A la caza de las bajas falsas

Ana Torrecillas
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Las mutuas de trabajo contratan los servicios de las agencias de detectives para detectar las bajas laborales fraudulentas. Los investigadores aseguran que el 90% de los seguimiento certifican el engaño del empleado

Una pareja se relaja en una terraza - Foto: Óscar Solorzano

Quién no ha escuchado la historia de aquel empleado que estando de baja laboral por un accidente en su puesto de trabajo, seguía llevando una vida disipada y realizando actividades para las que, supuestamente, estaba impedido. Pues este tipo de circunstancias son más habituales de lo que parecen. Para perseguir este tipo de fraude, las mutuas de trabajo suelen encomendar la labor de seguimiento al trabajador de baja del cual se sospecha que no está guardando el debido reposo. El pasado mes de marzo, el Boletín Oficial del Estado publicaba el contrato que Gerencia Umivale Activa, mutua colaboradora con la Seguridad Social, adjudicaba a la agencia de detectives Global ACIF para realizar los trabajos de investigación de bajas fraudulentas en las comunidades de La Rioja, Navarra yPaís Vasco por un valor 18.150 euros, impuestos incluidos.  

Los fraudes en las bajas laborales representan buena parte del trabajo de las agencias de detectives, junto con las investigaciones relacionadas con los divorcios. La responsable de una conocida agencia, que prefiere mantenerse en el anonimato asegura que el 90% de los seguimientos que se realizan terminan certificando el fraude. «Normalmente el seguimiento se realiza durante dos o tres días», apuntan, «aunque se puede ampliar, algo que recomendamos porque luego esto sirve como prueba en una juicio contra el trabajador y los jueces alertan de la necesidad de que el seguimiento sea  más prolongado».  La agencia advierte que cada vez hay más peticiones por parte de mutuas y de empresas para realizar las investigaciones, especialmente tras la pandemia y con motivo de la crisis económica. Son sobre  todo, según indica la agencia, autónomos de baja laboral por enfermedad que siguen trabajando en su negocio.

«El problema es que cuando se denuncia, el defraudador solo recibe una sanción administrativa y no una multa económica. Esa persona puede esperar tres meses, por ejemplo,  y reincidir en el fraude porque sabe que no va a afectar a su bolsillo, por así decirlo».