraciones de agua consecuencia del mal estado de la cubierta». También dejaba constancia la Resolución de Alcaldía de que «la suciedad impide un correcto funcionamiento de la evacuación nde aguas pluviales» y «faltaba una bajante en la fachada trasera», entre otras deficiencias.

El informe municipal de 2018 achacaba la situación del inmueble a «la falta de mantenimiento» y proponía la «revisión de todos los elementos de la cubierta (estructura y cubrición), de la red de saneamiento y recuperar las condiciones exigibles de seguridad y estanqueidad». Daba un plazo de dos meses para subsanar las deficiencias descritas.

En la misma Resolución, el Ayuntamiento recordaba que de no cumplimentarse la orden de ejecución dictada, «será realizado de forma subsidiaria» por el propio Consistorio «con cargo al obligado» y dará lugar a «la incoación del correspondiente expediente sancionador por la infracción urbanística cometida. 

La administración de fincas que gestionaba el edificio dejó de trabajar con la comunidad de propietarios el año pasado y «nadie se ha personado a por la documentación». Todo ello después de que el propio Ayuntamiento se encargara hacer tres o cuatro años de apuntalar el portal.

Una ejecución subsidiaria que llega ocho años después

El Ayuntamiento de Logroño confirma la apertura del expediente durante el pasado año, en esta ocasión, suscrito por el actual alcalde Pablo Hermoso de Mendoza. Un expediente que, tal y como aseguró el propio Consistorio en el día de ayer, dará pie a que durante el presente ejercicio, el Ayuntamiento materialice la ejecución subsidiaria de las obras necesarias para subsanar las deficiencias.

Los requerimientos municipales también hacen mención a que «será la propiedad la que durante el periodo de tramitación del expediente y hasta la plena subsanación de las deficiencias, deberá velar por la seguridad del inmueble, adoptando cuantas medidas complementarias sean necesarias para garantizar las debidas condiciones de seguridad en su interior y evitar riesgos».