David Bastida Caro

Acidez Volátil

David Bastida Caro


Meter mano

21/05/2024

Meter mano es un término bonito y ambiguo. Tiene una significado casi adolescente con el que muchos y muchas hemos crecido, sonrojado y por qué no decirlo disfrutado. En el caso que nos ocupa que es lo de aplicar soluciones a este nuestro sector,  pues parece que nos da un poco de corte empezar a meterle mano, tal y como cuando éramos adolescentes. La pregunta es por qué nadie plantea soluciones a este atolladero en el que nos hemos metido más allá de subvenciones, que si bien alivian el escozor, no van a solucionar nada. Lamento decirles a algunos que ya hemos pasado las heladas y no creo que una pedregada o un masivo ataque de mildeo vaya a cambiar nada. Llámame loco, pero lo vamos a tener que solucionar nosotros. 
El primer problema que se plantea para atajar la vía de agua que tenemos es que existen intereses muy dispares en esta nuestra DOCa. Es decir, existen comercializadores interesados en que se mantengan los precios baratos en uvas y graneles, dado que su modelo de negocio es el precio puro y duro. Recordemos el bonito concepto de aportar o vivir de la DO. 
Existen otros vinculados a la producción de vinos de calidad y de mucha calidad, que no es lo  mismo, y estos tienen otros problemas, como son la difícil diferenciación entre bodegas y la dificultad para vender a precios elevados, dado que comparten tirilla del Consejo con los anteriores. 
Los hay cuyo principal problema es que la propia normativa del Consejo no deja abrirse a otros formatos como el box, las latas… etc. Lo que también lastra nuestro desarrollo. No digo que permitirlo sea la salvación, pero sí debiéramos darle una sesuda pensada y ver su verdadero interés o no de una vez por todas. 
Las nuevas indicaciones de calidad como Vino de Zona, Vino de Pueblo y Viñedo Singular no parecen despertar en el consumidor final el interés previsto. Si bien personalmente creo que están binen diseñadas, creo que necesitan un mayor apoyo para su desarrollo. Como hemos dicho existen intereses contrapuestos y hay sectores comercializadores importantes con nulo interés en su desarrollo. Con lo que volvemos a la casilla de salida. 
En fin, intereses muy dispares que como vemos no permiten una solución sencilla. Ahora bien, os recuerdo que tampoco mandar naves a Marte parecía fácil y mira cómo va la cosa. Un saludo a la Perseverance.

ARCHIVADO EN: Precios, Marte, Subvenciones