Olvidos que salen caros

G.B.
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El Ayuntamiento de Logroño da un mes a empresas y particulares con fianzas ya prescritas tras 20 años sin reclamarlas para que justifiquen su devolución. Si no lo hacen, 114.000 euros irán a las arcas municipales

Dependencias de atención al público en el Ayuntamiento de Logroño. - Foto: Óscar Solorzano

El lamento por la carga fiscal que exigen las administraciones para llevar a cabo actividades económicas o gestiones de toda índole suele ser común entre empresarios y particulares. Por eso sorprende que el Ayuntamiento de Logroño tenga que recordarle a un buen número de ellos, que depositaron en su día fianzas y depósitos exigibles por ley, que han olvidado reclamar su devolución, por lo que se exponen a perder ese dinero y que pase a engrosar las arcas municipales. 

Y no hablamos de una cantidad exigua. En total, el Consistorio logroñés ha sacado a exposición pública una relación de 60 depósitos aportados en su día a la Tesorería municipal, que suman 114.433 euros. Son fianzas y garantías por asuntos que van desde contratos de suministros o de obras de empresas que han realizado trabajos para el Ayuntamiento a peticiones de ocupación de espacio público para una actividad esporádica. 

Cuando el contrato o la gestión en cuestión concluye o se ha cumplido, lo usual es que los interesados recuperen las fianzas, pero deben ser ellos quienes soliciten la devolución. Los que aparecen en el listado que sale a información pública en el Boletín Oficial del Estado no lo hicieron y ahora se exponen a perder esos fondos si no logran justificar con alegaciones por qué no reclamaron en plazo. 

«En teoría, estas fianzas han prescrito, al haber transcurrido 20 años sin que quienes las presentaron hayan pedido su devolución», explica la portavoz del equipo de Gobierno del Ayuntamiento y concejala del área de Gobernanza e Igualdad, Celia Sanz.

Como matiza la concejala, no se puede dar por hecho que todo ese montante económico pasará directamente a las cuentas del Ayuntamiento, porque el mes de plazo que se da a los afectados de exposición pública les permite presentar alegaciones para tratar de justificar el porqué de esa demora al reclamar el dinero que aportaron en su día.

No se trata, en este caso, de cantidades retenidas por la Administración local por incumplimientos de contratos o de otro tipo de obligaciones, algo que se tramita por otra vía. El procedimiento de declaración de depósitos en abandono se parece, más bien, a lo que ocurre con la fianza que deposita el inquilino de una vivienda y que recupera cuando finaliza el contrato de arrendamiento, ejemplifica la portavoz del Gobierno local.

En el expediente abierto por el Ayuntamiento se explica que transcurridos más de 20 años desde la  constitución de esas fianzas «sin haberse efectuado acción alguna de dominio sobres las mismas por sus propietarios ni sus causahabitentes», se abre el plazo de reclamaciones. En caso de que sus propietarios no exijan la devolución o justifiquen la demora, «se declararán los depósitos como bienes abandonados y se ingresará su importe en la Tesorería del Ayuntamiento de Logroño». 

Zanjas, torneos de fútbol... Entre los contratos o solicitudes que motivaron en su día esas fianzas hay de todo. Lo más habitual es  la realización de obras, la apertura de zanjas en calles de la ciudad o el arreglo de fachadas, pero también la ocupación de espacio público para torneos de fútbol, actos culturales o actividades festivas de  San Mateo, entre otras.

En algunos casos, el despiste a la hora de pedir al Ayuntamiento la devolución de la fianza no sale demasiado caro, como los 49,72 euros que una constructora aportó como fianza para abrir una zanja en la calle Huesca. En otros, la cantidad es muy seria; la más alta son los 40.000 euros 'olvidados' por otra empresa del sector de la construcción y que depositó en su día para cumplir con las condiciones de un acuerdo con el Consistorio.

La que no aparece en la lista de los dueños depósitos prescritos es una reclamación de nada menos que 100.000 euros de otro constructor que ha cursado la solicitud de devolución antes de iniciarse el proceso ahora en marcha. En este caso, el Ayuntamiento estudia si procede admitir sus alegaciones y devolver o no ese dinero.