Las estafas online han costado 90.000 euros a Murillo y Ábalos

R. Muro
-

Las administraciones locales de estos dos municipios han sufrido recientemente ataques online; 12.000 euros al primero y 75.000 euros al segundo

Vista del Ayuntamiento de Ábalos - Foto: Óscar Solorzano

Dos hechos delictivos recientes han puesto en alarma a los ayuntamientos riojanos, especialmente a administraciones locales de localidades del medio rural. Ambos se enmarcan en el concepto de la ciberdelincuencia y entre los dos han supuesto una estafa próxima a los 90.000 euros. Hace aproximadamente mes y medio, la voz de alarma se encendía en el Consistorio de Murillo de Río Leza. De forma inexplicable, «parecía que el Ayuntamiento había hecho un ingreso de 12.000 euros en una cuenta que no conocemos» y sin justificación alguna, detalla su alcalde, Sergio Chicote.

Evidentemente, de las arcas municipales no se realizó el ingreso en ninguna cuenta, al menos, intencionadamente. Tal y como denunció el Ayuntamiento, los piratas informáticos estaban detrás de la transferencia monetaria. Es más, la estafa hubiera adquirido ciertos tintes de sorna si no fuera porque se trata de un engaño. Y es que a los días de que los malhechores digitales realizaran el ingreso como si lo hubiera firmado de forma voluntaria la propia administración local, desde la cuenta pirata se realizó un ingreso a la cuenta municipal de 2.500 euros. Es decir, los estafadores reingresaron la citada cantidad al Ayuntamiento tras haberle sustraído 12.000 euros. 

Tal y como confirma el propio alcalde de Murillo de Río Leza, los hechos se pusieron en manos de la Guardia Civil. Los datos facilitados por Chicote indican que los estafadores, o al menos su cuenta bancaria, se encuentra domiciliada «en el extranjero».

Más reciente es el caso del Ayuntamiento de la localidad riojalteña de Ábalos. Tal y como relata su alcalde, Vicente Urquía, el Consistorio contrató unas obras con una empresa para la reforma de la red de agua potable y pluviales. Terminada la obra. el pasado 22 de septiembre la empresa cursó la correspondiente factura para el cobro de sus honorarios. La compañía, siempre en base al testimonio ofrecido por Urquía, remitió un correo electrónico al Ayuntamiento riojalteño con su número de cuenta. 

En el limbo en el que viajan los denominados emails, el número de cuenta de la compañía que había ejecutado los trabajos de reforma de la red de aguas cambió. La administración local de Ábalos realizó el abono de la factura a la cuenta reseñada en el correo electrónico que nada tenía que ver ya con la numeración indicada por la empresa. 

La factura, según los datos apuntados por el alcalde de Ábalos, «asciende a 75.000 euros», cantidad abonada por el Consistorio «a no sabemos quién», y un importe considerable para el Ayuntamiento de un municipio de alrededor de 250 habitantes.

Pronta reacción. El Consistorio, en palabras de su primer edil, «reaccionó de forma inmediata y lo trasladamos a la Delegada del Gobierno». Desde la Delegación se pusieron en contacto «rápidamente con la Guardia Civil y gracias a la intervención» de la Benemérita, se pudo bloquear la mitad de lo abonado y «esperemos que recuperarlo para trasladarlo a la empresa». La otra mitad del ingreso, de momento, no se ha podido localizar.

Urquía no tiene más que palabras de agradecimiento hacia la Guardia Civil y ha puesto los hechos en manos del juzgado de Instrucción número uno de Haro.

Pero más allá de los resultados que arroje la investigación puesta en marcha tras la acción de los piratas tecnológicos, actualmente se estudia también dónde estuvo el fallo. Es decir, si los malhechores digitales atacaron la seguridad de la empresa o del Consistorio. 

Lo que sí resulta una evidencia es que los ciberdelincuentes han puesto su punto de mira también en los pequeños ayuntamientos, y en los no tan pequeños. Al Ayuntamiento de Mérida, una acción similar le costó 50.000 euros.

«Estamos preocupados»

Realmente estamos preocupados». Es el sentir de Jorge Loyo, presidente de la Federación Riojana de Municipios (FRM) ante la exposición de los ayuntamientos riojanos, fundamentalmente los pequeños, a estafas de carácter informático. La Guardia Civil invitó a los consistorios de la Comunidad,  hace aproximadamente un mes, a una jornada en la que los agentes expusieron los riesgos y las medidas de prevención. De la misma forma, la Benemérita les entregó un vídeo explicativo para su difusión. «Es algo -continúa Loyo- que nos pillaba muy lejos. Sabíamos que ocurría en ayuntamientos como el de Sevilla y de grandes ciudades, pero no que podía llegar a administraciones locales pequeñas».  El máximo responsable de la FRM recuerda que la propia Guardia Civil nos alertó y nos comunicó, «sin dar nombres que ya habían ocurrido estafas de este tipo en ayuntamientos de La Rioja». 

De hecho, desde la propia Federación y desde diferentes consistorios «ya estamos trabajando en diferentes aspectos». Entre ellos, «en la formación de secretarios, administrativos, pero también alcaldes y concejales». Se refiere así que «las conexiones ahora se pueden hacer desde diferentes» terminales y «tenemos que estar preparados».

De la misma forma abordan actualmente con el área de Política Local del Gobierno de La Rioja «las líneas existentes para la renovación de equipos informáticos y actualizar licencias de programas que están ya obsoletos».

'man in the middle'. Hay que tener en cuenta en este sentido, sintetiza Jorge Loyo, que «los agrandes ayuntamientos disponen de informáticos que saben cómo afrontar» este tipo de problemas. Sin embargo, en las administraciones locales sumergidas en el medio rural, los recursos humanos son considerablemente más escasos.

En la mayoría de los casos, nadie en ayuntamientos de tamaños reducidos no han oído hablar de los conceptos Man in the middle o  Business E-mail Compromise (BEC), como se conoce a la estafa ocurrida el pasado mes de septiembre en el municipio riojalteño de Ábalos.

En cualquier caso, desde la Federación Riojana de Municipios se insta a los ayuntamientos a permanecer vigilantes y adoptar cualquier medida de prevención a su alcance.