Objetivo: reducir el impacto ambiental

SPC
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Mercadona sigue promoviendo, año tras año, la gestión responsable de los recursos para preservar el Planeta

Objetivo: reducir el impacto ambiental

Los últimos 12 meses han servido a Mercadona para corroborar que es una compañía comprometida con el cuidado y la protección del medio ambiente. Por eso, uno de sus objetivos de este año, en línea con lo que lleva defendiendo desde hace tiempo, ha sido seguir desempeñando su actividad con el mínimo impacto posible, a través de políticas específicas en materia de gestión de residuos y huella de carbono, entre otras.

La empresa, que ya ha concluido su primer plan de reducción de emisiones, fijado entre 2015 y 2021, está abordando actualmente un segundo programa, como parte de su senda hacia la descarbonización de cara a 2050.

Con este objetivo, Mercadona empezó a calcular hace dos años las emisiones indirectas por transporte, anclando 2015 como base. Durante el ejercicio pasado, se trabajó en la mejora del cálculo y, gracias a las acciones llevadas a cabo, la compañía ha logrado una reducción del 38,4 por ciento en los últimos siete años en las emisiones y remociones directas de gases de efecto invernadero, así como en las indirectas por energía importada. Unos datos muy positivos si se tiene en cuenta que las ventas en kilitros en ese período aumentaron un 22 por ciento. Pero Mercadona aspira a más y quiere conseguir un 30 por ciento adicional en los procesos propios con horizonte en 2030.

Objetivo: reducir el impacto ambientalObjetivo: reducir el impacto ambientalY, para lograrlo, la cadena ha adaptado sus establecimientos con, por ejemplo, iluminaciones LED o sistemas de frío industrial con tecnologías con gases refrigerantes respetuosos con el entorno. Pero, además, en el ámbito de transporte, ha seguido optimizando la logística de la flota de camiones contratada, compuesta por un amplio número de vehículos que utilizan combustibles más sostenibles. Del mismo modo, la compañía ha apostado en este último ejercicio por realizar más de 600 transportes en tren, disminuyendo emisiones al eliminar viajes por carretera.

Además, debido a su actividad, en la empresa se genera gran cantidad de residuos, aunque Mercadona dispone de una política específica para su gestión, muy en línea con los principios de la economía circular. Así, por ejemplo, el film transparente de los envases comerciales que acompañan y protegen a los productos durante el proceso logístico de la distribución, se convierte en las bolsas de plástico reutilizables para transportar la compra y en la entrega de los pedidos online. Un proceso que ha permitido reutilizar en 2022 un total de 8.200 toneladas de plástico.

Precisamente, la cadena se ha volcado este año en revisar los envases y detectar oportunidades de mejora para reducir el uso del plástico en un 25 por ciento en 2025.

Mari Carmen, ‘jefa’ de un supermercado haciendo la compra habitual.Mari Carmen, ‘jefa’ de un supermercado haciendo la compra habitual.Igualmente, Mercadona dispone de planes de prevención de residuos peligrosos que se generan únicamente en los procesos relacionados con el mantenimiento preventivo de las instalaciones.

En el ámbito de la energía, la firma de distribución intenta ajustar al máximo el consumo a las necesidades e impulsa medidas pioneras como la progresiva implantación de la Nueva Tienda Eficiente, que disminuye hasta en un 40 por ciento el consumo respecto a un establecimiento tradicional. Este sistema ya está presente en 1.287 supermercados de los 1.676 totales con los que cuenta la cadena.

También incrementa su apuesta por las renovables, impulsando la colocación de paneles solares en buena parte de sus locales. Y, dentro del ámbito de la descarbonización, Mercadona continúa inmersa en la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos: ya hay 2.059 en España y Portugal.

Sus políticas sostenibles también inciden en un uso responsable del agua mediante estrategias hídricas que optimizan su consumo en los distintos procesos para los que se necesita. Además, consciente de lo crucial que es proteger la biodiversidad, impulsa numerosas iniciativas para mitigar el efecto de su actividad. Un ejemplo es la implantación en las tiendas de cubiertas ajardinadas de especies autóctonas de bajas necesidades hídricas, que permiten atraer una mayor biodiversidad al convertirse en puntos de descanso para aves migratorias.

Principales medidas para prevenir el desperdicio alimentario

1. Ajuste de los precios de venta al consumidor de todos aquellos productos que cuenten con una fecha de caducidad más próxima.

2. Pedidos a los proveedores de productos y servicios a tienda diarios, evitando de esta forma el stock en almacenes y supermercados.

3. Apuesta por la conocida como Política SPB (Siempre Precios Bajos) sin ofertas ni promociones, fomentando así un consumo responsable.

4. Adaptación de los pedidos a la previsión de demanda gracias a una herramienta informática propia que se basa en los históricos de venta.

5. Entrega de los productos no aptos para el consumo a gestores autorizados que los transforman en abono, energía o pienso para animales.

6. Donaciones diarias de todos aquellos excedentes que no se hayan conseguido vender a entidades sociales que sean de proximidad.