Fermín Bocos

CRÓNICA POLÍTICA

Fermín Bocos

Periodista y escritor. Analista político


Falta de empatía con las víctimas

19/04/2023

La cercanía de la cita electoral del 28 de mayo obra prodigios. Seis meses después de haber aprobado la ley del "solo sí es sí", Pedro Sánchez ha pedido perdón por el desastre provocado. Pero lo ha hecho a su manera: "Si hay que pedir perdón por los efectos indeseados de la ley, pido perdón". Es una respuesta que asombra por su frialdad: "Si hay que pedir perdón...", como si no fuera una obviedad que había que pedir perdón porque es una ley mal hecha cuyos efectos nocivos están a la vista. Tan nociva que no hay marcha atrás en la excarcelación de los más de cien delincuentes que han salido a la calle o para los cerca de mil que han visto rebajadas las penas. Nada ha dicho Pedro Sánchez acerca del sufrimiento de las víctimas de esos delincuentes que han sido excarcelados. Le falta empatía.

La chapuza va a ser enmendada ¡seis meses después! porque el PSOE, tras no querer ver lo que estaba pasando y mirar hacia otra parte para no contrariar a sus socios de Podemos en el Gobierno -las fanáticas del Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero que se oponen a cualquier reforma-, por fin, acepta la mano del PP para reformar la ley. Reformar la ley es perentorio para frenar sus efectos nocivos, pero la cosa no se puede quedar así. En política, los errores tienen un coste. Alguien tiene que pagar por este desastre. Reformar la ley sin destituir a quien ha sido su impulsora deja en el aire la duda acerca de la sinceridad de Pedro Sánchez.

Una sola excarcelación habría bastado para reconocer con humildad el error y rectificar, cuando ya son cien, la continuidad del grupo del Ministerio de Igualdad es insostenible. Sánchez, que llegó a decir que esta ley sería imitada por otros países, lo tiene mal para explicar por qué no cesa a Irene Montero. Tiene que asumir el desgaste político de tamaño escándalo. Que se agrava al comprobar el empecinamiento de la titular de Igualdad negándose a reformar la ley y señalando como "una traición" el acuerdo del PSOE con el PP para enmendarla. No hay precedentes de un caso semejante de fanatismo de quien es incapaz de reconocer el error y aprestarse a rectificarlo.

Que Irene Montero siga en el Gabinete al tiempo que ofende al sentido común describe el grado de servidumbre política de Pedro Sánchez. Pide perdón con la boca pequeña por la chapuza de la Ley Montero pero su prioridad es otra. Su prioridad es no poner en peligro la alianza con Podemos que, de momento, le permite seguir seis meses más en La Moncloa.