El Centro de Atención a la Salud Sexual atendió 27 agresiones

David Hernando Rioja
-

Los profesionales de esta instalación sanitaria informan que la edad media de los agresores ha ido disminuyendo, de hecho, se producen más denuncias en colegios e institutos

Una mujer atemorizada en el cuarto de baño - Foto: Óscar Solorzano

La salud sexual es un componente central en la salud y el bienestar de las personas, por lo que «se estima necesario un enfoque integral de promoción de la salud sexual que garantice los derechos sexuales de las personas, de forma que se fomente la corresponsabilidad en las relaciones sexuales».

El Centro de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva en La Rioja ha actualizado su protocolo de atención a las víctimas de posibles agresiones sexuales, con la participación de los diferentes servicios implicados, entre los que se encuentran Ginecología, Urgencias, Infecciosas, Trabajo social, Salud Mental y Medicina Forense.

La doctora del servicio de Ginecología, Laura San Juan, explica que el objetivo es realizar una  integración asistencial de las actuaciones sanitarias con el objetivo de no revictimizar y cuidar el bienestar integral de las personas que han sufrido violencia sexual. «La asistencia integral es clave en la recuperación de las personas, teniendo en cuenta todas las esferas de la salud, no sólo la física», indica.

Detalla que este Centro de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva atendió 27 casos de agresiones sexuales en el pasado año. Señala que las agresiones sexuales siempre han sido iguales pero «hemos encontrado una variación en los últimos tiempos, ya que la edad media de los agresores está disminuyendo. Se producen más denuncias en colegios e institutos». 

Por ese motivo, la doctora reitera la necesidad de fomentar la educación en el respeto y la igualdad. Además, remarca la «vital» importancia de los protocolos para la detección de casos no comunicados, ya que «el 80% de los casos a nivel nacional no son denunciados».

En este punto, San Juan explica el proceso que se sigue al denunciar una agresión. Informa que la primera  atención se hace en urgencias del hospital, «donde se pone en marcha el protocolo, y después se comunica al juzgado de guardia y al médico forense». El siguiente paso es la actuación en un solo acto entre ginecólogos y forenses, donde se procede a la toma de muestras y a la exploración. «Esas muestras van custodiadas hasta el Instituto de Medicina Legal, y seguido, se ofrece en los casos que se requiera una profilaxis frente a las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), un tratamiento postexposición frente al VIH y una anticoncepción de emergencia», concluye.