"Queremos un turismo que busque autenticidad, no depredador"

Gustavo Basurto
-

Es profesor de Lengua Española y Literatura y se nota. José Luis Pérez Pastor (Logroño, 1978) repasa los asuntos de su Consejería con el espíritu pedagógico y la pasión de quien imparte una clase de la materia que domina

José Luis Pérez Pastor. - Foto: Ingrid

Lo mismo cita a Neruda que a Gonzalo de Berceo, si viene al caso. Tal vez por deformación profesional (es doctor en Filología Hispánica), al consejero de Cultura, Turismo, Deporte y Juventud del Gobierno de La Rioja le apasiona todo lo que rodea a San Millán, el nacimiento del español y los planes para potenciarlo. José Luis Pérez Pastor defiende un modelo turístico «no depredador» que seduzca al visitante con la sencillez de lo auténtico, y se prepara para disfrutar del festival Actual, con especial predilección por el teatro.

Falta una semana para el arranque de Actual ¿Cómo calificaría con un solo adjetivo la edición 2024?

Espectacular. Como sustantivo, diría que es un mapa historiado completísimo, con más de cien actividades. Actual no solo tiene la oportunidad de abrir el año cultural de España, que eso es una oportunidad tremenda a nivel comunicativo y cultural, sino que es un festival distinto. Siempre ha tenido el subtítulo de escenario de culturas contemporáneas y a él nos hemos agarrado, a la cultura en plural. 

¿Qué le distingue de otros?

Actual no es como tantos otros que proliferan en el boom de festivales que estamos viviendo. No es un festival de música, de cine o de teatro, sino todo a la vez, porque tiene cine, música y teatro de primer orden y posibilidad de experimentación. Nos alejamos de lo habitual e intentamos innovar. Tenemos obras de teatro de escenario insólito, con microteatro en espacios no convencionales: por ejemplo, hay una obra de teatro para una sola persona, algo que me parece fascinante. Y están la Guerra de Bandas, exposiciones...actividades en torno al cómic. Lo que hemos hecho valer este año es actividad continua, muy diferenciada y para todos los públicos. 

Hay programados algunos artistas consagrados. ¿No se ha perdido el espíritu fundacional de lanzar a intérpretes y grupos poco conocidos?

Ese espíritu lo hemos recogido en teatro y música con Actual en Familia, Actual Urbano o la Guerra de Bandas y los cafés cantantes. Hay escenarios para todos los tipos y precisamente la Guerra de Bandas juega ese papel de ayudar a descubrir valores musicales. Es cierto que hubo unos años en que Actual descubría músicas del mundo, pero traía un público más limitado. Puesto que es un festival público, hemos querido cerrar cada día los grandes escenarios con un gran público. Y entre medias ofrecer un poco de todo.

Abrir el calendario cultural español, ¿revierte en el impacto de notoriedad que consigue La Rioja?

Sí. Es una marca poderosísima; recupera con creces lo invertido. Daremos los números cuando pase el festival, pero tenemos una empresa externa de medición y los números que va dando por ahora son muy buenos. Antes de empezar el festival ya se ha recuperado en publicity, es decir en publicidad no contratada, en valor de marca, todo lo invertido. Es un intangible que pone a La Rioja en el mapa. Con la reciente presentación que hicimos en Madrid, cerramos el Telediario.

   

¿Con qué actividades se queda?

Es complicado decir una sola. A mí me gusta mucho el teatro. E independientemente de otras opciones, la programación en Escenario Insólito y en Sala Negra es extraordinaria y valiente. Y hay experiencias muy particulares, como los videojuegos, con los que hemos querido poner una patita en el festival, que forman parte de la cultura popular desde los años cincuenta; o lo que nos proporciona  AK Interactive con su museo de maquetas. 

Días atrás el presidente Capellán y el rector de la UR anunciaban que el Centro de las Industrias del Español estará en un edificio de nueva planta en el campus.  ¿En qué se materializará su actividad?

Aunque realmente esa competencia es más de la Consejería de Educación, puedo decir como consideración general que el español es una realidad global como lengua materna, que abraza el mundo, y es lengua oficial en más de veinte países. Creo que el mundo hispano comparte más que lo que no comparte. Lo decía Pablo Neruda en Confieso que he vivido: 'Se lo llevaron todo y nos dejaron todo'. Y creemos que no solo es importante el turismo idiomático, sino que puede haber industrias dedicadas a la digitalización, el estudio o la enseñanza de idiomas que pueden tener su base más natural en La Rioja y que sea una salida para nuestros egresados de universidad. Ningún otro idioma del mundo tiene una región tan propia. 

¿Se contempla explotar más el turismo idiomático?

La Rioja ya tiene una de las primeras academias de español certificada por el Cervantes, como es La Rioja Spanish School, y su modelo es el de personas de todo tipo, muchas de ellas de mediana edad que tienen tiempo y dinero y que después de sus clases y sesiones quieren disfrutar de una experiencia vital sencilla, pero de mucha calidad. Y eso está muy ligado a nuestro enfoque de turismo. Los que no tenemos playa, ni somos Londres o Venecia, debemos buscar en la autenticidad lo que ofrecemos al mundo; que vengan a vivir como un riojano, que disfruten de esa vida con dimensión humana. 

¿Y qué marca de región se quiere transmitir para atraer turistas?

No queremos cualquier turista. No queremos un turismo depredador, sino uno que venga a disfrutar y a compartir lo que somos y lo que tenemos y que nos ayude a mantener esa autenticidad. Está claro que apostamos por el turismo enológico, que en los últimos años ha demostrado ser enogastronómico, porque somos la comunidad con más estrellas Michelin per cápita.  Nuestro segundo turismo es cultural, porque tenemos un patrimonio tremendo; uno puede visitar la historia de Europa a través de La Rioja, con un románico purísimo, un gótico purísimo en Cañas, un renacimiento maravilloso en Casalarreina, el barroco en Santo Domingo y Alfaro y un siglo XIX potentísimo con Espartero y Sagasta. La Rioja es un libro de historia. Además, tenemos un turismo ligado a lo rural. Y todo esto se puede ofrecer a los congresos, con Riojaforum y otros lugares.  

Si por algo es conocida La Rioja es por el vino. ¿Hay alguna estrategia para reforzar su potencia enoturístico como referente mundial?

Queremos aunar todo lo que tenemos en enograstronomía en una información recopilatoria. Vamos a tener un escaparate magnífico dentro de poco con Fitur.

En su momento se pusieron muchas expectativas en Riojaforum para atraer congresos. ¿Se le está sacando suficiente partido?

Hay una agenda potente, aunque los congresos son algo que sucede muy de puertas adentro y no todos se publicitan. Encima de la mesa tengo ahora dos o tres propuestas. Riojaforum puede acoger cualquier tipo de congreso, porque además del auditorio tiene salas de reuniones y espacios polivalentes.

¿Hay necesidad de construir más contenedores culturales?

Vamos a trabajar en la recuperación de Santa María La Real de Nájera para dotarla de contenido, como un templo y unas instalaciones que albergan, por parte del Ministerio, la Escuela de Patrimonio, pero que podrían tener mucha más actividad cultural. En San Millán estamos trabajando en obras de rehabilitación desde el minuto uno. Hemos hecho las visitas técnicas, hemos redactado proyectos y estamos promocionándolo como lugar de realización de congresos; solo entre octubre y noviembre hubo en San Millán tres congresos de especialistas.

 

El presidente regional acaba de pedir formalmente las Glosas para una magna exposición en 2026. Si se consigue traerlas durante un tiempo, ¿podría ser el precedente para reclamar el regreso definitivo?

Lo primero es que esa exposición salga bien y tener las Glosas durante un periodo prudencial sería fantástico. Queremos que sea en 2026 porque es cuando se cumplen cien años desde que Menéndez Pidal dijo en sus artículos que el origen del español está aquí (en San Millán). Es un momento ideal para que, una vez que terminen las obras de restauración que estamos iniciando en el monasterio de Yuso, poder adecuar espacios para un gran centro de interpretación de la lengua española que refuerce el discurso lingüístico en San Millán, aparte de que pueda visitarse un monasterio barroco dieciochesco extraordinario. Y queremos que el broche de oro sea esa exposición con la presencia de las Glosas; ir más allá, es aventurar.

¿Qué otros elementos de atracción tendrá ese centro de interpretación?

Tiene que ser una reflexión sobre la cultura escrita y de cómo un idioma acaba fijándose en el papel. A mí me gustaría un centro que reflexionase sobre el valor de los códices, la labor de los copistas, el material de las tintas, el proceso de generación de los pergaminos o la curiosa realidad de los palimpsestos, esos textos que se borran porque no interesan en un momento determinado y se escriben otras cosas encima. O el mundo de las bibliotecas medievales, para sacudirse prejuicios y ver que la Edad Media no fue una época tan oscura. Y me gustaría que se reflexionase en ese centro sobre el porqué de las Glosas, sobre lo que llevó a aquel monje copista a apuntar anotaciones en romance y a escribir un texto sagrado original en el que tomó decisiones lingüísticas que evidencia que eso era otra cosa distinta (del latín), que era romance.

Sin buscar la controversia con otras regiones que también se reivindican como origen del idioma, ¿con la exposición de 2026 y ese centro de interpretación, La Rioja dejará sentado de forma definitiva su marchamo de cuna del español?

El español no nace como nace una persona, sino que es algo que era latín y al cabo de años o decenios se hablaba de otra manera. El español nace por aquí, por el norte de España. Pero no puede compararse cuantitativamente más de mil muestras con nada y no se puede comparar cualitativamente una oración sagrada original con ninguna otra muestra. Conviene hablar de orígenes, pero hay que decir claramente que el punto más magnético de los orígenes del español está en La Rioja. Porque, además, tres siglos más tarde, Gonzalo de Berceo también está ahí. Y somos el único sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por su relación con el origen del idioma. Nuestro papel fundacional dentro del idioma y la literatura es irrebatible y no hay en esto asomo de chovinismo, sin demérito de otras regiones. Dentro de ese camino, la exposición de 2026 será un hito. 

Además del acuerdo con Air Nostrum para mantener el vuelo a Madrid, ¿habrá otras medida para mejorar las comunicaciones?

Necesitamos que el Gobierno de la nación autorice la obligación de servicio público; no somos ni más ni menos que Badajoz, que la tiene. Sin embargo, los socios del Gobierno, de los cuales es preso, se envuelven en razones medioambientales para negarnos a La Rioja lo que está autorizado para otras regiones. Y ahí nos van a tener enfrente, porque necesitamos esa declaración. Y además se ha solicitado una mayor frecuencia de trenes. La Rioja no tiene que ser ni más ni menos que nadie y seremos exigentes. 

¿2024 será el año para la desestacionalización de Valdezcaray, para que no solo dependa del esquí?

Por lo menos será el año en que el que este Gobierno se ha puesto a trabajar en serio para hacerlo. Hay unos meses muy marcados por la nieve, pero el resto del año la montaña puede ser disfrutable. Fuera de temporada, el último telesilla podría dejar  a la gente a un par de cientos de metros de la cumbre, con lo cual cualquier persona con una condición física normal podría visitarlo. Y está el proyecto de bike park para descensos en bicicleta. Se están dando los pasos para todo ello. 

Aunque la licencia sea competencia municipal, desde el punto de vista patrimonial ¿qué le parece el proyecto de Bosonit en Logroño?

Prefiero dejar que sean los técnicos quienes evalúen lo que tienen que poner sobre la mesa en cuanto a algo que está en el Camino de Santiago.

La asociación Hispania Nostra ha incluido la basílica de Rute, en Ventas Blancas, en su lista roja de patrimonio en peligro. ¿Se intervendrá para que no siga el deterioro?

Rute ha entrado en esa lista sin razón, porque decían que se había caído algo y no es así. Pero dicho esto, a Rute hemos enviado gente para que haga prospecciones. Para lo que vale este tipo de listas es para recordarnos que la tarea de recuperación del patrimonio no acaba nunca. Cada año se hace lo que se puede, en cuanto a medios humanos y presupuesto. Dedicamos  un presupuesto de cuatro millones de euros, con carácter multiplicador. Tenemos 174 pueblos y en todos hay una iglesia y en muchos dos ermitas o más. No se para de trabajar.  

Los últimos descubrimientos de restos de dinosaurios en Igea y otros puntos han puesto a la región en primera línea de la investigación paleontológica. ¿Se intentará sacarle más partido turístico a ese patrimonio?

La Rioja siempre había sido rica en icnitas, en huellas, y parece que lo que faltaba era la parte ósea. Pero los descubrimientos de los últimos años han demostrado que hay huesos de animales de diferentes eras y que hay una gran biodiversidad en La Rioja desde el comienzo de los tiempos, desde que el mar de Tetis bañaba las costas de Igea y de Cameros. Se están encontrando restos de grandes saurios, algunos de ellos no descritos científicamente hablando en ninguna otra parte del mundo. No hay más que visitar el Centro de Interpretación de Igea, la Era del Peladillo o cualquier otro yacimiento para darse cuenta de la riqueza geológica que tenemos. Es un recurso extraordinario para ofrecer a los turistas y para los especialistas. 

¿Se plantea el Gobierno regional solicitar de nuevo la declaración de esos yacimientos como patrimonio de la humanidad o como geoparque, como se intentó en su día?

Todo es estudiable, pero la Unesco tiene una estrategia global que busca que sitios que no tienen ese reconocimiento estén representados. Y considera a Europa sobrerrepresentada. Por ahora, preferimos líneas de trabajo más inmediatas.

¿Cuáles?

Por ejemplo, desde el Instituto de Estudios Riojanos se apoyará la investigación paleontológica con fondos para ayudar a que investigadores de otras regiones que están en Igea desarrollando su tarea puedan seguir ahí, lo que es también una manera de recuperar el medio rural. 

 

En deporte, ¿la prioridad presupuestaria debe ir más al ocio o a potenciar la competición?

La idea es llegar a todo, apoyar a clubes y federaciones y con el mantenimiento de las instalaciones deportivas. Pero también que la actividad física llene el día a día de la vida de los riojanos. Trataremos también de captar grandes eventos deportivos, como la etapa de la Vuelta a España que quitará el aliento por la belleza de lo que verán los telespectadores y por el final en Moncalvillo, que es un postre muy exigente.

¿Debemos resignarnos a seguir sin equipo de fútbol en primera?

Ser aficionado a cualquier deporte tiene un componente innato de sufrimiento. No soy habitual del fútbol, pero lo he vivido desde pequeño porque mi padre era presidente del Colegio de Árbitros,  y viví el ambiente mágico que había en Las Gaunas. No tenemos que resignarnos, pero lo que podemos hacer es dar apoyo al fútbol base, y ya lo tiene. Y a nuestros equipos, salvo apoyarles y animarles para que lo hagan bien, no podemos hacer mucho más.