Ángeles de la guardia

David Hernando Rioja
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La Unidad de Atención a la Familia y a la Mujer (UFAM) ha atendido un caso de riesgo extremo con protección de 24 horas para la víctima en este 2023

Una mujer que ha sufrido violencia de género pone una denuncia en comisaría - Foto: Ingrid

La delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz Nalda, señaló hace unos días que el número de denuncias por violencia machista desde enero hasta septiembre fue de 620, 43 más que en el mismo periodo de 2022.  

La Jefatura Superior de Policía cuenta con la Unidad de Atención a la Familia y a la Mujer (UFAM), que se encarga de tramitar estas denuncias y proteger a estas mujeres víctimas de violencia de género.

La inspectora de esta unidad en la Policía Nacional de La Rioja, Zita Cascallana, considera que este año se ha producido un incremento grande de casos en los que han trabajado. Explica que este aumento no significa que el número de casos haya crecido sino que «la sociedad está más concienciada y se atreve a dar el paso».

La Policía ofrece un sistema de protección para estas víctimas aunque el grado del mismo dependerá de los resultados que se obtengan de la denominada como valoración policial de riesgo que realizan los agentes a las víctimas. «Es un cuestionario científico con preguntas que según las respuestas que se den, se establece un nivel de riesgo u otro, y en función de eso, se asigna un policía. La Policía Nacional lleva los casos extremos, bajos y no apreciados; y la Policía Local los medios y los altos», detalla.

La Delegación del Gobierno de España en La Rioja señaló que los casos con seguimiento policial activo a fecha de 19 de noviembre eran 680. Unos 199 con riesgo no apreciado, 269 con riesgo bajo, 200 riesgo medio, 11 de riesgo alto y uno de riesgo extremo.

Cascallana informa que los casos que son considerados como extremos se les pone a las víctimas 24 horas de protección policial, ya que «no requiere la misma protección un riesgo extremo que uno no apreciado». 

El subinspector de esta unidad, Rubén López Martín, añade que la policía también comprueba las necesidades de las víctimas, y si estas tienen que ir al juzgado, al médico o la compra y lo solicitan, se les coloca un acompañamiento para esos momentos puntuales.

Por otro lado, estos dos miembros de la unidad explican las diferentes maneras a través de las cuales les llegan las denuncias. Cascallana indica que algunas de las vías suele ser mediante llamadas a la sala del 091, denuncias por parte de la propia víctima, partes médicos en el Servicio Riojano de Salud, partes de los propios compañeros de la policía que acuden a una llamada o denuncias que alguien ponga en el juzgado.

El siguiente es tomar la declaración a la víctima. «El agente que le explica sus derechos, entre los que se encuentran la asistencia jurídica gratuita, que le acompañe una persona en su declaración, solicitar una casa de acogida y pedir una red de protección, entre otros.

La inspectora añade que una vez que acaba la investigación y el atestado, «lo remitimos a la autoridad judicial y ellos deciden».