Forestalia tira de nueve expolíticos para apoyar su expansión

R. Muro
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Bien en nómina o bien como asesores, como el exministro Soria, trabajan para la promotora de la línea Tauste-Jundiz

Forestalia tira de nueve expolíticos para apoyar su expansión - Foto: Óscar Solorzano

Fernando Samper hace ya más de una década que apostó al verde. El aragonés máximo responsable de Forestalia dejó a un lado el potente grupo cárnico Jorge para fijar el punto de mira en molinos y placas solares. Hay quien, haciendo gala de una sencilla y oportunista rima, se refiere a Samper como el empresario que «abandonó los gorrinos por molinos». Dichos al margen, aquella apuesta ha llevado al empresario zaragozano a focalizar buena parte de la comisión de investigación que sigue las Cortes de Aragón y que debe determinar si hubo irregularidades en las autorizaciones de parques de energías renovables tramitadas por el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental, buena parte de ellas, concedidas a Forestalia.

La promotora de la línea Tauste Jundiz, que atraviesa de este a oeste el norte riojano campando a sus anchas por paisajes y viñedos varios, se ha erigido en apenas trece años en un gigante de las renovables en España arrollando a su paso con subastas a las que concurrían, sin tanto éxito, firmas de la talla de Endesa o Naturgy. De hecho, la subasta adjudicada a la firma de origen aragonés en 2016 fue calificada por la Asociación Empresarial Eólica como «ejemplo de malas prácticas». 

Sin embargo, la comisión de investigación que se desarrollará hasta el próximo mes de abril en las Cortes, pone sobre el mantel cuestiones de una mayor y rabiosa actualidad. Samper tiene, ya sea en nómina o como a asesores, hasta nueve expolíticos de Aragón y Cataluña por donde también se han extendido los tentáculos de Forestalia. En su staff concurren hasta cinco exaltos cargos de los gobiernos de Marcelino Iglesias, Luisa Fernanda Rudí y Javier Lambán designados en su día por el Partido Aragonés (PAR) y la Chunta Aragonesista (CHA). A ellos se suman también dos exconsellers y un exdirector general de Energía de Cataluña. Y a ellos se suma también José Manuel Soria, el que fuera, precisamente, ministro de Industria, Energía y Turismo con el popular Mariano Rajoy como presidente del Gobierno español y que ejerce como asesor del imperio Samper de renovables. 

Pero aún hay más. Familiares de la actual diputada y secretaria de Estado para Iberoamérica y El Caribe y el Español en el Mundo, Susana Sumelzo, zaragozana de nacimiento y próxima a Pedro Sánchez, han formado parte de los continuos cambios de administradores únicos de la tela de araña de sociedades ligadas a Forestalia. Sociedades todas ellas que confluyen en una misma dirección postal de la capital de España: José Ortega y Gasset número 20, segunda planta, sede de Forestalia. Renovables Santia SL o Renovables Luchán SL, son solo dos ejemplos.

Otro exalto cargo del Gobierno de Aragón. Julio Tejedor, que fuera  secretario general de la Presidencia entre los años 2015 y 2021, además de impulsor de la Ley contra las Puertas Giratorias y proclive a desatascar  las renovables, que según las hemerotecas, atascó Soria, asesora a Amazón y a Forestalia.

Colores políticos. Fernando Samper, lejos de espejismos en los campos de España, su clarividencia le permitió observar solo molinos y huertos solares, hasta el punto de llevar a Forestalia a convertirse en un gigante de las renovables en tan solo trece años.

Un periodo de tiempo en el que Samper se ha rodeado de expolíticos, algunos con cargos previos en la gestión y la decisión autonómica y española en materia de  energía, y de muy variados colores políticos. Sus tentáculos quieren extenderse ahora por La Rioja.

La Unión Fotovoltaica carga contra  La Rioja por la moratoria a renovables

La Unión Española Fotovoltaica  (UEF) lanzó ayer la advertencia sobre la Ley de medidas temporales y urgentes para la protección del paisaje de La Rioja, a la que dio luz verde el Ejecutivo liderado por Gonzalo Capellán (norma que conlleva la paralización de proyectos renovables), y que a juicio de la organización, dispara al agua.

En opinión de su director general, José Donoso, «la mayor amenaza para el paisaje y la biodiversidad de La Rioja es la emergencia climática». Considera que moratorias como la aprobada por el Parlamento regional, «se sabe cuando empiezan pero no cuando acaban. Constituyen -prosiguió- una medida que únicamente sirve para perder un tiempo imprescindible para frenar una emergencia climática cuyos efectos no esperan por nosotros». Defendió así unos proyectos de renovables que deben contar con la Declaración de Impacto Ambiental Positiva, «que son sumamente garantistas, que tienen en cuenta el impacto paisajístico e incluso obligan a acciones de tipo compensatorio», señaló Donoso.

Desde la Unión Española Fotovoltaica consideran igualmente que la moratoria afectará fundamentalmente a pequeños proyectos que se encuentren su fase inicial de su tramitación». Un aspecto que para el máximo responsable de la organización, supondrá «un paso atrás en el compromiso de La Rioja en la lucha contra la emergencia climática». También cree que se traducirá en un impacto negativo en términos de prestigio «para una Comunidad que está contradiciendo el mandato europeo de triplicar la implementación de energías renovables antes de 2030». Y otro punto en contra en base a la valoración de José Donoso. «La moratoria genera un clima de inseguridad jurídica que desincentiva la inversión no sólo en La Rioja, sino también en toda España», tal y como publicó www.energias-renovables.com,

 

Sobre la vid. En relación a los efectos que el cambio climático tendrá sobre el sector del vino, la Asociación explica que «el incremento de temperaturas provoca que los azúcares de la uva maduren más deprisa que los hollejos. lo que, a su vez, puede derivar en un mayor contenido de alcohol en el vino, y como consecuencia provocar que determinadas zonas de cultivo pierdan su aptitud para el mismo», la Unión Española Fotovoltaica alerta ante los fenómenos meteorológicos adversos tales como granizo, heladas y olas de calor que «dañan la cepa y reducen producción». Argumentos todo ellos que quieran justificar la necesidad de mantener una apuesta por las energías renovables y avanzar en la sustitución de los combustibles fósiles. 

La Unión Española Fotovoltaica, en este sentido, hace una defensa a ultranza, fundamentalmente de la energía solar.